Las clases comenzaban en 48horas y yo había pasado todo el verano frente a la fuente del jardín en traje de baño y fumando cigarrillos, había sido una brutal y torturante eternidad hasta que esa noche apareció algo interesante frente a mi puerta.
Mi hermano mayor regresaba de Europa esta tarde, había decidido que era tiempo de volver con la familia y retomar sus estudios en Washington.
Mire a Harry asomarse por la puerta y repartirle abrazos a mi padre y madre. Me miro escondida tras el umbral de la puerta de la cocina y me sonrió.
Harry tenía compañía.
Su amigo era guapo y alto, aún más alto que Harry como 5 cm más y Harry media 1,76. Tenía una barba perfectamente rasurada y su cabello estaba alborotado y perfectamente cortado, sus brazos eran anchos y se veía fuerte aún bajo su sudadera gris.
-elle... -grito mama ignorando que me encontraba escondida en la cocina. -elle, te he dicho miles de veces que es una grosería hacer esperar a los invitados.
Tome la charola de galletas que había preparado por la tarde y Salí sonriendo con picardía.
-y yo te he dicho miles de veces, mama, que es mala educación gritar frente a los invitados.
Harry rio divertido. Y mama solo dijo algo que no pude entender.
Los ojos color avellana del amigo de Harry se centraron en mi vestido negro. Trate de no sonrojarme.
-papas este es Adam, Adam levine; lo conocí en Europa, es mi mejor amigo y no sé como pero conseguí que se viniera a probar suerte conmigo.
Mis padres saludaron a Adam amablemente y dijeron que nuestra casa era su casa. Él estuvo hospedando a mi hermano por más de 8 años en Europa así que supongo mis padres le agradecen infinitamente eso.
Durante la cena mis padres cuestionaron a Harry sobre Europa, que tal esta, como le había ido, que había aprendido, los lugares a los que había visitado. La cena fue un espectáculo brindado por Harry y su amigo Adam que nos contaba lo magnifica que era su vida en Europa y lo genial que era el trabajo de sus padres.
Trate de no dormirme.
-hijos... -llamo mi papa. -quiero darles una noticia, su madre y yo decidimos que tomaremos el trabajo que nos ofrecen en Europa.
Claro, por eso tanto cuestionamiento sobre Europa.
-esa era una de las razones por las que queríamos que volvieras hijo. -mama tomo la palabra. -no queríamos que elle se quedara sola...
Harry me miro.
-¿volviste con el psiquiatra? -me pregunto.
-Harry ahora no. -conteste con calma, no quería que me avergonzaran frente aquel desconocido.
-elle te hice una pregunta. -exigió.
-he dicho que ahora no. -alce un poco la voz. Me puse de pie y corrí escaleras arriba para ir a mi habitación.
Odiaba hablar sobre ese tema. Lo cierto era que yo tenía problemas... tenía muchos problemas con mi vida.
Encendí el estéreo y escuche una canción de cuna irlandesa que me encantaba; amaba las canciones de cuna porque eran tan tranquilas, me hacían descansar, no pensar en nada más que en lo lindo de la melodía.
Mi puerta se abrió y entro Harry. Me tire sobre la cama y me quede mirando fijamente a algún lugar del techo.
-elle, lo siento. -dijo con pesadez. -es solo que me preocupa.
-Harry, el príncipe Harry. -Juguetee con su cabello -eres mi príncipe favorito.
El sonrió. En momentos como este prefería decir palabras que tranquilizaran a todos aunque no tuvieran sentido.
-descansa elle, mañana será un gran día.
Dio un beso a mi frente y se marchó.
**
Abrí los ojos y note un rayo de sol colarse por mi ventana. Hoy despediríamos a mis padres así que levante a prisa, me cambien el vestido negro por un rojo fuerte, me veía pálida... mi cabello rubio que más que rubio parecía blanco estaba alborotado, me hice una trenza y camine fuera de mi habitación con una zapatos ligeros, me sentía bien.
En el pasillo de ida a las escaleras me topé con Adam, llevaba puesta una camisa blanca que dejaba a la vista muchos tatuajes en sus brazos, sus cejas estaban como dos líneas rectas encima de sus ojos y cuando me miro sentí un cosquilleo, aparto la mirada de prisa y con indiferencia que me hizo sentir un hoyo profundo formarse en mi estómago.
Seguí mi camino sin decir nada y baje con delicadeza las escaleras.
Las maletas de mama y papa se encontraban cerca de la puerta y escuche sus voces en la cocina.
-lo volvió a hacer Harry. -lloriqueo mama.
-hace cuanto sucedió.
-hace algunas semanas, se pasó todas las vacaciones en traje de baño frente a la fuente, fumando. No sale, no tiene amigos... me preocupa...
Me reí. Mama exageraba.
-elle... -menciono Harry.
Entre a la cocina y los tres me miraron conmocionados.
-mama, la reina Isabel debe de estar muy conmovida por tu visita no debes hacerla esperar.
-elle....amenazo papa.
Negué con la cabeza y luego reí.
Mis papa recogieron sus maletas, el taxi que los llevaría al aeropuerto llego; Los abrace muy fuerte y se marcharon. Harry rodeo mis hombros con su brazo y me apretó a el juguetonamente y después beso mi cabello.
La casa estaba sola, aunque seguíamos siento tres.
Adam estaba recargado en el barandal de la escalera con los brazos cruzados.
-entonces.... -dijo Harry. -a las 7:00 iremos a un bar, a las 8:00 recogeremos a unas chicas y a las 9:00 iremos a una fiesta.
Adam sonrió mostrando su dentadura perfecta.
Me senté el sofá y comencé a leer un libro. Adam estaba parado frente a la chimenea observando los retratos que la adornaban.
Comenzó a tocar una melodía en el piano que yo conocía, sus dedos se movían a prisa y sus ojos no perdían de vista las teclas... cerré los ojos por convicción y mi mente se relajó.
La habitación se quedó completamente blanca y solo me encontraba yo, un copo de nieve chocaba contra mi nariz y de pronto los ojos de Adam se clavaban en mi como dardos, doloroso... su mirada ardía como fuego sobre mi piel y me sostenía fuerte de los brazos y comenzaba a darme vueltas y vueltas y yo reía y no podía parar...
-elle...
Un grito, Y caí.

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enamorate de mi. ||adam levine||
FanficÉl era como fuego, peligroso Yo era como el mar, implacable Yo era el frio que congelaba su inferno Él era el fuego que calentaba mi ártico. No podíamos estar juntos pero sufríamos si estábamos lejos. Él tenía el poder de salvarme o de soltarme di...