Capitulo 32

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Después de vivir por casi cuatro años en España, decidí que ya era el momento de regresar al país donde nací; a México. Me fui de la casa porque mis padres por nunca aceptaron la relación que tenia con Mauricio, así que decidimos escaparnos para poder vivir nuestro amor libremente, pero el día que nos íbamos a escapar, encontré al amor de mi vida en la cama enredado con la que se hacía llamar mi mejor amiga, me dolió enterarme que sostenían una relación a escondidas y que solo él estaba conmigo por mi dinero que nunca me amo, sufrí tanto por el, nunca en la vida llegue a amar tanto a un hombre, como lo ame a él, así que con el corazón destrozado aun así decidí irme del país. Desde ese día prometí a no jamás a llorar por un hombre solo los utilizaría para satisfacer mis necesidades y después votarlos, era para lo único que servían. Cuando le anuncie a mi padre que volvería a México se alegro tanto que me puso a cargo de uno de sus hoteles más importantes de su cadena hotelera. El hotel "Navarros Inn", la verdad fue muy importante para mí que mi padre me otorgara el permiso de realizar algunos proyectos que tenía en mente. Y uno de ellos era expandir el hotel, de una cadena hotelera muy independiente a la que mi padre manejaba, para necesitaba buscar un nuevo socio el cual inyectara capital para la construcción de los nuevos hoteles, me dieron cinco opciones pero ninguno me termino de convencer cuando vi el último era el dueño un banco en Houston, cuando vi por primera vez su foto, se me hizo un hombre tan hermoso, tan interesante, y tan viudo. Samuel Rey Gallardo Leon, se que tenía poco en la excursión de los bancos ya que solo llevaba un año en la presidencia del banco, pero en ese año había logrado tantas cosas. Algo me decía que haciendo mancuerna con el también lograríamos tantas cosas y no solo en los negocios. Cuando llegue a Houston tome un taxi para llegar a mi hotel y hospedarme, llegue y me registre descanse un poco ya que dentro de unas horas tendría una comida para ver los últimos detalles del contrato con Samuel y con el gerente de su banco, después de una ducha me metí a bañar, me cambie y me puse un vestido color azul pegado al cuerpo, me aliase el pelo y me maquille un poco. Había pedido un taxi desde hace horas pero no llegaba estaba esperando en lo lobby, pero ya había tardado mucho decidí salir a ver si había uno, vi uno donde se estaba bajando una señora corrí para alcanzarlo, pero justo en ese momento choque con alguien se disculpo conmigo y me ayudo a levantarme, cuando lo vi mejor no podía creerlo hace tiempo que no lo veía

Valentina: Horacio ¿eres tú?

Horacio: claro que soy, Valentina no puedo creerlo no pensé encontrarte aquí en Houston

Valentina: yo menos pensé que la primera persona que vería seria a mi gran amigo Horacio pero que no piensas darme un abrazo –se acerco a mí y me abrazo

Horacio: me da gusto mucho verte, pero no me has dicho que haces por acá, pensé que aun seguías en España

Valentina: pues no amigo, regrese a México a hacerme cargo de los negocios de papá y pues este viaje no es de placer –bueno depende de cómo me vaya con Samuel – si no de negocios, y bueno por cierto donde dejaste a Andrea no me digas que se separaron

Horacio: no, como crees aun seguimos juntos y más felices que nunca, de hecho cuando se entere de que estas aquí se va a poner muy feliz

Valentina: a mí también me encantaría verla, la verdad cuando llegue allá ustedes dos fueron los únicos que me brindaron su apoyo. Pero ahorita no se podrá iré a una cita de negocios muy importante –en eso suenan el celular de ambos- hasta parece que se ponen de acuerdo para buscarnos

Horacio: parece que así es –conteste la llamada era Andrea, para decirme que su madre está organizando una cena, y quiere que este ahí, obviamente voy a estar ahí para que de una vez todo Houston se entere que está casada conmigo

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