Los Spector

La cueva Eastwood

                  

Sábado, 1 de noviembre de 2014

         JoJoe conduce a una velocidad aproximada de los nueve mil kilómetros por hora por la autopista mientras Mackey duerme plácidamente en el asiento del copiloto. Seguramente se preguntaran, ¿por qué demonios estoy en un auto con un par de idiotas que conducen peor que piloto de carreras ebrio? Pues por la simple razón de que a Mark se le ocurrió que sería buena idea que la nueva, regenerada y transformada Lucky Clover visitara la cueva Eastwood una vez más después de tanto tiempo. "La Cueva Eastwood" es como a los reporteros les gusta llamar al gimnasio que Billy fundó cuando comenzó a entrenar a Mark lo cual aumento sus visitas y el costo de las mensualidades para entrenar ahí.

          En menos de un mes es el regreso de Mark a los rings lo cual tiene nervioso a medio equipo de Steel Fist. Las playeras con los puños de acero y el trébol de cuatro hojas se han vendido como pan caliente, según JoJoe, "La Redención" de Steel Fist está siendo aún más importante que su debut.
          No me preocupa en absoluto volver a todo el equipo Steel Fist en el mugriento gimnasio, para ser sincera siento algo como un revoloteo al pensar que voy a oler de nuevo el aroma a sangre y sudor de los boxeadores que entrenan ahí. Lo que me preocupa es que Skylar esté por ahí, no sé si seré capaz de contenerme a decirle unas cuantas cosas si la veo merodeando por el lugar aunque no creo que así sea, por lo que dicen los periódicos ella no es como Melissa, a ella no le gusta el box en lo absoluto.

          —JoJoe —lo llamo.

          —Mmm.

          —¿Crees ella vaya a estar por ahí?

          Me siento como una niña de cinco años preguntando eso, como si ella fuera un monstruo del que quisiera huir.

          —¿Skylar? —yo asiento—. Tranquila, Lucky, esa mujer no se va a parar al gimnasio aunque le lances un hechizo.

          —¿Tanto así?

          Asiente.

          —Aunque debo decirte que tiene un lugar reservado junto a nosotros el día de la pelea.

          —¿Qué?

          —Pero no te preocupes. Tú estarás en medio de Mackey y de mí, como en los viejos tiempos. —dice y me dedica una de sus sonrisas tranquilizadoras. De las mismas que me dedicaba cuando yo me cubría los ojos y comenzaba a preguntar si mi papá estaría bien después de tremendos golpes que le daban.

***

           El gimnasio es justamente como lo recuerdo. La fachada de ladrillos rojos recién pintados y la gran marquesina con las palabras Eastwood's Cave con letras negras iluminadas por millones de pequeñas luces. La fotografía de Mark impresa en una lona enorme está colocada a la perfección a un lado de la puerta principal del gimnasio, es una de las promocionales para la gran pelea en el Madison Square Garden, parece una de esas fotografías que les toma a los modelos y que colocan afuera de las tiendas. En fin, a Mark siempre le ha gustado llamar la atención.

          El viejo Tito, padre de Billy, sale a nuestro encuentro con su enorme sonrisa de oreja a oreja que muestra sus dos colmillos de oro -cortesía de Billy-, su falta de cabello es ahora más evidente que hace unos años pero sigue siendo el viejo Tito, el anciano que corría detrás de mí cada que ayudaba a JoJoe y Mackey a esconderle ese ridículo peluquín que usaba. Pero era totalmente necesario hacer ya que parecía que traía un pobre gato muerto pegado a la cabeza.