(AU) Reckless Behavior: Badass Angel. |Harry Styles|

Capítulo 5

-Yo lo siento, pero me llevo a ésta chica.-dijo, abrazandola desde atrás muerto de risas.
-Me cuidas a Calleigh.-le advirtio Alessa.
-Siempre lo hago Aly.-le contestó Liam, llevándose a su chica de casa de Kenzie.
-Voy a cambiarme vuelvo en un momento.-dijo Kenzie, dejando a Niall y Alessa solos.

A pesar de que tenían buena química, Alessa se empezaba a sentir mal porque estaba haciendo sentir atracción a Niall sin un propósito específico. En su mente viajaban las palabras y los tratos de Harry invadiendo cada espacio de su cuerpo cuando no había el más mínimo espacio en su mente ocupado por Carter. Pero ella debía divertirse y de no ser por los shots que Kenzie había preparado cuando habian llegado del centro comercial, ella estuviese hablando amenamente con Niall en vez de provocarlo aprovechándose que no era muy bueno controlando la bebida.

-Tu acento es lindo.-le dijo Alessa a Niall, con un toque de seducción. Niall se carcajeo.
-Toda tu es linda.-le confesó. Alessa rió pues el efecto de unos cuatro shots habían hecho de Niall un chico muy sincero.

Niall se acercó poco a poco a Alessa casi quedando encima de ella sobre el sofá de Kenzie y no dejaba de reírse minuciosamente cuando intentaba  besarla, pero el paso lo dio ella atrayendo la boca del rubio a la suya para explorarla lentamente sin preocuparse por si tenía novio o no. Si Harry estaba o no.

Niall besó sus labios y empezó a deslizarlos  hasta donde le cubría la blusa en el pecho, tal vez dejándole un par de marcas rosadas por tal acto. 

Ambos escucharon la puerta de la habitación de Kenzie cerrarse de un solo golpe que se propagó por toda la casa lo que hizo que  volvieran a sus antiguas posiciones muertos de risa. Claro estaba que Alessa estaba lúcida y solo lo había hecho por ponerle diversión al domingo mientras que Niall lo había hecho por pasarse de shots y dejarse influenciar por la mala conducta que ella llevaba por dentro.

-Tengo que irme a casa.-soltó Alessa, haciendo como si nada pasara. Kenzie la asfixio con un abrazo como de costumbre.
-Te acompaño a tu casa, ¿Puedo?-interrumpió Niall. Ambas se observaron reprimiendo risas.
-Deberías dormir Niall, lo necesitas.-le dijo Kenzie.
-No te preocupes, puedo irme sola. Los veo luego.-dijo Alessa despreocupada.-Te amo.-le dijo a su mejor amiga.
-Te amo más.-le contestó Kenzie, y cerró la puerta detrás ella.

Alessa tenía muchas cosas que poner en orden empezando por la necesidad sexual que su cuerpo comenzaba a pedir a gritos, y que no por haber tenido sexo una vez podía tenerlo con el primer imbécil que se le cruzara. Sin embargo,  su preocupación principal era Harry en todos los sentidos y escenarios posibles.

Ella quería estar nuevamente con él luego de aquél encuentro repentino en el centro comercial, eso no lo podía negar.

Porque lo difícil y lo prohibido le atraía.

El saber que estaba mal pensar en Harry de la manera en que lo estaba haciendo últimamente,  le hacía explotar esa mala conducta interna que quería acabar con el rastro de  "Harry su hermano", o por su defecto su hermanastro.

Pero algo que ella no compartía era que sabía perfectamente que él  la estaba utilizando para sus fines placenteros, para satisfacerse aunque ella recibiera también su recompensa y que desde un principio había sido asi, pero de igual manera para Alessa eso no era un motivo de gran magnitud para renunciar al trato que al parecer no tenía fecha de caducidad. No por ahora.

Alessa llegó a la puerta de su casa y temía ver a Harry por alguna razón. Tal vez era porque ya nada iba a ser lo mismo entre ambos, o porque tenía miedo de que se estuviera metiendo en un laberinto sin salida.

"¡Demonios sal de mi cabeza Styles!"

Suspiró, eludió sus pensamientos y sacó las llaves de su bolso. Las introdujo en el cerrojo haciendo rechinar la puerta de la casa Styles. Ella entró sin hacer el mas mínimo silencio pues ese no era su fuerte y le encantaba hacer enojar a Harry, lanzó sus llaves y su bolso en uno de los sofás. Al entrar notó  la sala y la cocina como mismo la había dejado cuando salió, sin nada fuera de su lugar. Se preguntó si Harry había decidido irse de farra lo que le vendría como anillo al dedo pues quería estar un rato sin él.