Me levanté esa mañana y me asuste al ver la hora.
Apurada, me bañé y me vestí. Cuando sali del baño vi que las chicas se habían ido sin mi. Me enojé y me desespere.
Estaba por salir de la cabaña cuando recordé que estaba castigada.
Hice todo ese esfuerzo sin razón.
-Maldición. ¿En serio me levante de la cama para a nada?
Fui al baño y me arregle sabiendo que me vería con Noah. Obviamente me arregle porque no debería hacer las actividades...no por que no queria que Noah me viera hecha un desastre, no.
Luego de maquillarme y cambiarme por una ropa más linda sentí los toques en la ventana que me indicaban que me habían ido a buscar.
-Hola-me saludo con una gran sonrisa. ¡Que linda sonrisa tenía! Realmente es muy guapo...¿En serio dije eso?
-Hola. ¿Nos vamos?
-Si pero intenta no caer sobre mi esta vez.
-Esta bien.- y caí con gracia al suelo. Ok, no. Cai de trasero pero no cai sobre el y eso es lo importante.
(***)
Una vez que estuvimos en la cabaña 23 le pregunte:
-¿Qué vamos a hacer hoy?
-Eso me sonó a frase barata de programa de televisión infantil- me contestó de forma ingeniosa. Es exactamente lo que yo le hubiera dicho.
-Si, lo sé. Sólo dime que haremos.
-Hoy vamos a...-hizo una especie de redoble de tambores que realmente no le salió y nombró mi peor pesadilla-¡Cocinar!
-Jajaja. Elegiste mal chico. Te adelanto que yo quemo has te el agua. No te conviene cocinar con migo.
-Puedes ser malísima y dar lástima en la cocina y aún así querría cocinar con tigo. No me importa, te enseñaré.
-Esta bien. Pero no me responsabilizo si quemo la cabaña o alguna parte de tu cuerpo.-le dije. Yo simplemente no servía para eso y no me declararía culpable por los daños que pudiera causar.
-Esta bien. Yo me culparé por los daños sólo por ti. Empecemos.
-Esta bien. ¿Qué cocinaremos chef?-le pregunté.
-Primero, no me digas chef y segundo, cocinaremos fideos caseros.
-Ok.
(***)
Noah intentó enseñarme. En serio que lo intentó, pero es imposible.
Lo que pasó fue lo siguiente.
Luego de mezclar los ingredientes y de amasar Noah me dijo que guardara el harina y yo intenté de hacerlo pero el estante estaba sobre su cabeza, más precisamente sobre su preciado cabello, y al intentar guardar algo en un estante alto con una estatura baja, se me cayó un poquito de harina sobre el.
El, instintivamente, agarró la bolsa para que no se le cayera más contenido y nuestras manos se tocaron. Sentí una extraña sensación pero estaba segura de que era por no estar acostumbrada.
A continuación, el agarró el paquete y, en vez de guardarlo, tomó un poco de harina y me la tiró en la cara.
Yo, obviamente, se la devolví y así empezamos una épica guerra de harina.
En un extraño movimiento realizado por mi contrincante, Noah golpeó algo blando que cayó al suelo y yo supuse que había sido algún instrumento de cocina.
Al parecer mi compañero no pensó lo mismo (e hizo bien al no hacerlo) y descubrió que lo que cayo al suelo había sido la masa que tanto nos costó hacer.
-Se nota que tu destino no es aprender a cocinar. Siempre tendrás algo con lo que distraerte.-me comentó mientras observaba la mezcla de, principalmente, harina y agua.
-Si, lo se. ¿Ahora que?
-Podemos ir a escuchar música.
-Genial. Pero, ¿ir a donde?
-A mi cuarto. Allí tengo el celular y los auriculares y me da flojera ir y volver.
-¡Mi celular!-grité revisando mis bolsillos.- Debió caerse en la guerra de harina. Por favor ayúdame a buscarlo.
-¿No es eso?-me pregunto dudoso Noah.
Al acercarme a lo que parecía más un tumulto de harina que un telefono vi que era mi celular.
Lo levanté y pasé mis dedos por su, ahora rota, pantalla.
-Se rompió.-me dijo Noah.
-Nooooo. ¿¡En serio!?-le respondí con muchísimo sarcasmo.
-Esta bien, comentario estúpido. No era necesario el sarcasmo exagerado. Yo te lo pago. Cuando salgamos de esta cárcel a la que llaman campamento, yo pago el arreglo.
-Lo pagaremos entre los dos. También es mi culpa. ¿Vamos a escuchar música?
-Vamos.
(***)
Pasamos toda la tarde escuchando Coldplay. Yo no conocía esa banda pero la verdad es que son muy buenos.
Luego de un rato las chicas pasaron a buscarme para volver a nuestra cabaña.
Al llegar les conté sobre nuestro intento de cocinar con Noah y las dos se me rieron en la cara.
Estábamos muriendo de risa hasta que a Peige se le ocurrió hablar.
-¿De casualidad te gusta Noah?
-¿Qué? ¡¡No!! ¿Por que me gustaría? Es muy idiota y no les niego que esta guapo pero no es mi tipo. Es bastante bipolar. Por momentos esta super contento y por otros me odia.
-Esta bien
-Como digas-me respondieron ellas casi al mismo tiempo.
Cada una se acostó en su cama.
-Buenas noches chicas-dije yo.
-Buenas noches-me contestaron y se quedaron dormidas.
En cambio, yo simplemente no podía dormir pensando en la posibilidad de que me gustara Noah y lo que les dije a mis amigas no fuese cierto.
N/A
Perdón por no publicar antes. Me atacó el famoso bloqueo artístico.
Además estoy en época de evaluaciones y tengo muchas esta semana así que no creo poder actualizar hasta dentro de un tiempo. Perdón :(
Besotes tristes, estresados y atrasados.
Cande.
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Campamento de Verano
Teen FictionJennifer Smith es una chica de 16 años. Tiene una gran facilidad para hacer bromas y meterse en problemas. Por esta razón sus padres deciden que pasará el verano en un campamento alejada de sus amigos y con wi-fi limitado. Lo cual la obligará a cone...