(AU) Reckless Behavior: Badass Angel. |Harry Styles|

Capítulo 10

«I'm selfish, I know
But I don't ever want to see you with him
I told you, but I know you never listen»

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Solía ser neutro encontrarse con esa situación desde aquel día pero ya habían pasado seis semanas desde que Harry ni si quiera tocaba a Alessa y todo había vuelto a ser rutinario, ellos apenas se hablaban, apenas se veían incluso viviendo bajo el mismo techo. Alessa había decidido por su propio bien que debía alejarse de su odioso Harry porque el verano acababa y sus padres volverían pronto, la única diferencia de ese fin de semana era que el cumpleaños número dieciséis de Alessa se hacía presente y Harry quería hacer algo relativamente lindo por ella luego de años en  constante pelea y odio por partes iguales.

Harry se levantó temprano, se vistió con una camiseta blanca y sus vaqueros negros, como un gato sigiloso abrió la puerta de la habitación de ella y la cerró con el mismo silencio.

Ahí estaba ella, dormida extrañamente boca arriba con todo su cabello raramente acomodado alrededor de su cabeza, Harry por un instante pensó que se veía adorable. Quitó el cobertor del lado derecho de la cama y se metió abrazándola  disfrutando plenamente el calor de su cuerpo, su olor y el que no estuviese forcejeando por safarse, él inhaló su cabello contra su cara una y otra vez mientras sus brazos rodeaban esa cintura que para ser honesto consigo mismo, él admiraba. Alessa se movió un poco abriendo los ojos, sabía que no podía ser nadie que su odioso Harry siendo imprudente una vez mas quien la abrazaba cálidamente, acto que en secreto disfrutaba.  Decidió no pelear por la buena vibra que debía mantener el día de su cumpleaños y  dejó ser abrazada por él.

-Impulsivamente hago muchas cosas sin pensar y tal vez ésta sea una de ellas pasa que, no puedo dejar pasar que cumplas los tan esperados dieciséis y como es un ritual para nosotros, te vas a levantar, te ducharás mientras hago un poco de cereal, empacarás, bajarás y nos iremos con los chicos a celebrar tu cumpleaños número diciséis en la casa de la playa.-le susurró Harry, en el oído. Ella sonrió para si misma.
-Harry no.. Demonios hablas demasiado. Cállate ya.-dijo, contra la almohada. Harry sonrió.
- Y ni yo, ni ninguno de los chicos acepta un no por respuesta.
-Harry..-intentó decir volteandose.

Se encontró con la mirada y sonrisa más perfecta que había visto en su vida. Sintió su corazón acelerarse un poco, Harry la atrajo más hacia él dándole un abrazo cálido y se separó un poco para admirar los ojos cafés corrientes que él encontraba maravillosos.

-Feliz cumpleaños Aly.-le regaló un beso en la frente. Alessa sintió la sangre de sus venas recorrerle el cuerpo con rapidez.
-Tan imprudente como siempre Harry. ¿Te han dicho que es de mala educación colarse en habitaciones ajenas sin permiso?
-Mmmm.. Contigo me provoca ser imprudente la mayoría de las veces-le devolvió, en un susurro. Ella sintió sus mejillas colorarse.
-Te ves linda así. Pareces un tomatito.

Harry podía colarse en tu alma y en tus pensamientos como una sigilosa y meticulosa serpiente. Se podía adentrar sin que notaras el tal peligro que corrías hasta que te mordía inyectandose así su veneno. Un veneno fuerte y cegador, quitándote el último aliento, causante de alucinaciones buenas o malas y asegurándose de ser alguien inolvidable para ti. Causante de un dolor agonizante o por su defecto el causante de una gran y profunda pasión que hacía las terminaciones de cualquiera temblar, la respiración agitar y un corazon detener de quererlo así.

Un Dios en la tierra.

Con unos ojos fuertemente hipnotizantes verdes como las esmeraldas, brillantes y risueños cuando intentaba persuadirte.

Pero sombríos y anhelantes al momento de atacar.

Alessa poco a poco sin darse cuenta estaba cayendo en una persuasión profunda, en un juego tan adentrado que al final del camino ella podía decidir que ver. Si quería ver luz o si quería ver un profundo e infinito abismo, sabía que desde aquella oración todo estaba mal. Que era un error, que era algo prohibido y fuera de lugar. Pero todo eso le gustaba, le atraía, le enamoraba.