París, Francia. - 22 de Diciembre de 2021.
Giovani apagó la alarma de su celular con pesadez y se frotó los ojos antes de removerse incómodo. A su lado, la pequeña Pía dormía plácidamente mientras que Tony parecía estar despertando en su cuna junto a la cama matrimonial que, en teoría, compartía con su mujer.
- Ésta mujer. - murmuró para él mismo al encaminarse al baño.
Una vez hechas sus necesidades, se dispuso a salir del cuarto camino a la cocina.
- ¿No podías dormir? - preguntó él sobresaltando a la chica.
Daiana se giró a verlo asustada pero terminó curvando sus labios hacia arriba en una sonrisa.
- Pía me despertó cuando entró a nuestro cuarto, creo que tuvo una pesadilla. - respondió haciendo una mueca.
- Es la quinta noche que hace lo mismo, Dai. Me resulta incómodo dormir todos en la cama. - inquirió dando dos pasos hacia la heladera, de donde saco el jugo de naranja y mermelada para las tostadas que había sobre la isla.
- No iba a decirle que no, es una niña. - musitó ella sentándose a desayunar.
- La estas malcriando.
- Tiene cuatro años. - se apresuró a responder con una mala mirada.
Él alzó los brazos riendo.- Está bien, ganaste.
Pronto el llanto de Anthony interrumpió la paz y silencio que había entre ambos, se miraron por un momento pero el jugador terminó levantándose para ir a ver a su hijo.
Al ingresar al cuarto vio como la pequeña se cubría la cabeza con la frazada para evitar escuchar el llanto de su hermano y así Seguir durmiendo. Lo Celso rió y se acercó a ella para destaparla.
- Pía, amor, tenes que ir a ducharte para el viaje. - murmuró tratando de no provocar el mal humor en su hija.
Le besó la frente para después alejarse hasta donde estaba el bebé.
- Buenos días bebé, ¿estás de mal humor? Veni, vamos con mami para desayunar. - musitó con una voz aguda haciendo que la criatura calme su llanto.
- Papi, ¿hoy viajamos a ver a la tía Anto? - una voz todavía mas fina interrumpió su salida.
El jugador volteó a ver a su hija y le sonrió.- Si, mi vida. Hoy nos vamos a Argentina.
En el piso de abajo, Daiana mantenía una conversacion vía WhatsApp con su hermana, donde ultimaban detalles de la cena que tendrían para festejar la Navidad, y posterior a eso las vacaciones que compartirían en Capital.
En una esquina de la cocina Dai podía apreciar unos cuantos cuadros con fotos de su antiguo grupo, el cual abandonó para seguir a su novio hasta Francia, donde él se desarrolla como jugador de Paris Saint-Germain hasta el dia de hoy. No se arrepentia de nada, pero si le hubiera gustado seguir teniendo un mínimo de contacto con ellas, aunque no podia culparlas por ir tras su sueños justo como ella lo había hecho.
Ahora, unos cuantos años después, llegó la hora de volver a pisar suelo argentino en unas merecidas vacaciones de su trabajo como diseñadora de ropa para Louis Vuitton, sin saber la increíble sorpresa que su novio estaba organizando con algo de ayuda de sus cuñados.