(AU) Reckless Behavior: Badass Angel. |Harry Styles|

Capítulo 4

-¡Aly!-exclamó Calleigh, envolviéndola en un abrazo. Alessa rió y se soltó de su amiga por falta de aire.
-Kenzie aún no baja.-dijo,con pesadez.- estaba terminado de arreglarse desde hace media hora.

La humilde morada de Kenzie se encontraba muy cerca de la de Louis, así que Alessa había optado por caminar seis calles arriba un domingo en la tarde aprovechando que los padres de Kenzie quienes eran conocidos por ser expertos en áreas diseño de interiores, estaban fuera por un congreso en el estado de Texas, Estados Unidos.

Alessa comenzó a subir las escaleras en silencio con la única intención de asustar a su mejor amiga, al acercarse se percató que la puerta de la habitación de Kenzie estaba un poco abierta por lo que no tuvo dificultad para entrar sin que se diera cuenta, sin embargo Alessa reprimió un grito en su garganta al ver a Kenzie con un cigarrillo en sus dedos, fumandolo junto a la ventana.

-¡Mackenzie!- le gritó, furiosa. Kenzie le dio una última calada al cigarrillo y lo botó por la ventana como si nada. Como si Alessa fuese invisible.
-Hola Aly.-le dijo, caminado alrededor de su cama.
-¿Hola? ¿En serio?- dijo Alessa, incrédula y molesta.-¿Por qué vuelves a hacerlo? Pensé que le habías prometido a Louis que no lo harías más.-le reclamó, siguiéndola.
-Ay por Dios.. Tu eres la divertida, lo de mamá es trabajo de Calleigh. Además, Carter te prometió lo mismo y él mismo me los suministra. ¿Cómo lo explicas Aly?-dijo, serena. Se calzó un par de zapatillas y sacudió sus leggings.
-Carter es diferente.-dijo Alessa, de pronto aturdida por escuchar su nombre.
-Sí sí..-dijo, poniendo los ojos en blanco.- solo necesitaba uno, perdóname.
-Como sea.

En una ordenada planta baja, una morena y un rubio esperaban por la presencia de ambas. Calleigh y Niall, ambos de brazos cruzados y expresiones exhaustivas.

-¡Hola Aly!-dijo Niall, con su raro acento que Alessa no había notado ls noche anterior.
-Niall..-contestó Alessa, amablemente. Calleigh seguía viéndolas de manera amonestadora.
-¿Qué quieres Calleigh?-escupió Kenzie, al ver su cara.
-Sé lo que estabas haciendo, las paredes de tu casa no son de papel.-dijo, serena. A veces Calleigh cuidaba más de Alessa y Kenzie de lo que sus madres probablemente harían.
-Bueno.. Si escuchaste, pudiste entender que era el último y que además lo tenía desde hace meses.-se defendió. Ella se abrió paso entre Calleigh y abrió la puerta principal.
-Andando, nos espera el bus. Llaves decomisadas.

Los cuatro habían esperado casi media hora el bus en la parada más cercana y extrañamente (probablemente por ser domingo), estuvo vacío. Se suponía que era única y exclusivamente una tarde de chicas y que así sucediera el apocalipsis esa regla nunca se rompería, pero tenían que incorporar a Niall en su círculo social. Mientras en el centro comercial ellos hacían de las suyas, Harry también. Solo que Harry intentaba llevarse a la cama a Stacey sin ser rechazado una tercera vez en el mismo día, y había funcionado. Harry Styles había logrado hacerse de sus encantos y zafarse del castigo que su novia le había impuesto.

-¿Te costaba tanto hacer esto anoche?-le dijo Harry, abotonandose su camisa. Stacey bufó y recogió su cabello en una coleta alta.
-Soy tu novia, no un centro de beneficencia sexual. Además estaba enojada.
-Y yo necesitado.
-Estuve a punto de acceder pero te fuiste con tu hermazorrita a rastras.-dijo, con acidez.

De repente Harry se sintió aturdido por escuchar el nombre de Alessa, y se dio cuenta que acabando de estar una vez más con Stacey, él no había sentido lo mismo. Comparó ambas situaciones y notó que con Alessa había experimentado algo que diferente y con Stacey, nada.

-Tengo que irme. Tengo que hacer unas cosas.-dijo él, peinando su cabello. Se acercó a ella y le dio un beso fugaz en la mejilla.
-Mañana mi papá tiene un evento de caridad en el centro. Es a las nueve, te quiero aquí a esa hora.
-De acuerdo, dijo con desdén y se fue.