Epílogo

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La Luz del sol que logra colarse por la ventana me ha despertado, me estiro un poco y volteo a mi izquierda y ahí esta ella, la mujer mas hermosa de la tierra.

Daphne esta profundamente dormida y como no, después de celebrar toda la noche nuestro aniversario, volteo a ver el reloj de la mesita de noche y son las 9:10 de la mañana, apenas hemos dormido 2 horas.

Sonrío ante los recuerdos de hace unas horas, fue una gran celebración, mi hermano vino con su ahora esposa, la cual esta de 8 meses, pronto seremos tíos, John vino con su novia y todo parece indicar que se casaran pronto.

Sandra sigue igual pero al fin esta disfrutando de su vida de soltera ya que al final pudo divorciarse de ese inútil que llamaba marido y trajo a uno de sus tantos novios, sonrío al recordar la mirada que puso mi esposa cuando la vio llegar del brazo de ese hombre "bastante guapo" había dicho ella, evidentemente le tuve que recordar quien era mas guapo.

Sonrío al sentir unas suaves manos recorrer mi pecho y suspiro cuando ella se me acerca y se acurruca junto a mi.

-¿Que te hace gracia?- pregunta aun adormilada.

-Lo que me hiciste hacer, tener que recordarte quien es el guapo aquí- se ríe y niega con la cabeza.

-Ahora resulta que es mi culpa- dice mientras se levanta de la cama y la veo en toda su hermosa desnudez dirigirse al baño.

Mi amigo esta mas que dispuesto a ayudarla, así que me levanto y la sigo. Entro en el baño que se a llenado de vapor y la veo dentro de la ducha. Dios como no verla, su cuerpo brillando por pequeñas gotas de agua que se han quedado sobre su hermosa piel.

Su cabello castaño cayendo por la espalda y unos cuantos mechones por su pecho, incluso cubriendo esos deliciosos pezones.

Entro en la ducha y coloco mis manos sobre sus senos y a pesar de que no la veo se que esta sonriendo.

Sin decir nada la acerco a mi pecho y ella inclina la cabeza a un lado, dándome acceso a su cuello, comienzo a morderlo y a chuparlo mientras acaricio sus deliciosos senos.

-Los niños...- dice entrecortadamente.

La giro hasta que quede frente a mi y ella me observa con ojos de amor y de deseo, sonrío y la beso como a ella le gusta, la tomo de las nalgas y la pego a mi, comienzo a restregarme hasta que la oigo gemir.

-Si no gritas no te oirán- la veo sonrojarse -Nena sabes lo que tu sonrojo hace en mi- ella sonríe me rodea con sus brazos y la cargo hasta que entro en ella.

-Francisco...- suspira y me besa mientras estoy en el limbo de deseo por ella, ya perdí la cuenta de cuantas veces la he hecho mía en esta misma ducha y no me sacio de ella.

Siento como me encaja las uñas y eso hace que mi deseo crezca mas, mientras la muevo le voy dando pequeñas nalgadas que hace que se moje mas.

-Cielo vas a acabar conmigo- digo besándola y mordiendo su cuello.

-Francisco...- gime mi nombre cuando alcanza el clímax y segundos después me vengo dentro de ella.

Respiramos agitados y contentos después de esta entrega, su frente esta sobre la mía y nos quedamos así, abrazados...

-Te amo- dice

-Te amo-

Después de ese refrescante y delicioso baño... bueno después de hacerla mía 2 veces mas, bajo a la cocina en donde Clara ya esta sirviendo el desayuno.

-Buenos días señor-

-Buenos días Clara, ¿Los monstruos ya bajaron?- Clara sonríe y niega con la cabeza.

Un Error del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora