Capítulo 3

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-Consultorio de la doctora Nesbit, buenas tardes ¿En que la puedo ayudar?-

-Buenas tardes, llamo para hacer una cita-

-Si claro se la programo para el miércoles ya que la doctora se encuentra en una convención y regresa el martes ¿Le parece bien?-

-Si claro- y después de confirmar la cita colgué.

Hasta el miércoles... dios y ahora que hago. Saque mi agenda y comencé a pasar las hojas revisando las fechas pasadas, hasta que caí en la cuenta de que no había tenido mi regla en dos meses, ¡Dos meses!

Me deje caer en la silla y cubrí mi cara con mis manos ¡Dos meses! oh por dios... ¿Podría ser...? ¿Podría estar embarazada?

Probablemente me respondió mi conciencia. Dos meses de no tomar anticonceptivos o incluso puede que mas, a raíz del accidente de coche que tuve el doctor me prohibió tomar cualquier otro medicamento ya que se contraponía con el que tomaba para el dolor.

No soy ninguna santa, no he dejado de aparearme con Francisco.

-Dios santo...- susurre.

Justo ahora que me había enterado de la verdad de que Francisco no quiere hijos. Suspire y me puse de pie, camine de un lado a otro por la pequeña habitación ¿Que voy hacer? Me acosté en el diván que tenia junto a la ventana, me encantaba estar ahí ya que podía ver perfectamente el cielo azul, despejado, una ligera brisa movía las hojas de los arboles.

Inconscientemente lleve mis manos a mi vientre y comencé a recordar lo que quería de la vida. Como toda mujer quería casarme, tener hijos, muchos hijos, sonreí, quería un hogar eso es lo que mas anhelaba.

Soy huérfana, me crié en un orfanato dirigido por monjas, las cuales me habían dicho que me dejaron en la puerta en un día lluvioso y con mucho frío. Mis padres, o al menos eso piensan las monjas, dejaron una carta pidiendo que me cuidaran y velaran por mi, solo pedían que me pusieran Daphne, no dejaron mas datos, solo eso un nombre.

En fin, jamas me adoptaron y cuando cumplí 18 años salí por la puerta principal. Conseguí un trabajo de camarera y con lo que ganaba rentaba un pequeño lugar de un cuarto y baño. Meses después me entere que el gobierno estaba dando becas para estudiar así que me presente el día del examen y como obtuve una buena calificación, toda mi carrera estuve becada.

Conocí a Sandra en mi tercer semestre de universidad, compartíamos habitación, surgió una amistad increíble y desde entonces somos amigas, hermanas. 

Suspire con nostalgia, cuando conocí a Francisco creí que el seria el hombre que haría mis sueños realidad y en parte lo hizo. Sonreí. Me llevo de viaje a lugares mágicos que jamas en sueños creí que alguna vez vería. Me ha echo inmensamente feliz pero aun así falta algo y es un bebe.

Un bebe de los dos.

Un bebe fruto de nuestro amor.

Un bebe que nos una como pareja.

Un bebe con el que comencemos una familia.

En cambio el simplemente decidió por los dos el no querer hijos y me lo confirmo esta mañana cuando me dijo que ya no tenia pastillas, jamas creí que me tuviera vigilada de esa manera, jamas. Es tanto su temor de no querer engendrar que hará lo que sea para asegurarse de que no exista el bebe.

Moví mis manos y baje la vista hasta mi vientre y tome la decisión mas difícil de mi vida. Si había un bebe dentro de mi, lo tendría a cualquier precio aunque eso significara que tuviera que alejarme de Francisco.

Me levante y camine hasta mi pequeño escritorio y tome mi celular.

-¡Holaaaa!- dijo Sandra al segundo timbre.

Un Error del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora