Capítulo 12

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Capítulo 12

Muchos días han pasado desde aquel día...

Ya se acercan las vacaciones de invierno y todos los alumnos están muy emocionados por ir a descansar después de tantos días de arduo trabajo y mucho estudio. Por mi cuenta, bueno, Adda y yo ya somos más cercanos; ella siempre usa el collar que le regalé y realmente creo que le sienta muy bien. Yo también uso mi collar siempre pues me recuerda a aquel día en que Adda se abrió a mí y me contó su triste historia, de la cual no hemos vuelto a hablar.

Estoy sentado en mi cama guardando mi equipaje y asegurándome de llevar todo lo necesario, cuando un mensaje me llega al celular. <¿Y ahora?> pienso mientas saco el celular y lo desbloqueo. En cuanto veo quién ha enviado el mensaje, volteo los ojos y suspiro; <mi padre>.

Hola hijo:

Me enteré que ya vas a salir de vacaciones, así que me tomé la molestia de comprarte un pequeño departamento cerca de la academia, ya sabes, para que tengas un lugar donde hospedarte. Ya mande a alguien a comprar comida suficiente y contraté un chofer que estará hospedado en el mismo edificio por si necesitas ir a alguna parte.

Que tengas buenas vacaciones.

PD: el chofer irá a recogerte a la academia.

<Dios, mi padre y sus "molestias"> pienso una vez he acabado de leer el mensaje. En ese mismo momento, Adda sale del baño y me mira. Le sonrío, me sonríe y se sienta a lado mío.

-¿qué tienes ahí?- pregunta y  mira el celular.

-ah, es un mensaje de mi padre- le respondo, ella voltea a verme y asiente.

Nos quedamos en silencio un momento y luego Adda dice...

-ahora que lo pienso, no tenemos el celular del otro ¿cierto?

Adda no se equivoca, efectivamente no tenemos el celular del otro.

-así es... ¿intercambiamos números?- le pregunto

-claro- dice ella sonriente para luego sacar su celular.

Una vez hemos intercambiado números, nos miramos por un momento con una mirada nostálgica. Cuando despertamos de nuestro pequeño trance, tomo mi maleta y la de Adda y salimos del cuarto. Nos dirigimos a la salida de la academia en silencio, nadie dice nada, estamos muy ocupados recordando. Salimos y permanecemos parados afuera...

-bueno...- dice Adda y luego voltea a verme –creo que esto es un adiós

-no...- respondo y la volteo a ver sonriente –es un hasta pronto

Me sonríe de vuelta y luego... se acerca a mí y me da un beso en la mejilla para luego alejarse, hacer ese gesto que tanto amo en el que sonríe, entrecierra los ojos y ladea la cabeza; toma su maleta, se gira y se va caminando. <Wow...> me quedo pasmado. Un sonido me despierta de mis pensamientos, es un auto que justo ahora está aparcando frente a mí. De éste sale un hombre vestido con un traje que se ve muy cómodo y unos guantes blancos.

-buenas tardes señor Aethelred, yo soy Carter Zhong, su chofer

En cuanto escucho sus nombres, llegan a mi mente sus significados: Carter cart driver es decir maneja carretas y Zhong allegiant o sea leal.

-buenas tardes Zhong

-permítame su equipaje

Asiento y le doy mi equipaje, luego me subo en el lado del copiloto del auto, Zhong sube al lado del piloto y nos vamos. En el camino íbamos muy callados y eso me incomodaba así que le pregunté...

-disculpa Zhong, ¿a dónde vamos?

-a su departamento por supuesto

-sí pero... ¿dónde está?

Zhong sonríe y me dice...

-su padre me pidió que fuera un secreto, pero no se preocupe, ya casi estamos allí

Durante el resto del camino me la paso viendo a la ventana tratando de ubicarme por las calles pero no reconozco nada así que opto por memorizar el camino. Por fin llegamos al lugar; es un edificio alto, muy alto. Bajamos del vehículo y Zhong saca mi equipaje.

-por aquí por favor- dice señalando el camino.

Pasmos por la recepción, es enorme y está decorada de una forma muy elegante. Tiene una gran sala con sillones de cuero blanco, una mesa de cristal en medio y una chimenea que ahora está encendida para mantener el ambiente cálido. Entramos al elevador y Zhong presiona el botón que da al piso 23, el último. Cuando por fin subimos hasta dicho piso miro a mi alrededor; sólo hay una puerta. Miro a Zhong confundido y éste sólo me sonríe, deja la maleta frente a la puerta y me dice...

-aquí es. Si necesita algo llame a ésta extensión- me entrega un papel –y lo estaré esperando al frente en el auto

-muchas gracias

Asiente y se va al elevador, las puertas de éste se cierran y me quedo solo frente a la puerta. <Bueno, allá vamos> pienso mientras tomo mi maleta y me dirijo a tomar la perilla de la puerta, pero me doy cuenta de que... no hay perilla. <¿Y ahora?> pienso mientras busco otra forma de entrar. A la izquierda de la puerta diviso una pequeña "pantallita". Dicha pantalla tiene marcada en ella algo que parece una huella digital y está iluminada de color azul. <¿Será...?> pienso mientras miro la pantalla dubitativo, <no pierdo nada intentando> pienso mientras acerco mi dedo y lo coloco sobre la pantalla. Ésta pasa un scanner sobre mi dedo y luego se torna verde. Inmediatamente después, la puerta se abre sola dejando ver el interior del departamento, o debería decir... ¡¿pent-house?! <Ahora sí que exageraste papá> pienso mientras niego y entro. Una vez estoy adentro la puerta se cierra detrás de mí.

Miro a mi alrededor, éste lugar es gigante. Lo primero que noto es la sala de estar; tiene dos sillones, uno para dos personas y otro individual, frente a estos hay una mesa de cristal y frente a ésta, una televisión. Hasta el fondo hay un enorme ventanal desde el cual se puede ver todo, hasta la academia. Miro al lado derecho de la sala y me encuentro con un cuarto, entro y miro con asombro que es una cocina completa con una isla en medio con 4 sillas alrededor. Salgo de la cocina y miro a la derecha de ésta, hay otro cuarto con la puerta cerrada al cual también entro; es el baño, tiene una tina-regadera, inodoro y un lavamanos con su espejo. Salgo del baño y a la derecha de éste hay otro ventanal, sólo que este es más pequeño, igual de alto pero como del ancho de una persona. Giro 90° a mi derecha y, sorpresa, otros 2 cuartos. El primero y más cercano al baño, está hecho totalmente de cristal así que miro desde afuera a través de los cristales; es un gimnasio casero con caminadora, pesas, un costal y uno que otro aparato de gimnasio. Ver el gimnasio me trae recuerdos de mi infancia...

Recuerdo que cuando era pequeño y todavía vivía con mis padres, yo era muy... explosivo con mis emociones. Es decir que cuando estaba feliz estaba MUY feliz y cuando estaba enojado estaba MUY enojado. Así que cada vez que me enfurecía, me iba al gimnasio y pasaba horas haciendo ejercicio para relajarme.

Sonrío para mí mismo debido a los recuerdos. Giro mi cabeza hacia el otro cuarto y descubro que éste también tiene la puerta cerrada. Me dirijo a dicha puerta, la abro y entro. El cuarto tiene las cortinas cerradas por lo que no puedo ver nada, así que camino cuidadosamente hacia las cortinas y las abro. Quedo hipnotizado por la vista, se ve casi toda la ciudad, claro la parte de la ciudad que queda de este lado del edificio. Me giro totalmente y ahora sí puedo ver lo que hay a mi alrededor. Veo una cama matrimonial bien tendida y a los pies de ésta un mueble con seis cajones, tres a la izquierda y tres a la derecha. Sobre el mueble hay varias fotografías en las que salgo con mi familia, pero una llama mi atención especialmente; es una fotografía de mi hermana menor. Se ve muy alegre y linda, como siempre hasta el final. Tomo la foto en mis manos y le doy un cariñoso beso, <te extraño tanto, Shadi> me digo a mí mismo. Ahora que lo pienso, su nombre le quedaba perfecto pues significa full of joy es decir llena de alegría. Devuelvo la fotografía a su lugar y me pongo a acomodar mis cosas en los seis cajones de los que dispongo. Cuando he terminado, me dirijo a la cocina, preparo un café caliente y me voy a la sala donde me quedo parado viendo a través del ventanal.

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