_ Empezamos? – dijo Johnny de forma muy seria a la vez que se ajustaba el cinturón de la guitarra luego de que Karen saliese azotando la puerta.
_ Sí muchachos – lo apoyó David quien había entendido perfectamente lo dicho por Karen – No dejemos que una escena de celos arruine el momento – agregó.
_ Claro – murmuró Julián a la vez que los demás asentían quizás para evitar incomodar aún más a Johnny que llevaba la expresión de frialdad marcada en el rostro. Si había algo que él odiaba eran aquellas escenas donde él terminaba siendo el centro de atención, realmente detestaba eso y ahora Karen le había dado una buena razón para que él no tuviese el mínimo deseo por verla. No tardaron mucho en iniciar el ensayo que se prolongó hasta dos horas después. Los muchachos se marcharon y fue la misma rutina durante el resto de los días, solo el fin de semana logró aplacar el trabajo de ellos. Salieron el viernes a las dos de la mañana en una camioneta lo suficientemente espaciosa para que entrara el grupo. Les gastaron bromas a los que caían rendidos por el sueño durante todo el camino mientras el conductor no lograba evitar verlos por el espejo retrovisor.
_ En este hotel nos quedaremos? – preguntó David al descender del vehículo cuando este se había estacionado ya. Los ojos abiertos de él de forma desmesurada y la expresión de asombro en su rostro anticipaba a los demás sobre lo hermoso que era el lugar. No se equivocaron pues al estar parados junto a su compañero se encontraron con un enorme edificio de balcones con muchachas en bikini y jóvenes que gritaban de forma alentadora en un concurso de surf, todo esto adornado de forma mágica por palmeras y la melodía del mar rompiendo olas.
_ Cortesía de mi padre – comentó Alex con las manos en la cintura y una sonrisa satisfactoria en el rostro mientras el sol se reflejaba en sus lentes negros.
_ Vendió el café? – preguntó Julián de forma burlona.
_ J aja ja – rió Alex en el mismo instante en que muchachos de nuestra edad se acercaban para ayudarnos con el equipaje – Vamos, es por aquí – nos indicó él siguiendo a los jóvenes.
_ No nos quedamos en el edificio? – preguntó Jack decepcionado empezando a caminar con nosotros aunque, el rostro cambió cuando vimos que el lugar que nos tenían reservado era una pequeña cabaña un tanto alejada del hotel. Una cabaña en la playa, quien lo diría pero, a pesar de eso, se veía realmente hermoso.
_ Desempaquemos para ir a la playa – exclamó Anna de forma entusiasta cuando nos indicaron la habitación dentro que compartiríamos las chicas – Apúrense! Acaso no vieron los chicos que hay fuera?
_ Cálmate Anna – dije empezando a reír con Silvia.
_ Claro! Como tú estás tan tranquila y locamente enamorada de Johnny.
_ De quién? – preguntó Johnny parado en la puerta.
_ Te he pedido que no hagas eso – me quejé avergonzada por lo que Anna acababa de decir.
_ Si no entrara así no me enteraría que hay chicas locamente enamoradas de mí – bromeó imitando el gesto hecho por Anna, a ella pareció no agradarle mucho eso pero aún así rió como nosotros – Necesito que...
_ Te ayudemos – interrumpió Silvia en tono cansado.
_ Esta mujer es adivina – exclamó Johnny señalándola.
_ Cuando pones esa carita es porque vas a pedir algo, Johnny, ya te conozco – respondió ella a lo que él rió – Qué sucede?
_ Esta noche quiero salir con mi novia y ustedes que son sus amigas deben ayudarnos.
_ Esta noche? – cuestionó Anna – No sé si recuerdas que esta noche saldremos por el cumpleaños de Alex?
_ Cierto! – exclamó Johnny – No lo dije bien – continuó, confundiéndonos con esas palabras – Esta noche quiero escaparme por un momento con mi novia y necesito su ayuda – dijo enfatizando la palabra escapar – Cuento con ustedes?
_ Y con quién más podrías contar? –respondió Silvia en tono sarcástico.
