Capítulo 4

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Hermione se levantó cuando un rayo de sol se posó justo en su ojo. Recordó que era el día que iría a buscar a sus padres a Cambridge. Y también recordó que volvería a ver a Draco. Enseguida se levantó y se fue a bañar sin saber porque sentía esa urgencia de ver al rubio. Se puso unos vaqueros ajustados, unos botines de color negro y un jersey también de color negro y Bajó a desayunar, su sorpresa fue al ver que no era la primera en despertar, todos se encontraban allí, incluido un rubio que al verla tan bonita sonrió.

– ¿Pero qué hora es? – Preguntó ella extrañada buscando un reloj.

– Oh, Hermione. No te quisimos despertar aún, como desde hace tiempo no dormías tan bien como anoche no quisimos despertarte, lo necesitabas. Y más para lo que hoy pueda pasar. – Dijo Molly maternalmente

– Oh, muchas gracias. Buenos días chicos. – Les dijo a todos.

– Buenos días Herms. – Respondieron al unísono.

– Buenos días Draco. – Le dijo ella tocándole el hombro cuando pasó por allí para beber agua.

– Buenos días Hermione. – Respondió sonriéndole. Todos los miraron extrañados, ¿Desde cuándo tenían una relación así?, se habían comenzado a hablar ayer... ¿Cómo se habían hecho tan amigos de repente? Nadie lo sabía.

Cuando todos habían terminado de hacer lo que debían, se pusieron en el jardín, tocaron un translador en forma de un libro viejo que había conseguido el señor Weasley gracias a su trabajo en el ministerio y se aparecieron en una calle desierta y oscura. Pero los señores Weasley no viajarían con ellos.

Cuando salieron había mucho bullicio en la calle, parecía que celebraban algo. Iban con muchos carteles que dejaban más que implícito que eran las fiestas de Cambridge. Cuando consiguieron salir del gran montón de gente fueron a una calle que no estaba tan transitada y Hermione fue a preguntarle a alguien la calle.

– Disculpe, ¿sabe dónde se encuentra esta calle?- Preguntó educadamente Hermione mientras le enseñaba a una mujer el papel de la dirección.

– Oh, eso está en la parte del pueblo. – Dijo la mujer mayor sonriendo.

– ¿Sabría decirme como llegar al pueblo? Por favor. – Dijo la castaña.

– Claro que si mi niña. Tienes que seguir toda la calle horizontal hasta el fondo, verás un camino de tierra y tendrás que subir por él, el camino te llevará directamente al pueblo. – Dijo la mujer haciéndole señas con las manos.

– Muchas gracias señora. – Dijo Hermione siguiendo las instrucciones de la señora mientras los demás le perseguían.

– ¿Que te ha dicho? – Le preguntó Draco.

– tendremos que caminar por la calle horizontal, cuando estemos en el final veremos un camino, pues hay que subir por él. – Le explicó la castaña.

– Oh de acuerdo. ¿Y qué harás cuando los encuentres? – Preguntó el rubio. Todos les seguían, pero estaban bastante más atrás cuchicheando entre ellos sobre el rubio y la castaña.

– He estado mucho tiempo investigando sobre como devolver recuerdos, y encontré un hechizo, muy sencillo de hecho. - Dijo ella.

– Pues ya sabes, si necesitas ayuda en algo me lo dices. – Dijo el colocándole una mano en el hombro en señal de apoyo.

– Gracias Draco. – Le sonrió ella para después darle un rápido beso en la mejilla. Un beso que sorprendió a todos los que allí se encontraban, incluso a un rubio que se contenía para no ponerse rojo. El que si estaba rojo era Ron, que estaba que moría de celos y rabia.

My Guardian AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora