Capitulo 2: "Ella es mía"

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Me levanté temprano como todos los días, acomodé mis cosas y me fui al salón de entrenamientos, saque mis dagas y comencé a luchar contra un holograma.

—Joseph —me habló Lucas— es el día —dijo ¿emocionado?

—El día de qué? —pregunte aún peleando contra el holograma.

—Cameron no te lo dijo? —me pare en seco cuando mencionó a Cameron, el muy imbécil ¿me había ocultado información? ¿otra vez? Hijo de puta.

—No —dije enfurecido.

—Iremos por ella, por Katherine —dijo saliendo de la sala de entrenamientos— salimos en 5.

Acomode todo lo que había sacado y salí de la sala, subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto y comencé a arrimar mis cosas. Me senté unos minutos para observar mi cuarto, cada detalle de el, porque sabía que no lo vería en mucho tiempo.

Cerré mi cuarto con llave, la puse en mi cuello —la había hecho un collar— y baje lo más rápido que pude las escaleras, un hombre me esperaba, estaba de espaldas pero aún así podía adivinar quién era.

—Joseph —hablo mi padre.

—Qué? —dije volteándome hacia él para enfrentarlo.

—No lo estropees —dijo serio.

—Nunca lo he hecho —dije sarcástico.

—Habló en serio.

—Yo también —dije teniendo la última palabra en manos, odiaba a mi padre, lo odiaba tanto, estaba cansado de tener que pelear pero él no me dejaba más opción.

—Listos? —habló Cameron— porque yo si.

—Estoy listo para romperte la cara —dije acercándome hacia él.

—No y no —dijo Liam separándonos.

Nos subimos todos al coche, aun no amanecía aunque no teníamos problemas con el sol, ya que descubrieron un hechizo que podía mantenernos en el sol sin tener que morir al hacerlo, nos hicieron unos "tatuajes" que nos protegían del sol, todo el mundo los tenía, incluso Katherine aunque aún no se haya dado cuenta.

Llegamos a la escuela de Katherine, era bastante buena, demasiado, diría yo, o sus padres eran ricos o ella era demasiado inteligente como para obtener una beca.

—Escuchen bien chicos —dijo el chofer— su apartamento está a la vuelta de la escuela, números #131 y #132 aquí están las llaves —me las lanzó a mí— suerte.

—No la necesitamos —hablo Cameron.

—Cállenle la boca de una maldita vez o lo haré yo —hablo el chofer.

—No te preocupes lo tengo bajo control —dije sonriendo con malicia.

Entramos a la escuela y primero tuvimos que ir con la señora de atención escolar, quien nos dio nuestro horario y el recorrido. A los cuatro nos tocaba lo mismo, artes. Mi materia favorita, nótese el sarcasmo.

Llegamos al salón antes que todos, incluso que la maestra. Después de varios minutos todos comenzaron a entrar y después de otros minutos llegó la maestra.

—Disculpen, disculpen —dijo poniendo sus cosas en su escritorio— puedo ver que tenemos chicos nuevos digan su nombre, comenzaré yo para quitarles la pena, el mío es Minerva.

—Cameron Amat —dijo la persona más arrogante del mundo.

—Yo soy Lucas y el es Liam Baguer —dijo Lucas entusiasmado pero manteniéndose serio.

La Hija de DraculaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora