Doncaster, 1997.
– ¡Mami! – Gritó el pequeño de tres años tratando de despertar a su mamá. — ¡Mami!, ¿Estas dormida? – Preguntó picando el ojo derecho de Anne. – Mami, es que me tienes que decir si estas dormida, polque si me dices que sí estas dormida ya no te molesto y me voy a jugar a la bañera con mis barquitos... ¿Mami? ¿Estas dormida?
— Harry, ¿Qué te hace creer que podría estar dormida? –Contestó la mujer.
— No lo sé mami, es que las personas que están dormidas ciellan los ojos, pero como tú eres mala y a veces finges estar dormida para no responder mis preguntas, por eso pregunté si estabas dormida ¿Estas dormida?
Anne soltó un carcajada de completa ternura. — ¡Ay mi vida, eres tan adorable! – Se sentó en la cama para abrazar a su hijo que estaba en cunclillas a su lado, dándose cuenta que su bebé vestía un mameluco azul con figuras de barquitos, el mismo que ella le colocó antes de arrullarlo para dormir la noche anterior. — Y no, no estoy dormida, un niño feo me ha despertado.
— ¿Qué es adorable? – Preguntó con inocencia. — Y yo no soy un niño feo, Anne Cox ¿Acaso no vez mis ojos verdes y mi cabello rubio? — Presumió abriendo los ojos acercando su cara a su mamá y sacudiendo su cabeza.
— Sí, sí amor. Eres muy hermoso. – Admitío la mujer. — Pero dime Harry ¿Qué te sucede? Son las siete de la mañana y es domingo ¿Qué haces despierto?
— Ah sí, eso, pero primero, dime algo mami ¿Por qué los juguetes lloran? –Frunció su entrecejo.
— Ya vas a empezar con tus preguntas interminables ¿Por qué tienes que estar en la edad del "por qué"? ¿Los juguetes? Por supuesto que no amor, estas loquito.
— No sé qué fue todo eso que dijiste porque soy pequeño y no entiendo muchas palabras y, ¡No seas mentirosa Anne! Sí lloran. Tengo pruebas. –Pronunció con orgullo.
— ¿A sí? ¿Qué pruebas? Los juguetes no lloran, pequeño. –Informó Anne besando la frente de Harry.
— Sí, sí que lloran.
— A ver señorito, Harry. – Dijo con voz divertida. – Deme una razón para confiar en usted.
— ¿Recuerdas la muñeca que trajiste a la casa hace... -Comenzó a contar con sus deditos. — Uno... –Tocó con la mano derecha su dedo meñique izquierdo. — Dos... –Tocó el siguiente dedo. —Ties... –Tocó el dedo medio. — ¡Ay! No sé cuántos días pero... ¿La recuerdas? Siempre juegas con ella, tienes que acordalte. – Suplicó.
Aquella "muñeca" que el pequeño Harry mencionaba, era nada más y nada menos que su pequeña hermana que tenía cinco días de haber nacido, y él pensaba que era una muñeca que los papás de Anne le habían regalado por comer todas sus verduras, así como su mamá le compraba barquitos de juguete cada vez que él las terminaba, esos juguetes en especial eran su adoración, amaba jugar con ellos en la tina de baño mientras tomaba una ducha.
Gemma Styles, era hija de Willian y Anne.
Sí, después de aquel encuentro tan raro el día que Anne decidió mudarse a Doncaster, siguió viendo a aquel hombre y después de año y medio, Gemma fue producto de su amor. Gemma era media hermana de Harry. Pero para la buena suerte de la mujer, William, el hombre que la trataba como una reina y el padre de su hija, murió seis meses atrás, cuando apenas tenía tres meses de embarazo en un trágico y sospechoso accidente de tránsito...
— Mami ¿Recuerdas a tu muñeca?
— Sí, sí la recuerdo Harry. ¿Qué pasa con ella?
— Bueno... Pues ella me despertó, estaba soñando con mis barquitos ¡No es justo! Ella duerme todo el día. – Se quejó cruzando sus bracitos.
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Dangerous Criminal Love •LarryStylinson•
Fanfiction"La brújula no dejaría al barco navegar solo en el océano. La cuerda no soltaría al ancla a su suerte en el mar" El amor puede traer felicidad a tu vida, pero también tristeza, te enseña a amar y a ser amado. Se tiene que pasar por muchos obstáculos...