La redención de Steel Fist.

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Miércoles, 26 de noviembre de 2014.

            Madison Square Garden está repleto de gente que grita el nombre de Steel Fist mientras usan sus camisetas con puños de acero en el frente. Nadie me ha dicho contra quien pelea Mark esta noche y por más que he intentado sobornar a JoJoe y a Mackey ninguno de los dos ha cedido ante los encantos de unos buenos dulces, algo en mí presiente que no me va a gustar para nada el contrincante de Mark y que es por eso por lo que no quieren soltar la lengua pero necesito prepararme para lo que viene, necesito preparar a mi irlandés para lo que viene: ríos de sangre emanando del ring en unas cuantas horas.

            Pasamos con JoJoe y Mackey por el ring, nos señalan el camino que recorrerá Mark esta noche, seguimos por ese mismo camino hasta llegar a las puertas de los camerinos que le han asignado a Mark. Mackey empuja las puertas de plástico y This Ain't A Scene, I'ts An Arms Race de Fall Out Boy inunda mis oídos. Todo el equipo está aquí. Tito habla con Mark y le da toquecitos en la frente con el dedo índice, Billy le venda las manos y se asegura de que todo esté bien, y Sam está sentado en una esquina cantando la canción en voz baja; escucho a Ryder suspirar junto a mí, me aprieta la mano y volteo a verlo.

            —¿Recordando? —inquiere con una sonrisa de lado.

            —Bienvenido al mundo de los Eastwood. —murmuro.

            Mark levanta la cabeza y deja de escuchar a lo que Tito le dice en cuanto me ve ahí de pie. No puede creerse que de verdad haya venido, ni siquiera yo puedo creérmelo. Deje a Melissa sola en víspera de acción de gracias por venir a ver cómo le rompen el hocico a mi estúpido padre.

            Sam se levanta de su asiento y camina hacia nosotros con una sonrisa de oreja a oreja: también trae puesta la camiseta de Steel Fist, la misma que traemos Ryder y yo, solamente que la mía dice LUCKY CLOVER en la espalda.

            ¡No me juzguen! Me han obligado a usarla.

            Se detiene hasta estar unos metros separados de mí y me abraza con todas sus fuerzas. Que por cierto son muchas.

            —¡Lucky! Ya estábamos preocupados por si venías o no. —exclama sin dejar de rodearme con sus brazos.

            Puedo ver por el rabillo de mi ojo como Ryder se pone tenso cuando ve como me abraza Sam. Así es, el irlandés está celoso.

            —¿Alguien me hace el maldito favor de decirme contra quien peleamos esta noche? —pregunto a nadie en específico.

            Se miran unos a otros hasta que al final todas las miradas se posan en Mark que niega con la cabeza y sonríe con todos sus dientes.

            —Es una sorpresa, cuchu —dice—. Tu silla de siempre está apartada, a un lado tuyo está Ryder y a cada lado JoJoe y Mackey.

            —Me importa una mierda como estamos acomodados. Exijo saber contra quien vamos. —Grito. Me están tratando como cuando tenía seis años y no me agrada en absoluto.

            Ryder pone una mano sobre mi hombro y me atrae hacia él hasta que su pecho queda pegado a mi espalda. Sus manos están rojizas y me preocupa cada día más la Púrpura, en este tiempo no ha pasado nada a mayores pero su doctor dice que debemos esperar lo inesperado, nos fue difícil convencer a Damon de que estaría bien en este viaje y aunque no estaba muy convencido termino aceptando después de que Ryder le dijera que tenía que venir a ver a su suegro e ídolo en el box: Mark "Steel Fist" Eastwood, lo cual me hizo querer vomitar allí mismo.

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