Capítulo 12

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-¡¡¿Quiero saber que demonios fue lo que paso?!!- Estábamos en la oficina del encargado de la comisaria en donde tenían a nuestro único testigo.

-No sabemos con exactitud lo que sucedió, todo fue tan deprisa que no nos dimos cuenta- dijo el ayudante.

Salí de ahí echo una furia, baje los escalones y comencé a caminar de un lado a otro tratando de calmarme. Dios y ¿Ahora? que demonios va a pasar ahora. Después de caminar 5 minutos y respirar para relajarme decidí regresar a dentro en donde estaban los otros. Cuando iba por el cuarto escalón, escuche como patinaba un coche, me di la vuelta y cual fue mi sorpresa al ver una la camioneta negra con la puerta abierta en donde viajaba nuestro prisionero.

-¿Que demonios? - grite al ver al hombre apuntándome con una enorme arma. Me tire al suelo cerca de la patrulla que estaba estacionada en la calle. La ráfaga de fuego traspaso la pared de la comisaria ademas de los vidrios y de los coches que estaban estacionados ahí.

Me asome poco a poco y vi como la camioneta comenzaba a alejarse calle abajo, sin perder tiempo me levante y tomando las llaves de mi coche me dirigí a el.

-¿A donde vas? ¿Estas bien? - pregunto mi hermano.

-En esa camioneta va nuestro testigo, al parecer regreso para vengarse- dije mientras seguía caminando, sentí como Fernando me alcanzaba hasta ponerme una mano en el hombro y obligarme a detenerme.

-¿A donde vas?-

-¿No es obvio? Voy tras ellos, ¡¡Obligare a ese hombre a decirme en donde tiene a mi esposa!!- le grite librándome de su agarre.

Seguí caminando y subí a mi coche al mismo tiempo que mi hermano. Lo observe por unos minutos sin decir ni una palabra.

-¿Que? no creerás que iras solo ¿Verdad? ¿Porque siempre quieres la diversión solo para ti? Eres un egoísta-

Me reí de su comentario, encendí el coche y nos pusimos en marcha por la calle, al menos iba adelante de nosotros como a 10 minutos, pise el acelerador pero el trafico nos impedía avanzar.

Cuando nos toco un semáforo vi que Fernando sacaba una luz de su mochila, bajo la ventanilla y la puso sobre el techo, de pronto se escucho la sirena de la patrulla.

-¡Pisa el acelerador hermano!- grito.

Nos abrimos paso entre el tumulto de carros y les dimos alcance.

-¡Ahí están!- dije señalando el coche negro que se estaba pasando los rojos.

-Acércate lo mas que puedas, necesito tener un tiro limpio- Asentí cuando vi que preparaba su arma.

La sirena se apago pero eso no impidió que los carros nos dejaran pasar. Me acerque a la camioneta y mi hermano saco medio cuerpo del vehículo.

-¡Manténlo!- dijo y asentí.

Fernando disparo a la llanta trasera izquierda y el coche se tambaleo obligando al conductor a girar lo que provoco que se volcara, quedando el costado derecho sobre el asfalto.

-Quédate aquí- ordeno Fernando al bajar del coche. 

Lo vi dirigirse al coche caído. Con su arma siempre apuntando al frente, se acerco con cautela hasta el otro lado de la camioneta y cuando guardo su arma yo baje.

Camine hasta donde estaba él y me señalo el cuerpo ahora inerte dentro del coche. En cuanto a nuestro hombre, estaba vivo pero lesionado.

-Tranquilo- le dije mientras lo arrastraba afuera del vehículo -No morirás... por ahora- Lo lleve hasta mi coche y lo aventé al asiento trasero no sin antes amarrar sus manos y sus pies.

-¿A donde vamos?- pregunto Fernando.

-Iremos a una de mis bodegas, ahí tendrás mas que espacio suficiente para interrogarlo- lo vi asentir y puse en marcha a nuestro destino.

Después de esperar en 3 semáforos al fin llegamos, al bajarnos John y Sandra se acercaron.

-No creímos que tardaran tanto- dijo John.

-El trafico en esta ciudad es horrible- dijo mi hermano mientras el y yo encaminábamos a nuestro prisionero dentro de la enorme bodega que en este momento estaba vacía.

Lo colocamos en una silla y volvimos a sujetar sus brazos por detrás de la silla.

Mi hermano tomo el mando y se coloco frente a él.

-Haremos esto ¿Por las buenas o por las malas?- pregunto, el sujeto solo lo miraba y no decía palabra alguna -Genial, por las malas-

Le acerque una silla y él se sentó mientras John, Sandra y yo estábamos a su espalda. Fernando comenzó a tronarse los dedos e hizo varios movimientos de cuello.

-Bien comencemos y vayamos directo al grano ¿En donde esta Daphne Montemayor?- el hombre parpadeo y sonrió.

-¿Tienes idea de cuantas mujeres he visto en los últimos 15 días?-

-No hablo de las mujeres que has visto, sino de una que secuestraste hace poco-

-Oh, así la cosa cambia- guardo silencio por unos segundos y continuo - ¿Que te hace pensar que yo la tengo?- Sandra se acerco a Fernando y le entrego su tablet, lo vimos asentir y ella regreso a su lugar inicial.

-Es una mujer muy bella o dime ¿Acaso la olvidarías?- giro la tablet y los ojos de hombre se abrieron de sorpresa - Por la expresión de tu cara estoy seguro de que la conoces-

-Yo la conozco pero ustedes...-

-¡¡Ella es mi esposa!!- le grite al tipo mientras me acercaba para golpearlo, pero John me detuvo.

-Lo necesitamos consiente recuerdas- susurro John para intentar calmarme.

Respire varias veces para no lanzarme contra el y romperle el cuello, Dios hasta cuando iba a terminarse esto. El tipo trago y sus ojos iban de la imagen de la tablet a mi y viceversa, es mas que obvio que quería comprobar algo pero ¿Que?

-Escucha y escucha bien, soy agente especial del FBI, si eres bueno y me dices en donde tienen a esta mujer te haré un favor, rebajaran tus años de condena, es obvio que no te dejaremos salir por los delitos que has cometido, pero puedo lograr que tu condena sea menos... severa-

El tipo estaba nervioso u ansioso o ambas cosas, quería decirnos algo pero algo lo detenía confesar.

-¡¡Habla maldita sea!!- mi paciencia se a ido al garete.

- Esta bien- dijo - Esa mujer ya no es parte de mi grupo, ya esta en el grupo de la venta-

-¿A que te refieres conque ya esta en el grupo de la venta?- pregunto Fernando mientras anotaba algo en una pequeña libreta.

-Yo rapte a esa mujer a la salida de su casa, la lleve conmigo y la prepare para lo que me habían ordenado. Después de dos semanas la traje  a los Estados Unidos para el cambio de grupo, es decir...-

-Realizaran la venta aquí, en ¿Territorio americano?- pregunto Fernando.

-Los yanquis son muy confiados, buscan fuera de su casa los problemas cuando están en su propio sótano-

-¿Cuando es la venta?-

-Mañana y ella - dijo señalando la imagen -Es la atracción principal-



Un Error del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora