Capitulo 22

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Pablo: aun sigue enamorada de Samuel Gallardo

Andrea: -la verdad me sorprendió mucho la pregunta- porque preguntas eso Pablo

Pablo: perdón seño Andreas, sé que no debo entrometerme, pero la verdad se me hizo muy rara la reacción de Samuel hace un momento -yo sabía que aun sentía algo por él, pero siempre me lo negaba

Andrea: uff Pablo, tantas veces me dijiste que si yo sentía algo por Samuel, y yo tantas veces que te lo negué –quizá ya era momento de contarle a Pablo todo lo que sentía, la verdad confiaba mucho en él, necesitaba contarle a alguien todo lo que estaba pasando

Pablo: entonces quiere decir que aun sigue enamorada de el

Andrea: si, Pablo yo nunca deje de amarlo, me fui amando y regrese amándolo aun más fuerza que antes, no deje de pensar ni un segundo en el

Pablo: -no podía creer lo que me estaba diciendo- entonces porque se caso con Horacio, si aun ama a Samuel Gallardo

Andrea: por tonta Pablo, fui una cobarde que creyendo que casándome y dándole otro oportunidad a Horacio podría llegar a enamorarme de el, pero no fue así todo lo contrario

Pablo: -me dolía tanto verla así, verla sufrir, a las tres siempre aprendí a verlas como a unas hermanas, pero con ella era diferente, sentía un cariño mas protector con Andrea, me acerque a ella y la abrace- tranquila –dije acariciándole el cabello

Andrea: no, no puedo Pablo, no sabes cuánto me duele, no estar con el hombre que amo, solo porque Horacio no quiere darme mi libertad –derramando unas cuantas lágrimas

Pablo: -me separe un poco de ella- eso quiere decir que Samuel también siente lo mismo por usted

Andrea: si Pablo, Samuel me ama, se enamoro de mí. Pero al aparecer el destino se empeña en que no estemos juntos

Pablo: pero porque no se separa de Horacio, si usted no lo ama luche por su libertad luche por estar junto al hombre que en verdad ama

Andrea: no están fácil Pablo, Horacio no quiere darme el divorcio, y si me separo de el juro hacerle daño a Samuel y no permitiría que le hiciera daño

Pablo: perro que ladra no muerde seño Andrea, se que juntos pueden luchar contra quien sea

Andrea: Horacio, es peligroso. Pero sabes tienes razón se que Samuel y yo, algún día estaremos juntos

Pablo: así se habla seño Andrea –me acerque y le volvi a dar un abrazo

Andrea: Pablo, cada vez que me vuelvas a decir seño Andrea, te rebajare dinero de tu sueldo ­–me reí, al ver cómo le cambio su cara- es broma Pablo, pero ya háblame de tu

Pablo: está bien, lo intentare pero no le prometo nada, no sabe cuánto me alegra el saber que por fin Samuel se dio cuenta de todo lo que sentía por usted, digo todo lo que sentía por ti

Andrea: si no sabes lo feliz que me hace, pero bueno no todo es felicidad, primero tengo que arreglar mi situación con Horacio –dije un poco desanimada

Pablo: no te pongas así, ya verás que más pronto que nada estarán juntos, y si algún día me necesitan para poder verse siempre contaran conmigo

Andrea: gracias Pablo, te quiero mucho eres como el hermano mayor que nunca tuve –esta vez yo me acerque para abrazarlo, pero escuchamos una voz que nos hizo separarnos de pronto

Horacio: vaya Andrea, si que eres rápida, no me digas que ya te aburriste de obrero mugroso, y ahora te revuelcas con este vaquero de quinta

Pablo: más vale que se trague sus palabras no voy a permitir que le hable así –dije acercándome hacia el

Andrea: no Pablo no vale la pena –lo único que me faltaba que Horacio crea que soy amante de Pablo

Pablo: perdóname Andrea, pero mucho que sea tu marido no tiene derecho a tratarse así

Horacio: tú no te metas, que esto es entre mi esposa y yo, así que lárgate

Pablo: pues no me voy a ir, sea hombre por primera vez en su vida y acepte que Andrea, no lo ama, y déjela en paz

Horacio: -me acerque hasta él, y le solté un golpe- tu qué vas a saber de mi relación con Andrea, no tienes derecho a opinar

Andrea: por favor Horacio, basta!!, vámonos a la casa –dije tomando su brazo, pero se soltó de mi agarre

Horacio: no te metas, o que te duele que le haga daño tu otro amante

Pablo: -ahora fui yo quien se acerco y le di un golpe, que lo derrumbo al piso- usted no sabe nada Andrea, solo es mi patrona no es mi amante

Andrea: por favor Pablo, vete necesito hablar con Horacio

Pablo: no te voy a dejar sola, con este idiota ­–vi como se acercaba de nuevo a mí, pero Andrea lo detuvo

Andrea: por favor Pablo vete no quiero más problemas, y tu Horacio ya por favor

Horacio: ya escuchaste LAR-GA-TE!!

Andrea: bueno ya basta Horacio, no puedo creer hasta donde llegan tus celos

Horacio: mira Andrea, ya me canse de ser paciente, pero tú ya me estas hartando

Andrea: y crees que tu no me tienes harta, Horacio por favor yo quiero hacerte entender, que esto no puedo seguir así yo no te amo, nunca te he amado

Horacio: -me dolía todo lo que me estaba diciendo, me hacía daño como no tenía una idea- entonces porque te casaste conmigo Andrea, tu prometiste qué harías todo por llegar amarme, me juraste que tratarías de ser feliz conmigo, y no lo has cumplido Andrea, no lo has hecho, dijiste que tratarías de olvidar a Samuel, y lo sigues amando y no sabes cuánto me duele escuchar todas estas palabras de tu boca ­–dije derramando unas lagrimas, no quería que me viera así, no quería que viera como era tan vulnerable ante ella, pero era inevitable la amo tanto que no puedo evitarlo, y llore, saque toda la frustración que tenia dentro

Andrea: Horacio yo... -iba hablar pero Horacio no lo permitió

Horacio: no quiero que me digas nada Andrea, -me limpie las lagrimas, y sali de ahí no quería que me viera así

Andrea: Horacio!, Horacio, por favor escúchame –no me hizo caso y se fue caminando hasta su coche 

Ven entrégame tu amor.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora