Un equipo con una gran historia detrás, parecía interesante.

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Faltando tres días para el viaje a Tokyo, técnicamente prefectura de Saitama, fue que me uní al equipo de volleyball de la preparatoria Karasuno. No fue por algo en particular, solo que, citando textualmente a mi madre, un equipo con una gran historia detrás, en realidad parecía interesante.

Solamente en un año, cambié de casa y todo lo que conlleva eso, unas seis veces. Cabe aclarar que no es por mal comportamiento sino por el trabajo de mis padres. Ambos tienen profesiones normales, pero su vida laboral no lo es.

Mi madre es médica, específicamente cardióloga y una de las mejores en todo Japón, y mi padre, es gerente de una empresa con demasiadas, diría yo, sucursales a lo largo del país, esta es la razón de las continuas mudanzas de mi familia.

Aunque parezca molesta, en realidad no lo estoy, esto de conocer lugares y gente nueva siempre llamó mi atención, por lo que dejar atrás una ciudad nunca hizo que me sintiera triste.

Pasar de Kanagawa a Miyagi no es algo a lo que podemos llamar drástico, pero el viaje en auto duró más de lo que imaginé. Y pensar en todas aquellas personas que ya no vería tampoco ayudó. Sí, sé que dije lo de nunca estar triste cuando me mudo, pero esta ocasión fue diferente, era la primera vez que hacía tantos amigos y además tuve novio, bueno, lo sigo teniendo.

La preparatoria en la que estaba en Kanagawa era Shohoku, yo fui la 2da asistente del club de baloncesto e iba en 3er año. Aunque el equipo ya contaba con una, igual decidieron darme la bienvenida y formar parte de él. Fue a partir de ese momento que surgieron una serie de situaciones con el escolta que lo llevaron a empezar una relación conmigo, y que hasta ahora sigue; el ala pívot se convirtió en mi mejor amigo, también lo veo como algo parecido a un hermano menor y por primera vez en la existencia del equipo, el alero mantuvo una conversación con una persona por más de 15 minutos, ese chico casi nunca hablaba y de un día para otro lo hizo conmigo; pero, todo eso es otra historia.

El llegar a Karasuno e integrarme al equipo no fue fácil, mejor dicho, pedir mi admisión al mismo no lo fue. Yo estoy en la misma clase que la ex-capitana del equipo femenino de volleyball, Yui Michimiya, y gran amiga de Dai-chan, el capitán del equipo masculino y ella fue la que me instó a formar parte de él.

Supe quién era ella porque escuché una conversación con otras chicas, en el momento que mencionó las palabras capitana y volleyball, fui corriendo a preguntar si podía aceptarme en el equipo.

- ¡Yui-san! - dije yo - ¡Por favor, déjeme formar parte del equipo que una vez llegó a las nacionales!

Ella se quedó mirándome perpleja.

- Ta... Takamine... Así es tu apellido, ¿no?

- ¡Rayos! - pensé - ¡Olvidé presentarme formalmente!

Pues sí, Yui-san tenía todo el derecho de mirarme con los ojos abiertos como platos, ella solo sabía mi apellido porque el profesor me presentó a la clase hace unas cuantas horas. Olvidé mencionar que ese era mi primer día en Karasuno, y uno no va de un momento a otro a abalanzarse contra las personas preguntando si eran de tal o cual equipo, pero ya que estábamos hablando, debía seguir.

- ¡Lo siento mucho! - dije casi gritando - ¡Sí, ese es mi apellido! ¡Por favor acépteme!

Ella solo rio.

- Takamine-san, es el equipo masculino del que estás hablando, pero si quieres, puedo ayudarte a formar parte de él.

- ¡Muchas gracias, Yui-san! - grité de nuevo - ¡Solo avíseme cuándo y cómo!

- ¡Oh! - dijo ella sorprendida - Pues, estás de suerte, Takamine-san, justo ahora el capitán se encuentra por aquí.

- ¿Eh? - fue lo único que salió de mi boca cuando Yui-san se apresuró a llamarlo y decir que alguien quería formar parte de su equipo.

- ¡Vaya, Michimiya! - dijo él esbozando una sonrisa - ¡Parece que nos conseguiste otra asistente! - En ese momento me tendió la mano, sonrió y se presentó - Soy el capitán del equipo de Karasuno, Daichi Sawamura, ¿cuál es tu nombre?.

En lugar de tenderle la mano, lo saludé de una manera demasiado formal, que consistía en esos saludos en los que uno se agachaba y empezaba a gritar su nombre.

- ¡Mi nombre es Michiru Takamine! ¡Estoy agradecida de que me tome en cuenta! ¡Voy a dar mi mejor esfuerzo! - Todo esto, lo dije gritando.

Yui-san lo miró sonriendo, mientras él me decía, lo que estaba esperando escuchar desde que llegué a Miyagi.

- Bienvenida al equipo de volleyball, Takamine.

Yo dejé de hacer la reverencia, lo miré, también sonreí y dije - Por favor, no me llames por mi apellido, es que me parece algo anticuado. Yo te llamo Dai-chan y tú me dices por mi nombre ¿Está bien?

- Bienvenida al equipo de volleyball, Michiru - todo esto lo decía mientras sonreía - Su sonrisa era muy bonita, por cierto.

- Te lo agradezco Dai-chan - y al igual que él, sonreí.

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Holas! Esta historia, que quede claro, no es un crossover, tratará del arco de entrenamiento de verano, así que unos cuantos caps serán de introducción.

Espero les guste esta historia que recién está empezando...


[Haikyuu!] ¡Solo lo llamé por su nombre!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora