Capítulo 26.

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Hermione estaba siendo tratada en San Mungo mientras los demás esperaban fuera, trazando a la vez un plan para comenzar a buscar a Downer por donde fuese. Draco maquinaba en su mente miles de planes para atrapar a ese asqueroso gusano que le hizo a Hermione tanto daño.Pero sabía que ese hombre era muy listo, quizá demasiado. Y también sabía que el tipo se escondería en un buen lugar durante mucho tiempo... 

Mientras tanto, dentro de la habitación se encontraba Hermione quejándose del dolor que le provocaban las pociones curativas y cicatrizantes. Lanzando de vez en cuando un gritito. Rato mas tarde sus heridas se encontraban prácticamente curadas y cicatrizadas, pero aparte de todo eso se sentía mal. Desde hacía tiempo que sufría grandes mareos y arcadas. Pero no había dicho nada para no alarmar a los demás. Aunque... Quizá este fuera un buen momento. 

Iba a pronunciar las palabras, pero un gran mareo que le hizo impactar contra el suelo, hizo que todas las enfermeras que se encontraban en el lugar, la subiesen alarmadas a la camilla. Mientras que una de ellas salió corriendo de la habitación asustando a todos los que se encontraban fuera. 

-Algo va mal.- Dijo Draco levantándose de la silla en la que llevaba horas sentado y mirando a la puerta de la habitación. Donde sólo se oían pasos desesperados que iban de un lado a otro con preocupación. 

-Lo sé.- Respondió Harry situándose a su lado cuando vio que dos doctores se dirigían a la habitación. 

Luego de un rápido chequeo, los medimagos decidieron hacerle unas pruebas para saber con certeza que era lo que le pasaba a la castaña. Así que presurosos, sacaron rápidamente a la chica de la habitación. Los demás comenzaron a seguir a la camilla que era arrastrada por los dos doctores y por varias de las enfermeras. Intentando adivinar que era lo que le pasaba a la chica. Aunque... nadie les decía nada del estado de ella. 

-Díganos que demonios pasa.- Dijo el blondo exaltado sin poder seguir mas con ese misterio. 

-La señorita Granger se encuentra mal, vamos a llevarlas a hacerle unas pruebas rápidas para saber porque se encuentra así. No podemos decirles con certeza el motivo exacto de su estado. Lo único que pueden hacer es esperar.- Dijo simplemente el medimago antes de entrar a la sala de pruebas en la que metieron enseguida a la chica. 

Draco, sólo pudo ponerse mas nervioso de lo que estaba anteriormente. Las palabras del medimago, en vez de tranquilizarle, lo que hicieron fue ponerle mas alerta. Estuvo al menos una hora de aquí para allá sin sentarse apenas 10 segundos. Algunos intentaron tranquilizarle o al menos animarle a que se sentara un poco. Pero el no daba su brazo a torcer, casi no les prestaba atención. 

Tras... Aproximadamente cuatro horas en donde no pararon de hacerle muchas pruebas a la castaña, salió un medimago de la habitación y se dirigía específicamente a donde se encontraba el blondo. Quién le miraba con mucha atención. 

-Bien señores, ya tenemos los resultados de las pruebas que se le han realizado a la señorita Granger y ya sabemos el motivo de su malestar. Me temo que es algo que solo le corresponde saber a el señor Malfoy quien le ingresó y el cual es su actual pareja. Ya luego depende de el decirles o no. 

-Pues... Está bien.- Dijo el un poco extrañado y comenzó a andar detrás del doctor que se paró en un sitio lo considerablemente lejos de los demás. 

-Bien... No sé exactamente como se tomará esto señor Malfoy.- Dijo pensativo el doctor. 

-Dígame.- Dijo Draco ansioso con ganas de saber que le pasaba a su castaña. 

-Ella se ha encontrado mal estos últimos días porque está en estado de gestación.- Dijo él rapidamente. 

-¿Me está queriendo decir que está... embarazada?- Preguntó sorprendido apoyándose en la pared de la sorpresa. 

My Guardian AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora