Heaven is a place on Earth || Stydia

XIX

  And never knowin' what could've been

And not seein' that lovin' you

Is what I was trying to do

   

Lydia POV

Abrí mis ojos y lo primero que noté es que no me encontraba en la celda, ni siquiera en la comisaría. Observé un poco el lugar, definitivamente no había estado nunca antes aquí. Las paredes eran extremadamente blancas, al igual que la cama, las sábanas... todo era blanco. Una chica de más o menos mi edad entró en la habitación, por la puerta blanca, claro. Era una chica rubia bastante mona, con un rostro angelical. Angelical...

—Hola, Lydia—. Me saludó sonriente. —Supongo que te estarás preguntando donde te encuentras.

—Más bien. ¿Cómo sabes mi nombre? —La rubia no dejó de sonreír en ningún momento, era algo incómodo.

—Lo sabemos todo de ti, especialmente desde estos últimos tres meses. Soy Bianca, por cierto—. Bianca... ¿dónde había oído yo ese nombre? Entonces caí.

— ¿No conocerás a alguien llamado Jake, no?

—Veo que eres bastante rápida con esto, Lydia. Sí, le conozco. Y supongo que ya sabes quiénes somos.

—Sois los ángeles que asignaron la misión a Stiles—. Bianca asintió con la cabeza—. Un momento. ¿Qué hago yo aquí? ¿Estoy... muerta? —Una figura masculina entró en la habitación y se acercó a Bianca.

—No estás muerta Lydia, relájate—. Contestó el moreno por Bianca. Yo suspiré aliviada—. Soy Jake, aunque creo que ya lo sabías.

—Pues si no estoy muerta quiero saber que estoy haciendo aquí.

—Lydia, tú sigues en la comisaría. Estás dormida allí, tu cuerpo está allí. Solamente tu mente está aquí, no te preocupes. Tenemos una buena noticia que darte.

—No sé si te acuerdas de una cosa que te comentó Stiles al principio del todo... —Al oír su nombre suspiré. Intenté pensar en lo que Jake me acababa de decir, pero no recordaba nada—. Bueno, te lo diré. Al acabar tu misión Stiles podría enterarse de su muerte, aunque se enteró antes de tiempo.

—Además, tú tendrías un deseo—añadió Bianca—Lo de Stiles pues no pudimos hacer nada, pero el deseo sigue siendo parte del trato, Stiles nos hizo jurar que te lo concederíamos.

— ¿Stiles está aquí? —Pregunté nerviosa. El simple hecho de pensar que podría volver a verle me provocaba un escalofrío por todo mi cuerpo.

—No, él está en el cielo, con el resto de los ángeles. Solamente nosotros estamos aquí—explicó Jake—. Vamos a concederte tu deseo, Lydia. Dinos lo que quieres.

No podía ser más obvio lo que quería pedir. Quería que Stiles volviese a vivir, o que el accidente nunca haya sucedido. Si no me concedían una cosa, pediría la otra.

—Quiero que Stiles esté vivo, que deje de estar muerto—. Bianca y Jake se miraron entre ellos de una forma que no me gustó nada—. ¿Qué ocurre?

—Lydia, no podemos revivir a los muertos así como así. Ten en cuenta que Stiles lleva tres meses muerto, si volviese a la vida sería extraño, habríamos roto una serie de reglas aquí. Además, tendríamos un muerto menos y ese número solamente puede aumentar, no disminuir—. Argumentó Bianca. De los dos se veía que era la más comprensiva, aunque su compresión tampoco me estaba ayudando mucho.