My Guardian Angel

Capítulo 25

En esos momentos, la casa de los gritos, la Madriguera y la casa de Harry que antes había pertenecido a la casa de Sirius estaba atestada de personas importantes que comenzarían con la búsqueda de la castaña. Draco se encontraba yendo y viniendo de una casa y otra vigilando que todo saliese perfecto.

Habían intentado miles de hechizos de localización, pero ninguno había funcionado. Sabían que ese tal Leonard era inteligente. Quizá demasiado como para encontrar a la castaña en tan poco tiempo. Era en esos momentos, cuando Draco se encontraba terriblemente solo. Sin su familia, sin el amor de su vida... ¿Qué haría ahora?. Por mucho que odiase a Harry en un pasado, él era su única compañía. Entre los dos habían montado todo esto con la ayuda de Percy, el ministro y amigo de la castaña recientemente desaparecida.

-Bien, hemos decidido entre todos hacer grupos de al menos 20 personas y buscar por diferentes zonas del mundo mágico. Luego se harán grupos de 30 para el mundo muggle. Nos saldrían 5 grupos de 20 y 6 de 30 miembros. Tenemos que empezar cuanto antes a buscar, así que es mejor salir mañana temprano. A las siete os quiero a todos preparados aquí.- Dijo Harry mientras Draco se encontraba sentado en el sillón con aire distraído.

Cuando todos se disponían a abandonar la estancia, un raro animal entró por la ventana y se posó en la mesa del centro. consigo traía un paquete de tamaño medio que se agitaba. Draco se acercaba poco a poco para abrirlo, pero... Cuando su mano estaba llegando al paquete, éste revento y un humo salió de él. Asfixiando a todos los presentes. Cuando se disolvió, se vio la cara de alguien allí.

Era la persona que tenía en esos momentos a Hermione en custodia.

-Buenas tardes ¿No hace un día magnífico hoy?.- Preguntó como si nada.

-¡Tú!.- Dijo Draco furioso acercándose a esa especie de humo donde se veía a Downer. Pero... Lo peor de todo es que Hermione se veía detrás atada a la pared con sus muñecas sangrando por culpa de los grilletes oxidados que se ajustaban demasiado. Todos enseguida se alarmaron y se levantaron de donde estaban sentados.

-Hay que tranquilizarse señores... - Dijo al verlos a todos.

-Devuélvenos a Hermione.- Dijo Harry con seguridad.

-Me da que no. Yo y ella tenemos una cuenta pendiente desde Hogwarts, y es hora de saldarla.

-Como te encuentre... Desearás no haber nacido. Como Hermione tenga un solo rasguño te mato.- Dijo Draco alterado.

-Y yo que te iba a proponer algo...- Dijo con burla.

-Habla.- Dijo Harry.

-Esta noche Draco Malfoy en la casa de los gritos a las once. Si faltas ella muere, y me aseguraré de que la veas morir.- Dijo antes de finalizar esa llamada.

-No se atreverá a matarla.- Dijo Ron ganandose las miradas de todos.

-¿A qué te refieres?.- Preguntaron varios a la vez.

-Que no la matará. Es obvio que está enfermizamente enamorado de ella. Seguramente simplemente está despechado porque ella nunca le hizo caso. Pero es seguro que la quiere viva. Es un señuelo para que él vaya y matarlo.- Dijo él obvio. Draco se dio cuenta que tenía razón.

-Tenemos que trazar otro plan. Bueno, lo haremos como hicimos con la mansión. Parecerá que irás solo, pero nosotros estaremos por todos lados.- Dijo George.

-Buena idea George. A ver, todos tendréis las mismas posiciones, solo aplicadlas en la casa de los gritos. Avisad a los que se hayan ido por favor.- Dijo Harry. Todos se pusieron en marcha.

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Ya era la hora. Draco caminaba decidido en dirección a la casa de los gritos aparentemente solo. Aunque todos los demás se encontraban a su alrededor tomando posiciones. Estaba a aproximadamente seis metros de la casa y podía distinguir que había luz en ella.

Luego de aclararse la garganta abrió la puerta de la casa, la cual ya se encontraba entreabierta. Esperando su llegada. Pudo distinguir la voz de Hermione al fondo de la casa, así que sin pausa se dirigió a donde se veía la luz. Oyendo la voz de Hermione cada vez mas alto.

-Déjame, no me toques. Draco te matará.- Decía con rabia.

-No querida, lo haré yo. Para eso le he llamado esta noche.

-Draco no es tonto, igual que todos los aurores que me están buscando y haciendo todo lo posible por salvarme y matarte.

-Lo quieras o no serás mía.- Dijo Leonard.

-Nunca. Me das asco.- Escupió ella. El sonido de la bofetada que Leonard le propinó, sonó haciendo eco en el pasillo.

Draco con furia entró en la habitación sin dudar y le tiró al suelo.

-Ni la mires.- Dijo rabioso. Sin que el se diese cuenta, el hombre se levantó del suelo y le apuntó con su varita.

-¿Quien lo dice? ¿Tú?.- Preguntó con burla.

-Y ella, que es lo más importante.- Contestó de igual manera.

-Dejame advertirte mi mas despreciable rival, que soy muy bueno con los hechizos.

-Y a mi dejame decirte, que soy mucho mejor que tu. ¡Expelliarmus!- Dijo el blondo rápidamente.

-¡Protego!.- Se defendió Downer. 

-¡Impedimenta!- Se protegió el rubio. -Incendio.- Le lanzó varias llamas. 

-¡Protego!.- Volvió a recitar Leonard. 

-¿Sólo sabes protegerte?.- Preguntó Draco con burla. 

-¡Avada Kedavra!.- Escupió con burla. Draco logró esquivar el hechizo por pocos milímetros. 

-Desmaius.- Dijo Draco apuntando a Leonard. Sin embargo, éste no pudo esquivar el hechizo esta vez. Enseguida, Leonard se encontraba tendido en el suelo, mientras que Draco corrió a donde se encontraba Hermione. -Tranquila, ya todo acabó.- Dijo sentándose en el suelo con ella entre sus brazos y abrazándole fuertemente. 

-Draco...- Dijo simplemente en un tenue susurro. 

-Tranquila, todo está bien. Iremos a que un medimago te cure las heridas y volveremos a casa juntos ¿Vale?.- Le dijo besando su cabeza y acariciando su cabello.

-Vale.- Dijo entre hipidos llorando y apretándose fuertemente a él buscando ese calor que había echado tanto de menos. 

-Vamos.- Se fue levantando llevándose a Hermione en el proceso. Pero... Cuando se giró, se llevo una gran sorpresa. 

El cuerpo de Downer ya no se encontraba tirado en el suelo, tal y como él lo había dejado. Es mas, el cuerpo ya no se encontraba ahí. 

¿Dónde se había metido Downer? 

Nadie le había visto desaparecer.