Ups... Lo siento, ha sido sin queriendo.

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Nico POV:

- ¿Qué quieres hacer ahora? ¿Quieres decírselo a alguien? - estoy muy preocupado, pero la furia me impide pensar con claridad. Esto no va a quedar así.

Ella me mira un momento antes de responder. El cardenal de su mejilla está aún peor, y se ha hinchado un poco. Tiene los ojos rojos y la voz ronca. Está preciosa.

- Hay que decírselo al menos a Jason, porque con él no tengo secretos. De todas formas todos van a querer saberlo cuando vean el moratón. - exclama con un suspiro resignado.

Ya está mucho mejor, creo que al menos ya no se siente tan triste. Pero cuando la tristeza se disipa, suele dar lugar a la furia, y no creo que eso le convenga ahora.

- ¿Cuando?

Ella me entiende.

- ¿Ahora? - pregunta con voz insegura - No creo que pueda aguantar mas tiempo lamentándome de mi misma entre cuatro paredes. Y tengo hambre. - dice con una sonrisita de burla.

Doy un respingo. No me esperaba para nada esa respuesta. Acaba de pasar por un suceso traumático, y se le ocurre hacer un chiste. Bueno, es lo mismo que hizo en el apartamento, cuando estaba herida. Empiezo a ver una conexión entre los dos sucesos.

Pero en lugar de expresarle mis preocupaciones, le sonrío y le respondo.

- Ya me extrañaba a mi que se te hubiera olvidado el desayuno - digo mientras le hago cosquillas en la barriga.

Ella se retuerce de risa, y yo me uno a sus carcajadas, porque me impresiona que sea capaz de reír después de lo de anoche. Pero aún así hay algo que me preocupa. No voy a ser capaz de controlarme si veo a ese idiota por el campamento. Espero por su bien que hoy no salga.

Cuando nos calmamos un poco, le ofrezco la mano.

- ¿Vamos?

Ella asiente.

Cuando estamos en frente de la cabaña de Zeus, Sophie se pone nerviosa. Pero simplemente le aprieto la mano, es ahora o nunca.

Entro sin más, seguramente Jason estará dormido.

Sorpresa, sorpresa. No está dormido.

- Anda, hola Sophie, acabo de llegar, ¿no habrás...?- se interrumpe cuando la mira - ¿Estás bien? ¿Que te ha pasado?

Se acerca a ella y la examina, yo no suelto su mano.

- ¿Has sido tú? - me pregunta iracundo, esta, literalmente echando chispas.

- ¿Que? ¡No! Yo nunca le haría daño - le respondo a la defensiva.

Jason se dirije a ella.

- No tienes que protegerlo Sophie, si te ...

- No ha sido él - dice Sophie muy convencida.

Jason se tranquiliza un poco, pero sigue cabreado. Casi tanto como yo.

- La verdad es que anoche... - empieza a temblar, y yo no quiero que vuelva a pasar por eso, así que le susurro que me ocuparé yo, y ella asiente agradecida y sale de la cabaña.

- ¿Qué mierdas pasa? ¿Por qué se va?

Yo le lanzo una mirada asesina, pero él ni se inmuta. Valiente.

Para cuando he terminado de contar la historia, Jason se ha desplomado en su cama. Y ha lanzado un par de rayos aquí y allá. Y está casi tan furioso como yo. Casi.

- Hay que matarlo - dice simplemente.

- Sí- concuerdo yo.

- Dioses, ha sido por mi culpa. Si yo hubiera estado aquí nada de esto habría pasado. - esconde la cabeza entre las manos.

Before the after... (Nico di Angelo) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora