candela g

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Londres, Inglaterra. 21 de Diciembre del 2021.

Candela tomó aire por la nariz y lo soltó por la boca para ver como éste se congelaba gracias a las bajas temperaturas que Inglaterra le ofrecía.

Sonrió al llegar a la puerta de su casa e ingresó sin mas, allí un delicioso aroma a chocolate caliente invadió sus fosas nasales.

- Veo que llegaste temprano. - murmuró Luciano bajando las escaleras descalzo.

- Sí. Gina me dejó salir antes para preparar bien lo del vuelo.

El chico arrugó el gesto ante la mención de la horrible jefa de su novia, pero terminó riendo y acercándose a ella para besarla.

- ¿Y Fran? - preguntó ella ésta vez.

- Recién se durmió, estaba molesto pero le di la mamadera y se planchó el gordo.

Cande sonrió satisfecha y agradeció mentalmente que Luciano cumpla el rol de padre perfecto que siempre quiso.

- Hice chocolate, ¿queres? - ofreció el jugador caminando a la cocina.

- Dale. Voy buscando algo para ver mientras.

La chica se ubicó en el living y comenzó a hace zapping mientras desbloqueaba su celular tras sentir como éste vibraba en su bolsillo.

Una sonrisa se le formó en el rostro al ver que las chicas habían vuelto a hablar en el grupo; las extrañaba tanto.

- Las chicas vuelven al pais. - comentó a su novio después de que él le entregara una taza de chocolate caliente.

- ¿Si? Re bien entonces, capaz se puedan juntar otra vez.

Ella hizo una mueca. - No sé, las cosas cambiaron mucho.

- ¿Por qué lo decís?

- No creo que tengan tiempo para el grupo, ya todas tienen sus vidas y responsabilidades. Ademas, no las veo hace cinco años, ¿qué me asegura de que ellas siguen sintiendo lo mismo que yo?

Luciano ladeo la cabeza sin saber que decir, tomó aire para soltar unas palabras pero finalmente prefirió guardar silencio.

- Volveremos a Inglaterra en un mes, si se da lo del reencuentro no quiero volver a sufrir como esa vez. Me dolió de una forma inhumana acostumbrarme a no estar con ellas.

- Ya sos una adulta, mi amor. Cuando te tocó encarar una nueva vida acá tenías apenas 20 años, ahora tenes a una familia por la cual prenderte en cada momento difícil. - le sonrió abrazandola por los hombros.

- Te amo muchisimo. - soltó mordiendose el labio inferior en cuanto le empezó a temblar, en una clara señal de que estaba a punto de llorar. - Me encontraste totalmente rota hace unos años y te encargaste de recomponerme, y me diste lo mas hermoso que hoy tengo en mi vida, no se como agradecerte todo lo que hiciste y haces por mi y Franco.

- Yo te amo, Candela, a vos y a nuestro hijo, no tenes nada que agradecer.

Hubo un pequeño silencio en donde el jugador pareció pensar dos veces lo que diria a continuacion, aunque nuevamente permaneció en silencio pero con una gran sonrisa tras la idea que habia pasado como un flash por su cabeza.

- ¿A dónde vas? - preguntó ella al sentir como se separaba de la nada.

- Tengo que hacer un par de llamadas. - respondió subiendo las escaleras, camino al baño.

Luciano se aseguró de que se novia no estuviera cerca antes de sacar su celular y buscar el numero de Erbes entre los contactos.

- ¿Luciano? - preguntó el, todavia, jugador de Boca con confusión en su voz.

- Si. Escucha, no tengo mucho tiempo y hay que hacer esto rápido...

Cristian lo interrumpió.- ¿De que hablas?

- Quiero que arreglemos una juntada para las chicas; Cande me contó que todas vuelven pero que no se ponen de acuerdo para reencontrarse.

- Mujeres. - volvió a interrumpirlo divertido. - Me copa la idea, hagamos un grupo con los otros a ver que dicen.

El llanto de Franco no le permitió seguir hablando, cortó torpemente la llamada y salió disparado hacia la habitación de su hijo, a la cual segundos antes Cande había ingresado.

- ¿Con quien hablabas? - indagó ella una vez que había logrado calmar al niño.

- Es una sorpresa. - sonrió mirándola.

Candela le devolvió una mirada de desconfianza, pero sabía que nada malo podría venir del hombre que amaba y había estado con ella en el camino que la llevó a convertirse en la conocida arquitecta que hoy era.

- No me gustan las sorpresas. - mintió, lo que ella detestaba era la intriga.

- Ésta si. - afirmó él antes de besarla.

5 years later.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora