Capítulo 10.‒La batalla de Shiryu comienza

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Saori y Sango siguen intentando que el hielo no se derrita, pero Sango al no saber controlar al cien por ciento su cosmos, su energía va disminuyendo y Saori se percata de ello

Saori: Sango aún no controlas tu cosmos y no puedo arriesgar a mi mejor amiga‒

Sango: pero Saori...‒ niega con la cabeza‒ de ninguna manera te dejare sola prometí ayudarte, que tipo de diosa seria si te dejara el destino de la tierra a ti sola. ¡Ah!‒ cae al suelo de rodillas tocando su pecho por el dolor

Saori: ‒observa a su amiga preocupada pero sin disminuir su cosmos, se coloca a su altura‒ vez lo que te digo, será mejor que descanses.‒

Sango: ¡¡No!! No sería justo que yo me quedara de brazos cruzados mientras mi hermano, Shun y los demás se esfuerzan por salvar la tierra.‒ menciona con una expresión gélida‒al igual que tú prometí cuidar la tierra‒

Saori: eres terca. Está bien pero no eleves mucho tu cosmos, tu cuerpo está algo frio. Ten cuidado, recuerda lo que te dijo tu caballero‒

Sango: tsk...de acuerdo, de acuerdo tu ganas, sigamos- se levanta y eleva su cosmos

Saori:...‒ solo suspira

Fler: la señorita Sango, está sufriendo es comprensible ya que este lugar está a altas temperaturas. Solo espero que logre resistir lo suficiente, si mi hermana Hilda comprendiera.‒ lo dice con un tono de voz triste observando la escena

Kiki: tiene razón señorita Fler, pero sé que ambas son muy fuertes. Tenga fe en ellas‒ le sonríe

Fler: ‒asiente con una sonrisa‒ sí. Tienes razón

Mientras tanto por otro lado los caballeros de bronce siguen avanzando.

Shiryu: *Qué extraño siento que he estado caminando en círculos*‒ observando a su alrededor, una avalancha cae en dirección a él pero logra alejarse lo suficiente y mantenerse a salvó‒ *cielos no tengo tiempo que perder*

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‒En Palacio Valhalla‒

Uno de los caballeros de Hilda se acerca a Siegfried

¿?: Thol fue vencido señor Siegfried‒

Siegfried: ¿Thol fue vencido? ¿Estás seguro Alberich?‒

Alberich: si fue derrotado por el caballero Pegaso

Siegfried: es un torpe ese Thol subestimo al chico‒

Alberich: tal parece que ellos se han separado y se dirigen aquí al palacio Valhalla

Siegfried: ¿Cómo dices? Pero como se atreven

Hilda: Siegfried.‒ el nombrado dirige su mirada a Hilda‒ ¿Qué sucede?‒

Siegfried: Ha. Es demasiado trivial para que te interese‒

Hilda: dejare todo en tus manos. No creo que debas preocuparte por sujetos como los caballeros de Athena

Siegfried: sí. No necesito que nadie me ayude y como entrenamiento a los dioses guerreros coloque en posición a Phenril‒ ambos caballeros se dirigen una sonrisa con malicia‒ y por supuesto a los otros Dioses

Hilda: Ja. Para la puesta de sol la vida de Athena y Afrodita se abran agotado, sería muy triste que tuvieran que morir tan solas. Que misericordiosa soy. Siegfried tienes libertad de acción ‒ríe‒ mientras tanto pongámosle más emoción a esto, que tal una prueba a esa diosa afrodita, veamos qué tan fuerte es, si se deja llevar por una ilusión y logra salir de ella o aún mejor muere en el intento‒

La hermana de ShiryuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora