Mi Vaquero Ideal [Gay] *correcciones gramaticales/ortográficas*

Capítulo 7

Cuando Samuel salió del establo se dirigió a su habitación, estaba más que contento, finalmente había encontrado el punto débil de Gabriel; era el simple muchacho. Sabía que Gabriel haría todo lo que Samuel le pidiera, hasta se regodearía ante sus pies para que dejara al muchacho tranquilo. Pero claramente Gabriel no sabía las verdaderas intenciones que Samuel tenía en manos, obviamente no terminaría con el sufrimiento de Norman, él quería hacerlo sufrir aún más, no sabía hasta qué punto pues su simple rabia le hizo mantener tal rabia hacia Norman.

"¿Pero hasta qué grado alguien puede hacer sufrir a una persona?"

Estaba parado en el marco de la puerta de su habitación, mientras sostenía un vaso de vino tinto del viñedo de sus padres, le encantaba el vino tinto, en especial el de su familia. Ya que ellos lo dejaban fermentar por más tiempo que los que comúnmente los venden en la ciudad.

Enfoco la mirada hacia la planta baja y miró a Norman limpiando las artesanías de una vitrina, lo observó con cierta compasión, pues pensó: << ¿Qué hace una persona cerca de mi edad trabajando en una casa, y como un común sirviente >>. Después su rabia volvió a él, no podía sentir lastima por él, aquel chico es una persona de clase baja, es lo único dan; lastima.
Y lo menos que ellos podían hacer era hospedarlo y alimentarlos, era justo. ¿No?

<< Solo hazlo >>, se dijo.
Claro que haría que Gabriel le otorgará aquello de hace años, y no importaba si implicaba al pobretón de Norman.

Con su mano firme tiro el vaso en el suelo, provocando que un ruido invadiera la silenciosa casa. Después se dirigió hacia las escaleras y miró a Norman que seguía limpiando las esculturas de la vitrina.

―Necesito que limpies algo. ―dijo con voz firme y fría.

Norman se giró y Samuel clavo sus ojos con los del joven, al mismo tiempo Samuel se perdió en el color grisáceo que enmendaban aquellos ojos. Pero después zarandeo su cabeza ligera y discretamente, y sólo miro a Norman que asintió y se retiró.

Después se perdió en sus pensamientos, y volvió a su habitación cuando Norman subía con una pala y una pequeña escoba, y bajo su hombro unas toallas de papel.

Se recargo a un lado de la ventana mientras miraba a Norman recoger los trozos de cristal.

―Lo siento ―susurro. Odiaba decir esas palabras, en especial hacia un pobretón. Pero tenía que hacerlo para seguir con lo que se propuso―. Últimamente he roto muchas cosas, pero quiero que sepas que no son intencionales. ―mintió con una angelical sonrisa.

Norman no se inmutó a mirarle, ni siquiera sonrió, solo arrancó un trozo del papel y lo empezó a arrastrar sobre el líquido.

―¿No dirás nada? ―insistió Samuel. Quería obtener tener cierta confianza, y para ello odiaría hacer lo que se proponía, pero tenía que hacerlo―. Sólo quiero empezar de nuevo, sé que no te trate como merecías pero espero podamos ser amigos... ¿Qué dices? ―preguntó refunfuñando.

―Y-yo... no lo sé.

―Vamos, siempre te veré por aquí y es mejor que no te mire con odio. ―mintió.

―No creo que a Gabriel le agrade esa idea, así que mejor prefiero que me odies.

Y esa fue la gota que derramó el vaso, ¿Le estaba negando su perdón? Lo estaba haciendo quedar como un estúpido.

"¿Quién se creía para hacer eso?".

Y recordó lo que tenía que hacer, hacer que se enfadara él uno con él otro.

―Bueno, te daré tiempo para que lo pienses. Esa más se lo preguntare yo mismo en persona a Gabriel, he quedado con él esta tarde, así que se lo preguntaré.
Y salió de la habitacion con una sonrisa satisfactoria en sus labios, pues había notado la confusión en los ojos de Norman.