Ven entrégame tu amor.

Capitulo 19

Samuel

Al entrar al cuarto de mi brujita se sorprendió mucho al verme ahí, le pregunte que si Horacio estaba ahí, me dijo que no, aunque solo quería cerciorarme de que no estuviera ya antes lo vi que salió de la casa, me pidió que me fuera de ahí pero le dije que tenía que hablar con ella, me acerque hasta ella pero empezó a dar pasos hacia atrás hasta que topo en la cama, se sentó en la cama, me pregunto de que quería hablar con ella, pero antes de hablar, me moría de ganas por hacer algo durante toda la noche, así que la tome de las manos, pegándola a mi cuerpo y la bese, la bese de tal manera como si no hubiera mañana, sus labios tan dulces y suaves sobres los míos hacían que me olvidara de todo, el beso subió de tono, mi cuerpo se descontrola por completo cuando la tengo a mi lado, así que baje hasta su cuello, y lo devore, lo besaba por todos lados, ella solo me acariciaba la espalda, escuche un leve gemido que salió de su boca, que hizo que me pusiera a mil, escuche de su boca mi nombre, con una voz sofocada me dijo "dijiste que querías hablar", pero lo último que quería ya era hablar, así que le respondí que solo quería besarla y continúe besándola pero ella puso sus manos en mi pecho y me alejo, y me pidió que por favor parara, le pedí perdón y le dije que cuando la tenía cerca no me podía contralar, le dije que toda la noche tuve que soportar que el imbécil de Horacio estuviera besándola y tocándola, pero creo que se molesto porque me dio un golpe en el pecho y me dijo que si solo venia a marcar territorio, le aclare las cosas, y me explico que ella no correspondía a ninguna de sus caricias, pero eso no quita que me muera de celos cada vez que los vea besándose, estuvimos platicando de nosotros, me confeso, que desde el primer día que me vio se enamoro de mi, pero que no se podía permitir ese sentimiento ya que su madre, en ese tiempo no hubiera permitido que estuviera conmigo, si tan solo todo hubiera sido tan diferente, ella y yo ahora estuviéramos juntos, le prometí que lucharía por su amor, y que entre los dos haríamos todo lo posible por estar juntos, después me pregunto de que quería que habláramos, le quise hacer un pequeña broma diciéndole que, cuando quedamos para que me presente a su amiga, pero ella no la tomo como tal ya que se separo de mí y me volvió a dar otro golpe en el pecho, le bromee diciendo que ya se le estaba haciendo costumbre golpearme, me reclamo que porque quería el numero de Valentina, diciendo que la quería conocer solo porque Horacio dijo que era hermosa, la verdad me causaba mucha gracia verla así tan celosa, así que la abrace haciendo que cayéramos en la cama, me puse encima de ella poniendo sus manos una a cada lado de su cabeza, le pregunte

Samuel: ¿estas celosa? –solo se me queda viendo

Andrea: por supuesto que no estoy celosa y quítate que ya tengo que dormir, y no puedes seguir en la recamara de mi marido y yo ­–auch eso dolio, pero no le hice caso, por supuesto que estaba celosa, aunque no tenia porque, ella es la única mujer con la que quiero estar no me interesa estar con nadie más,

Samuel: no, no me voy a quitar –quise acercarme a darle un beso, pero me volteo la cara, pero no me iba a rendir tan fácil

Andrea: Samuel, quítate estoy hablando enserio ­–la note muy seria, pero no quería que estuviera enojada

Samuel: no ya te dije que no me voy a quitar, vamos mi amor solo fue una broma, a mi no me interesa, conocer a esa tal Valentina, ­-vi como se mordía los labios, de una manera tan sensual, y me miraba con tanto deseo, me fui acercando hasta ella rozando sus labios con los míos, tiro de mi labio inferior y eso basto para desarmarme por completo, solté sus manos para pasarlas por su cintura, acomodándola bien en la cama, pero cuando me subí para acomodarme, pero aprovecho para empujarme y pararse de la cama

Andrea: pues fíjate que no me gusto tú broma, fue de muy pésimo gusto –no pude soltar una carcajada- aah! Ahora también te burlas de mí