Capitulo 9

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Samuel

La tenía tan cerca de mí, podía sentir su respiración sobre mi rostro, y lo nerviosa que estaba, esta vez nada ni nadie me detendría, besar esos labios tan dulces, tan perfectos, sujete con mis manos su rostro, la miraba a los ojos pero ella solo miraba mis labios, esboce una pequeña sonrisa, la verdad estaba tan feliz porque se ella también se moría por besarme, ya que no hizo nada por apartarse sentía su respiración en mi rostro, nuestros labios se sentían en un pequeño roce, cuando de pronto abren la puerta... era el, el estúpido de Horacio su marido

Horacio: Andrea!!! Me puedes explicar que está pasando aquí!!!

En ese momento Andrea y yo nos levantamos, y nos separamos, enseguida ella se acerco a el tratando de calmarlo

Andrea: por favor Horacio no es lo que piensas déjame que te explique –dijo desesperadamente

Horacio: que me vas a explicar Andrea, por dios que este imbécil es tu amante y que me has estado viendo la cara de idiota todo este tiempo, anda dime desde cuando se está burlando de mi –la tomo del brazo estrujándola, haciéndole daño

Samuel: suéltala imbécil, no tienes derecho de tratarla así, y no es lo que piensas ella no es mi amante –me interpuse entre ellos alejando a Andrea de él y poniéndola a mi lado

Horacio: tu no metas idiota, que este problema es entre MI ESPOSA! –recalcando la palabra mi esposa- ah! Porque si no lo sabías Andrea y yo estamos casados, que acaso mi esposa no te conto.... No pues por supuesto que idiota soy, si ella no te lo quería decir si ella aun te ama, que querías Andrea no contarle nada para meterlo en tu cama, dime quieres que él sea el primero en meterse entre tus... -no lo deje que terminara, cuando me abalance hacia él y lo derribe de un solo golpe

Samuel: NO LE VUELVAS HABLAR ASI IMBECIL MUCHO MENOS ENFRENTE DE MI TE QUEDA CLARO –me iba a volver a arrogar hacia él cuando siento que Andrea se interpone entre los dos

Andrea: ya basta Samuel, por favor ya detente esto lo tengo que solucionar con Horacio

Samuel: por dios Andrea y todavía te pones de su lado –le dijo mientras ayuda a Horacio a ponerse de pie

Horacio: ya escuchaste Samuelito, esto es entre mi esposa y yo –dice sujetando de la cintura a Andrea

Samuel: no, no y no esto no es solo asunto de los dos no cuando este sujeto –dije señalado a Horacio –dijo que me amas Andrea, ¿es eso cierto?

Andrea: Samuel yo... ­-cuando estaba a punto de contestar, pero estúpido de Horacio contesto por ella

Horacio: mira Gallardo, no importa si mi mujer te ama o no, porque aun si así lo hiciera, no tendría la libertad para hacerlo yo jamás le daré su libertad

Samuel: pues no es lo que tú quieras imbécil, ella tiene derecho a elegir con quiere estar

Horacio: pues déjame decirte que perdió ese derecho, en cuanto la veo aquí encerrados en tu oficina apunto de besarse; y dime Andrea si yo no llego que hubiera pasado, -se le queda viendo por un momento pero ella no contesta se le ve muy afectada – deja te dijo lo que hubiera pasado, estuvieras haciendo el amor con el verdad Andrea, porque con el si te hubiera gustado perder tu virginidad, no importaba que fuera en esta oficina

Andrea

La discusión con Horacio se estaba poniendo muy fuerte, no me dejaba que le explicara, y aparte me estaba humillando de mil maneras posibles contando todas mis intimidades enfrente de Samuel, pero como se atreve a decirle que yo aun lo amo, que aunque es verdad no tenía el derecho de decirlo, y menos que Samuel se enterara de esta forma, no sé cómo podía verlo después a la cara. Pero todo llego a su límite cuando dijo que si él no hubiera llegado, estaría en los brazos de Samuel, que no importaba que fuera en su oficina, por favor se nota que no me conoce cree que soy una cualquiera, no me aguante mas y le solté un bofetada que hizo que por poco se cayera

Andrea: ya basta Horacio, no te voy a permitir que me sigas insultando de esta manera, se que te dolió verme así, y te pido perdón sé que no estuvo bien, pero por favor Horacio, no me bese con él, y que me poco me conoces en verdad

Horacio: la verdad no sé si creerte, lo que vi a mí nadie me lo conto, yo mismo entre cuando estaban a punto de besarse, se que exagere en cuanto a lo otro, pero ya no puedo confiar en ti

Samuel: pues la verdad Horacio, si estuvimos a punto de besarnos, y créeme que si no hubieras llegado, habría sido el mejor beso que recibiría en toda mi vida –de pronto sentí como Horacio se abalanzo sobre Samuel, queriendo golpearlo

Horacio: mira imbécil, esta la última vez que te quiero cerca de Andrea, la próxima y no sabes que soy capaz de hacer

Andrea: bueno ya basta los dos!! Y tu Horacio ya vámonos

Samuel: Andrea tu y yo tenemos que hablar por favor, ahora que se que me amas las cosas no se pueden quedar así, yo quiero hablar contigo por favor tengo tanto que decirte

Andrea: -me miro de una manera tan suplicante, que el corazón se me estrujo de tal manera, que no tenía fuerzas para rechazarlo, pero no podía hablar con el ahora, ahora que el sabe que lo amo no se que tendrá que decirme- no Samuel tu y yo no tenemos nada de qué hablar, y Horacio tiene razón, el es mi marido por favor no busques mas problemas

Samuel: por favor Andrea... solo una oportunidad

Andrea: -dios porque me tiene que mirar de esa manera con tanta ternura- Samuel no hagas esto más difícil

Horacio: ya la escuchaste no quiere hablar contigo así que déjanos en paz

Samuel: pues no me daré por vencido tan fácil, y tu Horacio si me entero que le has hecho algo te la veras conmigo

Andrea: -Horacio me tomo por la espalda y nos dirigimos a la salida, la verdad no sé cómo podía seguir de pie, todo me daba vueltas y más las palabras de Samuel no se daría por vencido tan fácil, será que el también me ama, si pudiera quedarme a hablar con el mas tiempo, de repente Horacio me saca de mis pensamientos

Horacio: enseguida vuelvo Andrea, espérame aquí

Andrea: Horacio, a donde vas por favor no vayas a buscar más problemas te lo suplico

Horacio: no te preocupes solo iré al bañar arreglar mi ropa, ya que tu amorcito no me dejo tan bien –cuando solo lo vi yéndose por el pasillo 

Ven entrégame tu amor.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora