Capítulo 13

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Capítulo 13

Nuevamente la vista de la ciudad me deja sin aliento, <jamás creí que fuera tan grande y bella> pienso. Después de estar unos segundos pasmado, un sonido me despierta de mis pensamientos... mi estómago. <Parece ser que tengo hambre> me digo a mí mismo. Sonrío y dejo la taza vacía en la mesa de cristal para luego dirigirme a la cocina. Una vez allí, me dirijo al refrigerador y veo que efectivamente está lleno con comida muy variada. Medito un momento que es lo que me gustaría comer y, cuando ya he decidido, saco los ingredientes necesarios. Me dirijo a la estufa y me pongo manos a la obra. Desde pequeño siempre cociné para mi hermana y para mí puesto que mi padre siempre estaba, o mejor dicho está, en el trabajo; no lo culpo, es gracias a eso que ahora estudio en tan buen colegio y que tengo una calidad de vida bastante buena. Y mi madre, bueno, no sé nada de ella desde que nació Shadi y cada vez que le preguntaba a mi padre, él simplemente evadía el tema. Shadi, al pensar en ella sonrío y los recuerdos vienen a mi mente...

-¿qué estás haciendo hermanito?

Giro mi mirada para ver quién me está hablando.

-¿hm? Ah, hola Shadi.-digo mientras le sonrío a mi pequeña hermana que me mira con ojos de curiosidad –Estoy tratando de cocinar una pasta pero es más difícil de lo que parece.

-mmm... ¿quieres que te ayude?- responde Shadi mientras sonríe, entrecierra los ojos y ladea la cabeza.

<¡Oh por Dios! Es el mismo gesto que hace Adda> pienso sorprendido.

-mmm, vale- respondo, la verdad es que no puedo resistirme cuando hace ese gesto -¿podrías pasarme eso que está por allá?- digo mientras señalo el lugar con mi cabeza.

-¡a la orden!- responde ella haciendo un saludo de soldado y luego corre hacia el lugar.

Cuando regreso a la realidad me sorprendo al sentir algo húmedo pasando justo por debajo de mi ojo hacia mis mejillas. <Ja, no puedo creerlo; creí que ya lo había superado pero al parecer es imposible> pienso mientras me limpio la lágrima y me sonrío cínicamente.

~Narra Adda~

<No puedo creerlo> pienso mientras me alejo <¡lo hice! Me atreví a hacerlo>. Corro con toda la felicidad del mundo, quizás haya sido un poco raro para Aegeous que simplemente le diera un beso en la mejilla y me fuera pero definitivamente valió la pena.

Sigo caminando por las calles de la ciudad con dirección a mi casa y en cierto punto del camino giro mi cabeza hacia la derecha y miro ese gran edificio de 23 pisos. <Le da mucha elegancia a la ciudad> pienso <ojalá algún día pueda subirme hasta arriba de él y ver toda la ciudad>. Despierto de mis pensamientos y sigo mi camino.

<Por fin he llegado a casa> pienso mientras abro el portón y me dirijo a la puerta principal. Toco en ésta y... nada, para variar. Tomo las llaves que siempre tengo en mi maleta por si acaso y abro la puerta. Apenas he abierto la puerta, Michi, mi gatita, viene hacia mí y se apega a mis piernas mientras ronronea de felicidad.

-¡hola Michi! ¿me extrañaste?- digo y Michi ronronea aún más.

<Sería genial que Aegeous pudiera ver esto> pienso y luego se me ocurre una idea <¡claro! Le tomaré una foto y se la enviaré>. Saco mi celular y espero el momento perfecto para tomarle la foto a Michi, luego se la envío a Aegeous.

~Narra Aegeous~

Termino de cocinarme un delicioso salmón, no sin antes ponerle una pequeña hierba encima para darle un toquecito de elegancia, y luego me siento en la isla en medio de la cocina. Mientras como, tengo mi celular a un lado para leer uno que otro artículo interesante que me encuentre por ahí y, justo cuando estoy leyendo un artículo sobre el asma infantil, me llega un mensaje... es de Adda. Mi mirada se ilumina y rápidamente abro el mensaje; es una foto de un gato angora turco con un pelaje blanco y muy bien cuidado. Debajo de la foto dice: apenas llegué a casa Michi ya me estaba esperando :3.

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