FINAL

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  A pesar de que habíamos tardado una hora y media, con exactitud, en la charla, mi hermano continuaba sentado en la sala, como si el tiempo no hubiera transitado para él. Por un momento pensé en acercármele pero el hecho de que ni siquiera notó cuando salimos de la cocina me hizo ver que andaba muy metido en sus pensamientos, quizás era mejor así.
A la mañana siguiente Johnny llegó tal como me lo había dicho. Cuando sonó el timbre corrí hacia él para evitar que fuese Julián quien abriera, aún así logré despertar el interés en él pues detuvo su camino a la sala para saber de quien se trataba...
_ Hola – susurré con una gran sonrisa al igual que Johnny e inmediatamente me acerqué a él para besarlo como saludo. Julián pareció no inmutarse, agachó la mirada y continuó su camino, algo que terminó por desconcertarnos.
_ Cómo estás Johnny? – saludó mi madre – Desde cuándo necesitas permiso para entrar? – cuestionó al ver que él no daba ningún indicio por moverse – Entra – Johnny hizo lo que ella le pidió de forma titubeante.
_ Puedo hablar un momento contigo, Johnny? – preguntó Julián que continuaba dándonos la espalda – A solas – enfatizó. Supongo que la angustia se apoderó de mi mirada pues mi madre me hizo un gesto pidiéndome que me tranquilizara, yo asentí y luego de que Johnny acarició mi rostro subí a mi habitación. Estoy segura que mi caminata por todo el cuarto no hizo apresurar los minutos ni mucho menos el hecho de que permaneciera frente al reloj observando el avance del segundero.
Finalmente, la llamada de Julián hizo que la adrenalina aumentara en mí. Bajé de forma presurosa pero siempre procurando no hacerles creer que la tranquilidad en mi vida dependía de lo que me fuesen a decir. Al entrar a la sala el gesto de calma en el rostro de Johnny me contagió y supe inmediatamente que no corría ningún peligro – Siéntate por favor, Rose – me pidió Julián con el tono mas calmado. Estando ya frente a él empezó a hablar nuevamente – Quería pedirte disculpas por mi reacción de ayer –dijo murmurando quizás por la vergüenza de recordar el momento – Claro que no soy tu padre, nuestro padre – se corrigió – Pero eres mi hermanita, siempre lo serás y no quiero que te lastimen – era la primera vez que escuchaba palabras tan sinceras por parte de mi hermano, iba recién empezando y ya estaba por hacerme llorar – Mucho menos este idiota...
_ Hey! – exclamó Johnny.
_ Que es mi mejor amigo – continuó Julián, sonriendo – Si ambos están felices juntos, yo también lo estoy – pensé que habría mucho mas por decir pero con esa frase culminó. Quedó en silencio esperando alguna intervención de nosotros pero por lo único que opté fue por abalanzarme a él para abrazarlo fuertemente. Después de todo, era mi hermano y aunque tenía una extraña forma de cuidarme, lo hacía porque me quería – Ahora supongo que deben querer salir juntos – indicó en el momento en que nos apartamos.
_ Así es – respondió Johnny parándose al igual que yo a la vez que tomaba mi mano – Y no te preocupes que tu hermana sabrá cuidar de mí – bromeó antes de que saliéramos de casa. No sé por cuanto tiempo más dure esta relación, no sé si será eterna, no sé si terminara mañana o si en algún momento necesitemos descansar el uno del otro, de lo que estoy segura es de que en este momento, lo que estoy viviendo en compañía de Johnny es aún mejor de lo que imaginé estando pequeña. Sé que él piensa de la misma manera pues cada mañana al despertar a su lado su sonrisa me lo confirma. No podemos amarnos menos.

FIN.

El amigo de mi Hermano ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora