Revenge. {James "Bucky" Barnes}

Capítulo 1.

Capítulo 1.

Triskelion, Washington. 2014.

Sus pasos en el interior del edificio eran lo único que escuchaba. Ignoraba a todas las personas que pasaban a su lado. Vera siempre tuvo la intuición de que las personas, o al menos la mayoría, la veía con envidia. Incluso hasta con odio. Y todo por ser la hija de Alexander Pierce, el secretario de SHIELD. Su padre tenía muy alto rango en la organización, sin embargo, ella se había asegurado de haberse ganado su nivel de agente sola. Nunca le pidió ayuda y cada vez que él quería hacerlo, Vera lo detenía. No era que no le quería cerca o mantener una relación estrecha de padre-hija, pero al lograr sus objetivos sin ayuda de nadie, se sentía realizada consigo misma y muchísimo mejor. Desde la vez en que vio a su madre asesinada frente a ella, se propuso entrar a SHIELD y enorgullecerla. Todo lo que hacía era por su fallecida madre. Después de deshacerse de esos pensamientos, llegó al panel y escaneó su ojo para poder entrar a las oficinas.

—Pierce, Vera. Agente, nivel: 7—escuchó la voz del programa.

Las puertas se deslizaron y la dejaron pasar. Entró en los pasillos y sostuvo con más fuerza la carpeta sobre el informe de la misión que había ejecutado el equipo STRIKE anteriormente. De pronto, escuchó otros pasos más pesados detrás de ella y una voz le habló.

—Agente Pierce—le llamó, a lo que se volteó y detuvo su paso. Vio cómo el capitán Rogers se acercó a ella y le estrechó la mano. — ¿Reporte de la misión? —preguntó señalando la carpeta.

—Sí, así es—asintió.

—También voy a la oficina de Fury, ¿no le importaría que me uniera a usted?

—Es un poco absurdo que lo pregunte—respondió, a punto de reírse. No sabía cómo ni por qué, pero el tipo le inspiraba confianza como para dejar su frialdad de lado.

El capitán negó a su broma y continuaron caminando.

— ¿Puedo ver el informe? —preguntó de pronto. Vera vaciló un poco, pero de todos modos, él también había participado en la misión, así que no había de qué preocuparse.

—Claro—le tendió las páginas y mientras caminaban, vio como las hojeaba.

—Lo único que falta es la misión secreta de Romanoff—comentó Steve luego de unos minutos y le tendió la carpeta de nuevo a la agente.

—¿Disculpe?

—Los rehenes no era lo único que teníamos que recuperar—respondió. —La agente Romanoff recibió la orden de extraer los datos del barco.

—Um, no es que me moleste, pero, ¿por qué me está contando esto? —preguntó confundida pero sorprendida por lo que había escuchado, a lo que Steve respondió deteniéndose pasos antes de llegar a la oficina de Fury.

—Vera, fuiste con nosotros y eres la única agente de más alto rango que nos ha acompañado en esa misión—dijo. —Como líder, ¿no crees que debiste saberlo? —preguntó con el ceño fruncido. Observó como titubeó sin saber qué responder y una idea le cruzó por la cabeza. —No puede ser, ¿también lo sabías?

—¡Claro que no! —exclamó de golpe. —Capitán Rogers, solo hago mi trabajo. Ayudé y los guié, pero eso debe aclararlo con el director y no conmigo. Lo siento—ambos caminaron de nuevo frente a la puerta de la oficina de Fury. —Aún así, se me hace un poco extraño que Fury le haya asignado una tarea como esa a la agente Romanoff por su nivel.