Capítulo 10

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Capítulo 10

-A-Adda...- rompo el silencio.

-¿mm?- responde ella.

-h-hoy es día libre así que...- me cuesta trabajo articular –estaba pensando si... ¿quieres que vayamos a algún lado juntos?- ¡ya! Lo dije.

-mmm...- responde dudosa y luego se queda cayada, <responde por favor> -sí, me gustaría mucho

<¡Si señor! Espera... ¿por qué me emociona tanto?> pienso mientras me levanto para luego decir...

-y... ¿adónde quieres ir?

~Narra Adda~

<Oh por Dios, ¡me invitó a salir!> pienso emocionada, pero no debo expresarlo tan abiertamente, lo incomodaría.

-mmm... sí, me gustaría mucho- respondo tranquila pero feliz.

-y... ¿adónde quieres ir?- me dice Aegeous

<¡Rayos! No conozco nada por aquí> pienso, <mmm... ¡ah, ya sé!>.

-mmm... pues, no conozco mucho por aquí pero el otro día escuché a unos alumnos hablando de una plaza nueva que queda aquí cerca.- respondo volteándolo a ver.

~Narra Aegeous~

<Una plaza... ¡ah, ya sé cuál!>.

-perfecto, vamos allá entonces- le respondo –sólo dame tiempo para cambiarme y nos vamos

Hasta ahora me fijé bien, Adda ya está cambiada, <¿a qué hora se habrá levantado?> pienso. Sacudo mi cabeza y me dirijo a los cajones de mi cama para buscar algo de ropa que vaya bien para la ocasión. Lo encuentro y me meto al baño.

Una vez adentro, me cambio, me peino, me pongo desodorante, y me pongo loción; me miro al espejo y... no me convence. Me vuelvo a peinar, esta vez con más empeño y ahora sí me gusta. <¿Por qué me preocupo tanto por estas cosas?> pienso mientras río viéndome al espejo. Doy un fuerte suspiro y salgo del baño, y lo que veo me sorprende; frente a mí está Adda de espaldas, usando un atuendo completamente diferente al que estaba usando antes. Antes traía unos pantalones de mezclilla y una sudadera, pero ahora... wow. Está usando una falda, corta pero no mini, roja, unas botas altas y afelpadas blancas y un suéter de hombros caídos blanco que deja al descubierto los hombros y una parte de la espalda, dejando ver los tirantes de su sujetador, el cual es negro. Justo ahora se está colocando una bufanda roja como su falda, la cual cubre sus hombros. Se ve... hermosa, apantallante. Me quedo sin palabras, hipnotizado por la belleza que se encuentra frente a mí. Entonces dicha belleza se gira y me mira.

-wow, estás... hermosa- dejo salir.

-g-gracias- responde Adda y luego se le tiñen las mejillas y la nariz de rojo, ahora se ve hermosa y tierna –t-tú también te ves muy g-guapo...

<¡¿Qué?! ¡¿Yo?! Imposible> pienso después que ella me dice eso. Estoy usando unos pantalones casuales negros, una camisa a cuadros gris, claro y obscuro, y un suéter negro pegado, dejando que el cuello y los extremos de las mangas se salgan y se doblen sobre el suéter.

-g-gracias...- silencio incómodo.

Nos quedamos mirando un rato y luego volteamos la mirada a sitios distintos. Yo me dirijo al mueble aparte para sacar mi celular y mis audífonos y para coger mi añillo y mi pulsera, mientras que Adda va a su escritorio y toma su celular y sus audífonos. Me pongo mi anillo y mi pulsera y digo...

-¿lista?

-mhmm- responde ella como afirmación

-entonces... vamos

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