_ Vienes con nosotros? – cuestionó al ver que Johnny pagaba el taxi para alcanzarnos en la calle.
_ Pude haberlas encontrado de regreso, no? – contestó. No objetamos aquella respuesta y continuamos el camino de regreso, al doblar la esquina divisamos un auto negro en la puerta, totalmente desconocido para mí, por lo menos eso creía pues al abrir la puerta nos encontramos con el dueño del café donde trabajaba.
- Rose! Johnny! – nos saludó dejando el vaso con gaseosa que le había servido Julián. Sentí como un escalofrío me invadió en el cuerpo pues recordé que hacia un par de noches que él había visto el beso con el que Johnny me saludó en el café – Cómo han estado?
_ Bien! – contestó Johnny de forma defensiva – Qué haces aquí?
_ Hola Johnny – saludó Julian de forma burlona – Ya no saludas? – ironizó. Johnny sonrió de manera nerviosa y se nos adelantó para estrechar las manos de ambos a manera de saludo.
_ Bueno, nosotras vamos arriba – comenté mientras Silvia asentía inquieta. Ambas hicimos un ademán de dirigirnos a las escaleras pero la voz de Julian nos detuvo.
_ Un momento – dijo él – Aquí les quieren hacer una invitación – señaló a lo que mi jefe agradeció.
_ Alex – era así como se llamaba su hijo – Cumple años este fin de semana, ustedes ya lo saben – dijo dirigiéndose a Julian y Johnny – Y bueno, pensó en ir a pasar el fin de semana con sus amigos a causa de eso. Están invitados todos – agregó.
_ Fin de semana completo? – preguntó Julian a lo que mi jefe asintió.
_ Fin de semana completo – repitió Johnny murmurando pero alcanzado a ser oído por todos – Para nosotros solos – añadió a manera de indirecta la cual entendí de forma inmediata.
_ Cuenta con nosotros – exclamó Julian entusiasta – Y, podemos llevar algunas amigas? – preguntó observando a Johnny con aquella mirada de complicidad que no fue mutua pues era lógico que hacía referencia a las rubias desaparecidas.
_ Si va alguna otra muchacha, fuera de nosotras dos, será Anna, nadie más...verdad? – dije agregando a ello una gran sonrisa a la que era difícil negar algún tipo de pedido – Entonces está todo dicho.
_ Gracias por tu intervención, hermanita – dijo Julian de forma sarcástica – Nos arruinaron el fin de semana, Johnny – le murmuró golpeando su espalda pero no obtuvo respuesta, su amigo se encontraba concentrado, con la mirada fija al vacío y una leve sonrisa en los labios. Como si imaginara algo.
_ Entonces, me pondré de acuerdo contigo Rose – dijo mi jefe antes de despedirse de todos nosotros.
_ Fin de semana en la playa! – exclamó Silvia cuando la puerta fue cerrada, cayó en el sofá junto a Johnny mientras este reía con ironía al ver su reacción ante las cortas vacaciones – Necesitaba paz!
_ Cierto, Johnny – irrumpió Julian asomándose desde la puerta de la calle – Karen me llamó hace un par de minutos – la atención de nosotros ya se encontraba totalmente en él – Vendrá al ensayo de hoy – añadió.