"COMO AMIGOS"

Los celos

-¡Steven! ¡Puedo explicarlo!
Grité mientras él se iba.

-No hay nada que explicar. Creo que vi lo suficiente.

-¡Steven, por favor!

-Ya entendí por qué no me dabas una respuesta. Sabrina, ¿cómo pudiste? Está bien. Explícalo.
Dijo, dándose la vuelta. Nos quedamos unos momentos en silencio.
-Eso pensé.
Dijo, y volvió a caminar hacia la dirección opuesta. Yo me quedé parada en el mismo sitio. Sola. Pensando en qué acabó de pasar. En qué acabo de hacer.

-Sabrina. ¿Qué pasó?
Dijo Caleb mientras corría hacia mí. Yo le pegué una cachetada.

-¡Todo esto es tú culpa!
Le dije mientras me alejaba. Pude sentir que ahora él se había quedado en el mismo sitio. Solo.

-¡Sabrina! ¿Lo hiciste?
Preguntó Margo cuando llegué al salón de la fiesta. Yo no pude decir nada. Solo me eché a llorar con ella. Ella me abrazó, tan confundida como Caleb.
Nada que hacer. A donde voy, siempre dejo un desastre detrás mío. Nos montamos al carro, y nos dirigimos a mi casa. Margo, quien estaba al volante, me dio una mirada de "¿estás bien?" Y yo la ignoré, y salí del carro sin decir una palabra. Me encerré en mi cuarto, y saqué la famosa bolsa de chocolates kisses que siempre está en mi cuarto por alguna razón, y comencé a comerme lo que quedaba de la bolsa. Me puse la pijama, y comencé a ver "Bajo La misma Estrella"en mi computador.
De pronto, alguien tocó la puerta.
-Que
Dije secamente. Sunshine abrió la puerta con Margo atrás. Yo bufé.
-Sabrina, deberías hablarnos.
Dijo Margo sentándose en mi cama. Yo bufé otra vez.
-O podrían dejarme aquí para poder llorar sola
Dije, sin despegar la mirada de mi computador donde estaba la película.
Sunshine se acercó a mí y pausó la película.
-¡Oye!

-Sabrina, esto es serio. No puedes ahogar tus penas en chocolate y en Bajo La Misma Estrella. Tienes que hablar con nosotras.

-Pero...

-Sin peros. ¿qué pasó?

-Besé a Caleb.

-¿¡QUÉ?!
Dijeron ambas al unísono.
-Sabía que me juzgarían. ¿ven? Por eso no quería contarles.
Dije, y salí del cuarto.
Fui al parque y me senté en una banca, cuando alguien se me acercó.

-¿por qué tan triste?
Jake. ¿Lo recuerdan? ¿El idiota engreído?

-Hola, Jake.

-¿qué te pasa? Muy buena fiesta, por si acaso.

-¿estuviste en la fiesta?

-sí. No cambies el tema. ¿qué te pasa?

-Nada... es solo que... estoy jodida.
Dije, poniéndome las manos en la cara.

-Puedes hablarme.. está bien.
Dijo él. Yo sonreí levemente.

-Steven Bradley? Me pidió ser su novia, y me sorprendió besándome con Caleb. Pero no fue mi intención. De verdad. ¡Él me besó! ¡solo estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado! Ya tenía todo planeado.

-Si te sirve de algo, ese Steven es un tonto. No sabe de lo que se perdió. Pero si de verdad lo quieres, intenta explicárselo.
Dijo sentándose a mi lado.

-No me dará la oportunidad.

-Entonces, no te merece.
Dijo levantándose, y dirigiéndose a casa. Yo comencé a llorar descontrolada mente una vez se había ido.
-¿Por qué a mí? Debí decírselo antes. Todo esto es mi culpa.
Susurré entre sollozos.

(...)

Un mes después, yo ya no pensaba tanto en eso. Pero seguía teniendo remordimiento cada vez que lo recordaba.
Un día, fui a la escuela, y Margo me esperaba al frente. Cuando me vio, lo único que pudo hacer es saltar en mi como un perro. Sí. Ambas terminamos en el piso.
-¡Ouch!
Dije quitando a Margo de encima mío.
-¿qué haces?
Le dije.
-¡Tengo que decirte algo!
Dijo levantándose de un salto.
-Margo.. ¿estás bien?