_ Tengo las mismas atenciones contigo – replicó él esbozando una sonrisa en los labios de manera triunfal.
_ Eso quiere decir que yo entro en el rubro de "tus amiguitas"- respondí guiñándole un ojo mientras mordía una de las papas fritas. Johnny quedó en silencio y, percibí como la expresión en su rostro se enfrió.
_ No eres una amiguita – contestó – Eres la hermana de Julian – señaló agachando la mirada al vaso de gaseosa para beber un poco de él – Mi mejor amigo – agregó haciendo énfasis en esto.
_Cuanta seriedad – exclamé – Es que acaso tratas de hacerte recordar algo?
_ No entiendo qué tratas de decir – contestó él haciéndose el desentendido – Es que acaso crees que yo planeé todo esto solo para tener una cita contigo?
_ Pensé que esto no era una cita – respondí sonriendo, él hizo lo mismo al darse cuenta de su actitud nerviosa y sin fundamento.
_Y tienes novio?
_ Como se te ocurre, acabo de llegar.
_Me refiero a si dejaste algún novio en Londres – especificó. La comida había pasado a un segundo plano pues hacía varios minutos que no la probábamos.
_ Tuve un novio pero terminamos mucho antes de mi regreso así que dudo que aún piense en mí – respondí.
_ Ya veo – balbuceó asintiendo. Dicho esto, nos propusimos a terminar de comer lo que nos habían traído lo más pronto posible. Al culminar nos marchamos del lugar para tomar el taxi de regreso; creí que en mi casa no habría nadie pero me equivoqué, allí estaba Julian acompañado de las rubias aquellas que solo me producían la mas profunda incomodidad.
_ Johnny! – exclamó Karen al verlo entrar conmigo. El no sabía nada, estoy segura de ello porque pude ver la expresión de sorpresa dibujada en su rostro – Te llamé y me dijeron que no estabas, dónde estabas? – preguntó con aquella sonrisa estúpida mientras sus manos que parecían las de un pulpo se posesionaban del pecho de él, quien nervioso sujetó sus manos.
_ Llegan juntos – dijo Julian dirigiéndose hacia mí – Que bueno! – exclamó fingiendo entusiasmo – Dónde estaban? – ahora eran dos los que esperaban explicaciones y yo no estaba dispuesta a brindársela a alguno de ellos.
_ Con permiso – fue lo único que dije antes de salir presurosa a las escaleras rumbo a mi habitación pero en medio del camino la voz de Anna me detuvo – Qué haces aquí? – cuestioné al verla a los pies de la escalera.
_ Llevo cerca de una hora esperándote – contestó ella – Felizmente Julian me dejó entrar sino puede que ahora estaría muerta de frío – señaló mientras yo bajaba las escaleras – No tenía algo por hacer así que vine a buscarte pero claro! Tú cambiaste a tu amiga por Johnny!
_ Cállate que te van a escuchar – la interrumpí abalanzándome hacia ella para cubrirle los labios sabiendo que pecaba de impertinente – Necesito que me hagas un favor – dije inmediatamente pues mientras Anna estuvo hablando yo fui en como permanecer mas tiempo junto a Johnny aquella misma noche pues realmente me había dejado entusiasmada la conversación a solas con él en el restaurante – Llama a Silvia – empecé a explicarle sabiendo que ya había captado el interés de mi amiga pues me observaba atentamente – Yo veré la manera de que las idiotas esas llamen a David y los demás – quedé en silencio observando el vacío – Necesitamos alcohol y comida chatarra.
_Qué piensas hacer? Una fiesta? No puedes hacer una fiesta de un momento a otro y menos con tan poca gente – indicó Anna – A no ser que solo estés buscando quedarte a solas con Johnny – me observó pues mi sonrisa cómplice me delató – Eso es lo que quieres no? – preguntó riendo – Está bien! Cuenta conmigo! – exclamó entusiasta agregando a ello un aplauso que daba el inicio de la noche. Mi madre no llegaría sino hasta la mañana así que teníamos la casa libre, en cuento a las rubias esas...no fue difícil convencerlas...
_ Es cumpleaños de Anna y los únicos que ella conoce somos nosotros así que pensé en hacerle algo sorpresa, cuento con ustedes? – la respuesta fue afirmativa – Entonces llamen a los demás.
