Ven entrégame tu amor.

Capitulo 40

Llegamos al aeropuerto como a las 8 de la noche, la verdad espero que en este viaje Andrea se dé cuenta que su destino es estar junto a mí, todas mis expectativas y esperanzas se basaban en este viaje, esta era mi oportunidad para enmendar todo el daño que le hecho y demostrarle que nadie la va a llegar amar como yo, tener la oportunidad de empezar desde cero. Sé que estando alejada del idiota de Samuel se dará cuenta que lo que siente por él es más que una simple obsesión y también espero que Valentina, no se quede atrás y por lo menos trate de conquistarlo se que su debilidad por los hombres de dinero y jóvenes es mucha así que no creo que Samuel sea la excepción de que pertenezca a su lista de conquistas. Estábamos en la sala de abordar esperando nuestro vuelo

Andrea: y bueno ahora si me dirás a dónde iremos –dije un poco fastidiada

Horacio: no seas impaciente mi amor ya muy pronto lo sabrás y bueno para estar precavido vamos a transbordar en la ciudad de Monterrey y luego ya a nuestro destino

Andrea: la verdad no sé cómo le hare para aguantar estos días junto a ti

Horacio: no seas amargada sí, ya verás que te la pasaras de lo más rico –me acerque para abrazarla, pasando mi mano por mi cintura, pero ella de inmediato se alejo

Andrea: -sentí que Horacio, quería abrazarme pero de inmediato me levante de mi lugar- ahora vuelo

Horacio: está bien mi amor, que ya no tarda en salir nuestro vuelo –vi como se iba para los baños, en eso empieza a sonar su celular y lo saco de su bolsa en la pantalla decía "mi mugrosito bello", desgraciado infeliz, pero ni crea que podrá arruinarme este viaje, enseguida le colgué y apague el teléfono tampoco te daré la oportunidad mi querida Andrea de decirle al obrero donde nos encontramos y lo guarde en mi pantalón ya tendré oportunidad de deshacerme del condenado celular, en eso veía como se acercaba- mi amor ya es hora tenemos que subir al avión

Andrea: está bien, -caminamos, para formarnos para poder entrar al avión, ya estando adentro Horacio busco los lugares que nos correspondían

Horacio: aquí nos sentaremos, donde prefieres a un lado de la ventana o del pasillo

Andrea: a un lado de la ventana, bueno si es que no te molesta

Horacio: por supuesto que no mi amor, quiero que en este viaje te sientas de lo más cómoda y tranquila

Andrea: -como si en verdad pudiera- gracias –dije sentándome y enseguida se sentó a un lado mío, busque mi bolsa para sacar mi celular y mandar un mensaje a mis hermanas para decirles que está bien, pero no lo encontraba- Horacio, tu no viste mi celular no lo encuentro por ningún lado ­–buscaba desesperada entre todas mis cosas

Horacio: no mi amor, quizás lo dejaste en la casa –trate de sonar lo más tranquilo que pude

Andrea: no yo estoy segura de que si lo cargue, -por más que buscaba no lo hallaba- me podrías prestar tu celular para preguntar a alguna de mis hermanas que si está en la casa

Horacio: si toma –saque mi celular de mi pantalón

Andrea: gracias –cuando estaba a punto de hacer la llamada se acerca una de las azafatas

Azafata: disculpe, pero ya tiene que guardar su teléfono estamos a punto de despejar

Andrea: lo siento enseguida lo guardo –le di su celular de nuevo a Horacio