Cap 1

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Y sin más empezó así. Solo una frase marcó mi relación para siempre. La dejó ir. Marchar. Con un agujero hueco en mi corazón.

La verdad es que mi relación con aquel hombre no es que nos hubiera ido de maravilla, ni que nos pudiéramos echar rosas al cuerpo. Y yo me hacía creer que esto iría a alguna parte, cosa que era mentira... No sé porqué pero me dolió, que, con lagrimas en los ojos, aquel hombre me dejara.

Yo nunca le fui infiel a nadie, ni siquiera a él. Creo que la confianza, la lealtad y el respeto son la tres bases fundamentales de una relación. 
Pero en un enfado de los nuestros al cabo de una hora y media me habló un chaval que conocí en una discoteca –he de recalcar que solo me di dos besos con él y que ¡aggg por favor no me gustó nada...!– maldita la hora que le dije que tenía novio pero que lo estábamos dejando. Yo con aquel tipo no quería nada, además, tenía en mente coger mis maletas pirarme y volver a ser otra persona, cambiar de estilo de vida.
Ahí terminó la conversación, en el aire. Quizá dandole una esperanza falsa y devastadora. ¿Pero y qué? De todos modos estaba empezando a comprender que quien no pasa mierdas y hace oídos sordos a la vida no gana nada mas que palos.

Sí, fue un gran error. Un putísimo fallo. 

También lo fue que por mi parte entregara un cien por cien a una relación basada en las peleas y mentiras.

En el preciso momento en el que mi novio comenzó a comportarse como un verdadero hombre fue cuando de repente abrió mi Facebook y leyó aquella frase tan... horriblemente hiriente. Sí, me había dedicado el tiempo que estuve despechada a ligar por venganza. 

De haber querido algo con aquel chico hubiera borrado la conversación, hubiera cogido su número y probablemente hubiera quedado con él.

Pero lo hecho hecho esta... y... entre eso y aquel tipo de la discoteca...

Me dejó.

En esos momentos estaba dolida, furiosa porque el hombre de mi vida había dejado de confiar en mi porque ahora se pensaba que era como las demás. 

A lo mejor siempre fui como las demás. 

No... Él me convirtió en lo que soy. 

Cuando realmente no era así... Nunca lo fui...


Me reí.

 Creí que no era celoso, creí que eso no significaría nada para él. Por lo visto sí y hubiera preferido borrar aquello y hacer como si nada. 

Hubiera preferido no haber hecho la estúpida en internet.

Por cierto, mi nombre es Clear Power y ¿queréis saber porqué coño no dejé nunca al hijo de puta?  Porque creí que nunca encontraría no alguien como él, sino todo lo contrario, alguien que me valorara día y noche.

Atada A TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora