Parte 2.‒El anhelo de volverte a ver

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(Aclaraciones: habrá un pequeño cambio en la personalidad de Liz. La pareja de Seiya en esta historia. La personalidad descrita en el personaje será tomada de Midori. Personaje que participo en la historia romance de Hyoga. En cuanto a los demás personajes serán los mismos.)

Era una tarde en la que el aumento lento y progresivo de las temperaturas conforme avanzan las semanas. La razón, la estación del año. La primavera, había dado inicio. Las hojas y flores de los árboles de hoja caducifolia vuelven a crecer de manera gradual, dando colorido de nuevo al paisaje del invierno.

La primavera era conocida por ser referida a las ideas del renacimiento, el rejuvenecimiento, la renovación, la resurrección y el nuevo crecimiento. La primavera ofrecía el hermoso color vivaz de las plantas, la gran cantidad de pájaros, el aumento del brillo del sol y los días más largos.

Al menos en el último punto, cierto peli-castaño se encontraba totalmente de acuerdo. Los días eran cada vez más largos desde que tomó la decisión de buscar a la persona que había dejado de ver desde hace años. De la cual separaron a la fuerza y sin ninguna consideración. ¿Alguna vez existió el remordimiento en Mitsumasa Kido? ¿Alguna vez su conciencia no le dijo que hacia bien y mal? Al parecer no. La respuesta era clara al no tener a su hermana mayor junto a él. El sueño de volverla a ver, rondaba cada noche. Los recuerdos de su separación comenzaban desde hace días. Una de las razones, estaba a semanas de llegar al preciso día en el que alejaron a ambos hermanos.

Llevaba días sin conciliar el sueño. La segunda razón, su esposa e hijo no se encontraban con él y no había forma de distraerlo de algún otro pensamiento que no fuese encontrar a Seika. Decisión que el tomo, si tenía que llevar acabo un viaje de búsqueda no podría arriesgar el bienestar de su ahora familia.

Caminaba entre las calles de cada pueblo al que visitaba. Algunos incluso le eran extrañamente familiar. En algún momento de su infancia habría recorrido esos lugares ¿Quizá? Era una locura siquiera pensarlo. Provocándole una carcajada para sí mismo.

Desde que llego del lugar de entrenamiento en Grecia. Llevaba a cabo esta misión inconclusa. Mayormente por cuestiones de batalla pero ahora. Tenía una familia por la cual ver. En ocasiones llego a haber corrido con la misma suerte que su amigo Shiryu. De no ser por el acontecimiento de esa noche, hubiesen encontrado a ambas chicas en el mismo lugar. Pero ¿Acaso existía manera de cambiar lo sucedido? Tal vez. Un viaje en el tiempo no sonaba tan mal. Aun así corría el riesgo de separar a Shiryu de Sango y no era algo que deseara ver. Uno de sus amigos destrozado por el simple hecho de no encontrar a su hermana menor. Sumado a eso, la posibilidad de que Shun nunca conociera a la chica. Un escalofrió recorrió su espina dorsal. Definitivamente no era buena idea.

Seiya: ‒levando sus manos a la cabeza mientras niega ante tal idea‒ no definitivamente no funcionaría así.‒ observando el cielo‒ ¿Qué debo hacer ahora?‒se encontraba tan ensimismado hasta sentir unos tirones en su camisa‒ oiga que...‒encontrándose con la mirada del responsable‒

¿?: Hola‒sonreía la infante‒

Seiya: Hola pequeña‒arrodillándose a su altura‒ ¿Cómo te llamas? Dime ¿Estas perdida? Será mejor llevarte con tus padres‒ tomando su mano

¿?: No estoy perdida‒haciendo mohín‒ vengo con mi hermana. Esta por allá‒señalando a una chica en específico‒

Seiya: oh bien entonces vamos a decirle en donde te encuentras. No vaya a ser que se preocupe al no encontrarte‒sonríe‒

El peli-castaño se acerca con la niña aun tomándole la mano. Plantándose frente a la chica que parecía estar buscando a alguien con preocupación. Encontrándola al lado del caballero de Pegaso.

La hermana de ShiryuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora