Ven entrégame tu amor.

Capitulo 11

Andrea

Salimos de la oficina de Samuel, la verdad me sentía tan mal con todo lo que había pasado, íbamos hacia al ascensor cuando Horacio dijo espera aquí ahora vuelvo la verdad pensé que iría hacia donde Samuel de nuevo, pero me dijo que no me preocupara, que solo iría arreglarse un poco, después de cómo lo había dejado Samuel, no le creí mucho pero decidí esperarlo, está enfrente del elevador esperándolo la verdad ya había tardado, cuando opto por ir a buscarlo ya que temía que de nuevo fuera a enfrentar a Samuel, lo veo aparecer por el pasillo, con una sonrisa burlona, la verdad no se que le pasaba si hace un momento estaba furioso.

Andrea: ¿por qué tardaste tanto Horacio?

Horacio: eso ya no importa mi amor ahora vámonos que tenemos que planear un viaje –mi amor pues a este que le pasaba que acaso era bipolar o que... espera acaso digo viaje

Andrea: de que viaje estás hablando Horacio, estas de broma verdad –no podía ser cierto, ósea todo lo que acaba de pasar y si quiere ir de viaje

Horacio: ninguna broma mi amor, nos iremos de viaje pero no te preocupes solo será por un tiempo, y mira te quiero pedir disculpas por todo lo que paso hace un momento, se que tu no serias capaz de meterte con el imbécil de Samuel, se perfectamente que es tan poco hombre que solo lo hizo para provocarte, como tantas veces lo hizo, y mira me deje llevar por los celos, pero quiero que tu y yo tengamos un viaje, y que disfrutemos de nuestra compañía

Andrea: no Horacio, no tienes que estar hablando enserio, y no hagas como si no hubiera pasado nada dentro de esa oficina, y mira como lo dije antes te pido perdón, por lo que viste, pero dios Horacio no te parece que estas exagerando, ni si quiera me bese con él

Horacio: mira Andrea me estas colmando la paciencia –dice sujetándome fuertemente del brazo- te parece que estoy exagerando, te parece que todo el amor que te profese todo es tiempo es exagerado, no vengas con idioteces que estoy tratando de comportarme como un caballero, pero ya basta no seré tu burla, que acaso quieres que me enfade el día que te vea en brazos del imbécil de Samuel –dice haciendo más fuerte su agarre, y estrujándome hacia su cuerpo

Andrea: por favor basta Horacio que me estás haciendo daño –dije empujándolo con todas mi fuerzas- mira si crees que te voy a tener miedo estas muy equivocado, no me vas amedrentar con tus amenazas

Horacio: por favor Andrea, crees que estoy jugando no me tientes, que mira te puede salir muy caro, tú y yo haremos ese viaje como el matrimonio feliz que somos y es mi última palabra

Andrea: te equivocas yo contigo no iré a ningún lado, y hare todo lo posible por separarme de ti

Horacio: basta Andrea, mira no lo quería hacer pero si tu no haces ese viaje te aseguro, que le puedo hacer daño a tu queridito Samuel, así que ya no te niegues, tu y yo haremos ese viaje, y se acabo

Andrea: no te atreverías a hacerle daño, no eres capaz

Horacio: aah! No me crees capaz, pues créelo Andrea, si te atreves a desafiarme tu amante podría despertar en la cama de un hospital, sin posibilidades de vivir, tengo contactos Andrea... y mira no olvido que el idiota tiene otro enemigo, que también quisiera verlo 100 metro bajo tierra.

Andrea: -si estaba hablando enserio, lo podía ver en su mirada, no podía permitir que le hiciera daño a Samuel, no me lo perdonaría pero me aterraba pensar que hubiera alguien mas que le quisiera hacer daño- de quien más hablas quien más quiere ver muerto a Samuel

Horacio: que ya lo olvidaste Andreita... el marido de la cabaretera Ulises, el nunca le perdono a Samuel que se hubiera metido con su mujer, no creo que te guste saber que puedo unirme con él y hacerle daño a Samuelito –lo dijo un tono de voz burlón

Andrea: eres un completo imb.. –no termine de decirle cuando puso un dedo mis labios haciéndome callar

Horacio: cuidado en cómo me hablas, que como te dije estoy perdiendo la poco paciencia que me queda cariñito, así que ya vámonos, que no soporto estar más en este banco de mala muerte –dice tomando de mi mano, bruscamente y jalándome hacia el elevador

Samuel

Llegue a casa la verdad me sentía tan mal con todo lo que había pasado, no paraba de preguntarme como estaría mi brujita, si no le habrá hecho daño Horacio, no dejaba de dar vueltas por la sala, la desesperación me calcomia por dentro, quería llamarle, preguntarle como estaba, que no sintiera miedo, que yo la iba a proteger de todo, pero no quería comer una locura, ni ocasionarle mas problemas, estaba un debate mental cuando me interrumpen de mis pensamientos

Flavio: ey carnal!, carnal!!

Samuel: -Flavio, me llamaba pero la verdad no le estaba poniendo atención

Flavio: eitt!! –dice chisteando sus dedos

Samuel: perdón Flavio no te escuche llegar

Flavio: no si ya lo veo, me puedes decir que te pasa hermano, te vas acabar el piso, de estar dando tanta vuelta

Samuel: no, no me pasa nada, solo son cosas del trabajo

Flavio: carnal, si te la vives metido en el banco te he dicho que necesitas un descanso, te veo muy estresado

Samuel: no te preocupes, me encuentro bien, oye Flavio te quería hacer una pregunta

Flavio: si dime carnal –la verdad no se si preguntarle, porque si lo hago no quedara quieto sabra porque le pregunto sobre mi brujita, pero bueno quizás el no lo sabia

Samuel: este.. amm... pues tu sabias que la señorita Andrea, se caso con el llavero de Horacio

Flavio: amm.. Si si lo sabía, mi muñeca me conto cuando su hermana se caso con Horacio Lujan, o el llavero como le dices tu

Samuel: y porque nunca me contaste que se había casado, Arturo también lo sabía

Flavio: pues no te conté nada porque, como siempre te la vivías peleando con Andrea, y diciendo tantas veces que no la soportabas, creí que no te interesaba lo que pasara con su vida... pero dime tu porque ahora tan interesado con lo que pase en la vida de la señora de Lujan

Samuel: por favor no la llames señora Lujan delante de mí, y no no estoy interesado en su vida solo que me sorprendió que cuando llego al banco llegara de la mano de el , y enterarme que estaba casada con el es todo –no podía contarle todo lo que había pasado, entre y yo

Flavio: bueno si es así, porque te molesta que le diga señora Lujan delante de ti, si al fin de cuentas está casada con Horacio, y por la ley es la señora Lujan –por dios me estaba fastidiando Flavio diciéndole señora Lujan, no lo soportaba me llenaba de celos

Samuel: no, no me molesta Flavio, solo que no estoy acostumbrado a que la llamen así, para cuando para mí siempre ha sido la bruja del Junco –dije para que dejara de preguntar- y bueno si no te molesta iré a dormir hoy tuve un día demasiado difícil, buenas noches hermano

Flavio: está bien, si no me quieres contar pues bueno, pero sabes que aquí estaré cuando necesites algo, buenas noches –estuve a punto de irme cuando de pronto escucho que me vuelve a hablar- ey hermano por cierto mañana hay una cena que está preparando Cayetana por el nacimiento de mi hijo y de mi muñeca tienes que estar ahí no me puedes fallar, porque no te conté verdad canijo hoy mi muñeca me dio la noticia de que está esperando un hijo mío

Samuel: -es mi oportunidad de volver a ver a mi brujita, y hablar con ella- claro que ahí estaré, espera un momento vas a ser papa, hermano que alegría muchas felicidades –dije abrazándolo- bueno nos vemos mañana hermano y felicidades

Flavio

Hay Samuel, hermano a mi no me engañas y sé que te molesto enterarte que Andrea estuviera casada con Horacio, y más cuando te molestabas cuando la llamaba señora Lujan, será que esa bruja siempre si te hechizo.