Narra Aida:
-¿Como que se va a acabar? -Dijo Maria extrañada.
-Ya te lo contare, ahora arregla esto con Jesús. -Dije abriendo la puerta de la habitación.
-Pff... Vale... Le voy a pedir explicaciones. -Dijo poniéndose sus superstars.
-Y dile a Dani que se venga anda. -Dije cogiendo el móvil.
-¡¿Ah, que no vienes conmigo?! -Dijo.
-Mm... no. Haha. -Dije con cara de evidencia.
-Ah, pues entonces no voy ts. Dijo tirándose a la cama.
-Vale... va... te acompaño... -Dije en tono de pesada.
Salimos de casa, y fuimos al la de al lado, la de los Oviedo. Llamamos al timbre y apareció Dani, entre primero yo, le di un beso y después entró mi hermana. Ella fué al salón, donde estaba Jesús. Dani y yo fuimos al jardín.
Narra Maria:
-¿Porque lo hiciste? ¿No decías que la odiabas? -Dije triste.
-Maria, lo viste con tus propios ojos, vino y me besó.
-¡Pero tu se lo seguiste! ¡¿Porque?! ¡Dímelo! -Dije furiosa.
-Pues, recordé que eras tú... -Dijo cabizbajo.
-Pf... Aida dice que esto se termina... Pero no lo entiendo... -Dije mirándole a los ojos.
-Pues si se acaba... -No terminó la frase y nuestros labios estaban pegados, estaban juntos los dos, como si el mundo se acabara, era como si uno no pudiera sobrevivir sin el otro.
-Te quiero mucho, no quiero que esto se termine. -Dije sollozando y mirándole a los ojos.
Narra Aida:
-Necesito besarte, esto se acaba. -Dije triste.
-¿Como que se acaba? Me tendrás siempre. -Dijo acariciándome la mejilla.
-Ojalá fuera así. Pff... -Dije empezando a llorar y abrazándole.
En ese mismo momento entraron por la puerta Jesús y Maria.
-¿Que pasa? -Dijeron los dos sorprendidos.
-Que esto ya se termina. -Dije volviendo a llorar.
-¡Pero el que! No lo entiendo. -Dijo Maria.
-¡Que todo esto es un sueño! ¡Esto es lo que nosotras querríamos! ¡Son nuestros idolos, nuestro amor platónico! -Dije estallando a lagrimas.
-¡¿Pero que dices?! -Dijeron ellos.
-Si es así... Aprovecho y no te dejo ir. -Dijo Maria besando a Jesús.
-He dicho que siempre iba a estar contigo y así será. -Dijo Dani cogiéndome de la mano. Seguidamente le saqué una sonrisa y nos besamos.
Nos abrazamos todos, yo llorando y todos abrazados como si fuéramos una piña.
De repente viene una luz a mi cara, abro los ojos y me encuentro en mi cama y al lado mi hermana que también se había despertado a la misma vez que yo. Nos miramos.
-Te lo dije... -Dije triste.
-Pff... ¿Porque no puede ser así mi vida? -Dijo triste.
Nos levantamos de la cama y mi hermana me dijo que tenia una pulsera que no la llevaba nunca y que no era mía. Miré mi muñeca, y ahí estaba, la pulsera que me regaló Dani en mi sueño. Me prometió que siempre estaría conmigo y así es. Mi hermana llevaba un collar como el de el sueño, igualito.
-Mira tu cuello... -Dije sorprendida.
-Dios, como puede ser... -Dijo sorprendida.
Entonces nos abrazamos y recordamos exactamente nuestro último abrazo con ellos, nuestro abrazo de piña. Nuestra única verdad.
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¡Hola! Aquí se termina nuestra novela. ¡Esperamos que os haya gustado!
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-A&M.