La Boca, Buenos Aires.- 22 de Diciembre de 2021.
Juan Martin saludó a sus rivales una vez finalizado el encuentro y se acercó al banco de suplentes donde todos lo felicitaron por los tres goles que había convertido.
- Disfruten las vacaciones, chicos. Nos vemos en un buen tiempo.- se despidió el entrenador de inferiores tras una pequeña charla.
El destacado del equipo esa tarde buscó a sus padres en la tribuna y sonrió cuando ellos levantaron sus manos sonriéndole enormemente.
- ¡Que bien estuviste, campeón! - felicitó Cristian, que a diferencia de él, su hijo se desarrollaba como delantero.
- ¿Me van a comprar la play que prometieron? - preguntó con su peculiar brillo en los ojos.
Eve rió y le despeinó el cabello.- Vamos a casa a merendar y despues vas con papi a comprar esa play, ¿si?
El pequeño de 5 años asintió energetico y se encaminó hacia la salida dando pequeños saltitos.
- A veces pienso que darle todo lo que nos pide está mal. - musitó Cristian en un murmuro.
- Es nuestro hijo, Pichy. No podemos no caer frente a él.
Los tres se subieron al auto camino al pent house de Madero que Evelyn todavía conservaba con el fin de mantener vivo el recuerdo de sus amigas, con quienes no mantenía una conversacion hace bastante; ni siquiera con Lourdes, quien sólo estaba a hora y media del lugar.
Al llegar, como cada vez que entraba al departamento, miles de imagenes se visualizaban en su mente, imagenes de cada momento que vivió allí con las chicas y que reflejaban cuanta falta le hacía volver a sentirse completas con ellas cerca.
Durante los ultimos cinco años las cosas se volvieron mas serias frente a una familia totalmente armada y un trabajo importante que cumplir, Eve había madurado muchísimo pero eso no quitaba el hecho de que el silencio en el gran pent house lograba que la ausencia de las alborotadoras se sintiera aun mas.
- Las vas a ver en unos dias, mi amor. - la reconfortó Cristian sentándose a su lado.
- No sabes cuanto las extraño. - murmuró aceptando que el la envuelva en sus brazos.
- Lo sé, Eve. Pero van a volver, estoy seguro que ellas también te extrañan.
La voz de Martin interrumpió su respuesta.
- Mami, las tías están hablando en tu celular. - advirtió llegando con el IPhone en su mano izquierda.
Evelyn se separó del hombre rápidamente y agarró el móvil con brutalidad para empezar a leer. Su marido comenzó a reir cuando vio como la sonrisa de su mujer se ensanchaba por cada mensaje que leía, entonces supo que algo bueno estaba por pasar, y que eso tenía que ver con las que alguna vez fueron el famoso B0STETR0L4S.