CAPITULO 24

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NIALL.

–No Gemma, no quiero hacer nada ¿Qué caso tiene? Todos tienen putas cosas que hacer ¿Para qué festejar solo?

–Me vale que los demás no festejen contigo, tú vas a salir conmigo te guste o no.

–No quiero.

–No me importa. Te veo a las 2:30 en tu casa, yo paso por ti, ni se te ocurra no estar listo o seguir en la cama, que así como estés nos vamos, y no creo que quieras festejar tu cumple en pijama.

Gemma, no quiero salir.

–No me importa, nos vemos al rato, Feliz Cumpleaños, mi Nialler.

Me colgó, eran las once de la mañana y las únicas personas que me habían felicitado era mi padre y Gemma, marcándome a las nueve de la mañana, despertándome.

Estaba un poco triste y enojado, el año pasado Harry y Mary antes de las nueva de la mañana ya habían llenado mi celular de mensajes llenos de felicitaciones y buenos deseos, y ahora, como "Tienen muchas cosas que hacer" ni siquiera un "Feliz Día" me han mandado; seguramente no les importa, al menos Harry ya tiene alguien más, y Mary no tarda mucho en remplazarme con Alex. Amigos...

Estaba recostado en mi cama, solo con mis bóxers puestos y una sabana ligera cubriendo mi cuerpo, no quería salir, ayer me bajaron por completo los ánimos, no me esperaba que Mary y Harry me dijeran que tenían cosas más importantes que hacer, en verdad no podía creerlo. Gemma era muy noble al tratar de levantarme los ánimos pero ¿Cómo estar feliz en tu cumpleaños si nadie quiere estar contigo? Imposible.

Y parte de todo eso, ayer llegó un anónimo en mi casa, de esos hombres "Estas vigilado, necesitamos lo nuestro, querido James."  Está situación ya me estaba cansando, salía con miedo de dejar a mi padre solo, en la casa, o que él se fuera a su trabajo, no quería llegar y encontrar una escena poco agradable con mi padre incluido gracias a mis errores, mi poco autoestima y mis estupideces del pasado.

Sacudí mi cabeza despejándome de todos esos pensamientos, me levanté  con enfado de la cama y bajé a desayunar, me preparé  un licuado de fresa mientras cocinaba waffles. Mientras comía cheque mis redes sociales, tenía notificaciones de personas felicitándome, compañeros de la Universidad, del centro de ayuda, mis primos, pero ninguna, de mis cuatro mejores amigos. Ninguna. Idiotas. Ni siquiera me importa.

*Si te importa, que no lo quieras aceptar es otra cosa.*

Con enfado me levanté de la silla, ignorando a mi estúpida mente traicionera y me fui a mi cuarto, sin importarme el desastre que había hecho en la cocina; me bañe y vestí casual, no sabía a dónde me llevaría Gemma, con eso de que un día le gusta el negro y al otro día el rosa, no podía predecir a dónde iríamos, por eso preferí vestirme casual. Mire mi reloj cuando termine de arreglarme y faltaban diez minutos para las dos, así que decidí acostarme, tal vez podría dormir diez minutos, porque soy de esas personas privilegiadas de acostarse a las 11 y estar dormido 11:01, diez minutos no me harían nada mal.

•••••

–¿Cómo es que puedes dormir de esa manera Niall? –Preguntó Gemma un poco molesta. Desperté gracias a ella, comenzó a sonar mi celular, pude escucharlo a la lejanía, conteste y me encontré al otro lado de la línea una Gemma enojada, llevaba una hora fuera de mi casa, dice que me aventó piedras hacia la ventana, gritó, tocó el timbre y la puerta, me llamó y mandó mensajes demasiadas veces, pero yo estaba demasiado bien durmiendo, que las demás personas no puedan dormir así como yo, sinceramente, no es mi problema. –Casi tiró la puerta de tu casa.

Dangerous Criminal Love •LarryStylinson•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora