Capítulo 2

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Harry por alguna razón no dejaba de pensar en que él y Alessa nunca habían pasado más de diez minutos sin pelearse y que ciertamente, extrañaba esa niña con la que había crecido. También pensaba en la necesidad de sexo que su cuerpo imploraba a gritos y que su novia no le daba a manera de castigo, sin embargo empezó a agradecer esa necesidad; Al salir del baño, se vistió con una camiseta gris con una camisa encima de cuadros azules y negros la cual dejó abierta y enrolló sus mangas hasta los codos. Procedió con vaqueros negros un tanto ajustados y literalmente se bañó de perfume masculino. Antes de salir de la habitación, alborotó su cabello con sus dedos y acabó de salir esperando que su hermana estuviese lista, pero como era de esperarlo, no lo estaba.

«¿Por qué las chicas siempre se tardan? Demonios.»

—¿Hablando solo hermano?

Harry se volteó viendo a Alessa bajar las escaleras y esa extraña sensación dentro de su organismo volvía. Estaba básicamente petrificado en el sofá viendo como el retraso, había valido la pena.

Ella llevaba un lindo vestido negro ceñido a cuerpo hasta la rodilla con un gran escote en V en su espalda, zapatillas no tan altas, su cabello largo y ondulado descansado sobre su piel desnuda, y su infaltable cadena de plata con su crucifijo descansado en su pecho igual al de Harry.

—No. Yo solo.. quiero decir..—vaciló—. ¡Te has tardado una eternidad!—bufó exhaustivamente de esperar.

Él se levantó, tomó las llaves del auto y partieron a la primera fiesta del verano.

La casa del mejor amigo de Harry quedaba a unas seis calles de la de los Styles, pero para Harry no había nada más genial que llegar a una de las fiestas del año en el Range Rover negro que su padre le había obsequiado cuando cumplió dieciséis, sumándose así a una de las infinitas razones por la cual Alessa odiaba a Harry puesto que, en pocos meses ella cumpliría dieciséis y no veía señales de un auto propio.

—¿Crees que mamá y papá tengan el mínimo detalle de traernos algo?—preguntó Alessa, rompiendo el incómodo silencio.
—No lo sé. Deberían, no es justo que se hayan ido en un viaje millonario a las Bahamas sin nosotros. Porque eso es un dineral. Voy a empezar a creer que somos millonarios y que no nos lo dicen para que los humos no se nos vayan a la cabeza.—contestó irónicamente.
—Juro que aún no supero el hecho de que realmente se fueron de vacaciones tanto tiempo y nos dejaron solos.
—Alessa, que se vayan por tres meses no es nada. Siempre, siempre, hemos estado a la deriva. Sin ellos, es algo descabellado que nos dejaran solos tanto tiempo. Sin embargo, para ellos es normal.—harry dijo, con una sonrisa sarcástica al final.

Harry aparcó junto a la gran casa de Louis donde habían personas por donde mirasen. En el jardín, la acera,  los balcones, las ventanas y adentro seguramente una cantidad más extensa. Y es que así eran las fiestas de Louis Tomlinson, o era todo o nada, y asi solían ser las que daban también Liam Payne y los hermanos Styles cada verano, otoño o invierno. Los cuatro tenían una meta y propósito en común el cual era disfrutar la juventud, y su último año de secundaria pues eso solo sucedía una vez.

Alessa se quitó el cinturón y estaba a punto de quitarle el seguro a la puerta cuando Harry la retuvo y volvió a trancar la puerta de su lado. Alessa lo miró desconcertada mientras él solo la miraba con el ceño fruncido y aires de suficiencia.

—¿Trajiste alguna chaqueta?— le preguntó, con la voz áspera y grave que tenía. Ella negó con la cabeza—. ¿Piensas bajarte así?
—¿Qué tiene de malo Harry?—le preguntó ella, sintiendo su sangre empezar a hervir.
—¿Qué tiene?—hizo eco—. La única parte que tapa tu vestido atrás es tu culo y sin embargo.—dijo, en su mismo tono.
—¿Y acaso es un pecado que se me vea un poco la espalda? ¿De cuando acá te importa como me vista o no?—le replicó, enojada.

(AU) Reckless Behavior: Badass Angel. |Harry Styles|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora