Un Rostro Y Dos Personas → Yoongi

Capítulo 12 "Por favor no"

Quedaba el último semestre de la escuela para irme de aquí, los días se me hacían eterno solas, Namjoon no me volvió hablar después de nuestra discusión, Agustín no lo volví a ver y Suga, bueno simplemente me ignora.
Estábamos en clases de Biología y la profesora se le ocurrió hacer un trabajo final de semestre.

-  Bueno chicos, el trabajo consistirá de lo que estamos estudiando y los equipos serán elegidos al azar , el número nueve, veintiuno, Díez y quince harán equipo.
Y así siguió nombrando los demás grupos.

Mi número era el quince y por suerte sabía que el nueve era Namjoon pero de las otras personas no, sólo espero hacer el trabajo rápido y acabar con este año.
Quiero irme a estudiar a otro sitio, no se que pensará mi madre, pero ya no aguanto estar sin mi mejor amigo, que es como mi hermano y no soporto ver a Suga con su nueva novia, al fin y al cabo igual lo extraño. Me hace falta.

- El primer equipo se deberá juntar mañana después de clases afuera de la sala de profesores, ahí les diré que deberán hacer con respecto a la materia, nos vemos.- se fue de la sala de clases dando finalización al día.

Veía como todos salían del salón, yo ni siquiera he guardado mis cosas, no quiero hacer nada, sólo quiero que todo vuelva hacer como antes, cuando estaba feliz junto Agustín.
Había pasado una hora y aún me encontraba sentada en el salón; sola. Me levanté para irme del salón y al mirar la puerta de salida y entrada de la sala de clases; se encontraba él, el profesor Jin.
Un escalofrío recorrió por mi cuerpo, sabía que nada bueno me iba a pasar.

- Tanto tiempo querida- se notaba contento con su sonrisa de oreja a oreja.

Trate de pasar por su costado e ignorarlo, pero me lo impidió poniendo su cuerpo.

- Ahora si que no te salvas muñeca - me agarró del hombro y me empujó provocando que mi espalda golpeara con la mesa del profesor y así darle tiempo suficiente para cerrar la puerta con seguro - Ahora si que nos vamos a divertir - me dio una sonrisa siniestra con sus ojos llenos de deseo.

- Profesor- mi voz se quebró - déjeme irme, no me haga daño por favor, se lo suplico - cerré mis ojos al ver que se acercaba, no aguantaba mis lágrimas.

Me sujeto con una mano mis muñecas, se acostó encima mío sobre la mesa,me empezó a besar por mi cuerpo, me daba asco mucho asco, no fue como Suga, seguía tocando mi cuerpo como si fuera de él , su mano libre tocaba todo lo que el le daba placer de tocar e hizo todo lo que no había podido hacer conmigo. Mi voz pidió una y mil veces que no hiciera nada y que me dejará ir, necesitaba que Suga llegara por mi , llamaba por él, pero todo era un desperdicio de palabras, grite, lloré lo más fuerte que pude, luche, nada sirvió, el había ganado a fin de cuentas, hizo lo que quiso conmigo y está vez nadie vino por mi excepto ese ser asqueroso; el profesor Jin.

•Narra Suga.

Esto iba a ser en definitivo, tenia que dejar de seguir a _____ y sin darme cuenta llegue a casa de ella, creo que me acostumbre a cuidarla de lejos después de clases para asegurarme de que haya llegado bien a su casa, me sentía extraño,pero tome mis cosas y me fui al camino de mi hogar, pero no, mi corazón ganó otra ves, . Retrocedi mi camino, al llegar a la entrada de la escuela y veo al profesor Jin, pero cuando este nota mi presencia me da su mejor sonrisa, una sonrisa que mostraba victoria, placer y felicidad absoluta, me dio un escalofrío dándome entender que algo malo ah pasado, ¡______!

Corrí al establecimiento buscando el nombre de la persona que tanto gritaba mi corazón y ahí estaba llorando, llorando en el suelo con su ropa toda desaliñada, su cabello desordenado, como si hubiera estado peleando.

- _____- susurre, tenía miedo de entrar y confirmar mis sospechas- _____- mi voz salió más audible provocando un pequeño salto en ella.

Me miro con sus ojos rojos de tantas lágrimas que de seguro ah derramado por culpa de ese maldito infeliz, apretó su chaleco más a su cuerpo tratándose de taparse, me acerqué a ella para abrazarla y protegerla, pero me alejo de un empujón, caí sentado.

- No me toques - grito con la mirada bajada al suelo y apretando sus manos en un puño- No me toques- empezó a bajar el tono de su voz a susurro- No me toques por favor- se trató de parar después de tres intentos - doy asco- logró pararse y me dio la espalda.

En sus piernas tenía sangre, su ropa estaba alborotado, no estaba como correspondía, su hermosa cabellera era todo un lío.

- Déjame ayudarte por favor - me levanté y me acerqué a su espalda.

- No te acerques- su cuerpo ya chocaba con la pizarra- doy asco- se afirmó de la pizarra para no caer, su voz estaba quebrada y sus ojos estaban listos para volver a llorar- No me toques por favor - empezó a caer despacio hacia el suelo ayudándose del pizarrón cayendo de rodillas.

La abracé y empeze a sostenerla para caer con ella y así mantenerla en mis brazos.

- Cariño, tu nunca me darás asco- la abracé fuerte mientras lloraba y le hable al oido- nunca lo olvides.