El lunes a las tres en punto de la tarde, la mujer rubia se había parado frente a la puerta graffitada y tocado dos veces.
Llevaba el conjunto favorito de su marido, un vestido ajustado pero de lo más elegante de un color blanco que contrastaba hermosamente con el dorado de su piel que debía a aquellas vacaciones en el Caribe un mes atrás. El colgante de su cuello y los anillos brillantes que adornaban sus delgados dedos, debían valer lo que la propiedad del artista al que estaba visitando. Y claramente tenía puestos sus tacones favoritos, de punta cerrada y un taco aguja de lo más delgado.
Le irritó un poco el deber esperar en la puerta unos cuantos minutos, pero toda la molestia y el sermón que tenía listo para soltar en cuanto apareciera el irrespetuoso hombre, se le escurrieron en la boca sin poder salir cuando frente a ella tuvo un tonificado abdomen, dos brazos trazados por las marcadas venas y un rostro tan bronceado como su cuerpo, con una mirada llena de algo indescriptible. Era todo un adonis y ella odiaba el hecho de que su boca se hubiera secado en cuanto él había respirado casi contra su rostro.
-Señora Edwards, la estaba esperando.-
Esperando? Pero si era ella la que había debido aguardar fuera de su casa!
-Pase por favor, muero por comenzar con este trabajo.-
Ella simplemente se limitó a asentir y caminar dentro del lugar. Hacía frío, y su vestido no daba lugar a llevar sostén dado que la espalda era abierta, por lo que la vergüenza vibró en ella al notar cómo sus pezones se erguían. Pero.. había sido el frío, o había sido aquel artista vestido con no más que un pantalón holgado?
<<No.>> negó casi horrorizada ante tales pensamientos. Ahora debía ver cómo esconder su pequeño problema antes de que él lo notara.
-Acá.- apuntó al diván rojo -Hará un precioso contraste.- sonrió complacido y caminó hasta el atril que se hallaba frente éste y respiró profundo antes de volver a mirarla. -No va a sentarse? Necesito que pose.-
Una vez, ella apretó sus labios y asintió, haciendo lo que él le indicaba. Se sentó recta y lo miró fijo.
Zayn tenía ya un pincel en mano y la paleta encendida en colores primarios. Dio unos trazos iniciales y volvió a mirarla.
-Barbilla más arriba, el rostro perfilado al este.- ordenó y ella sin reprochar pero algo molesta por sentirse manejada, accedió. La luz que entraba por el gran ventanal la delineaba y se volcaban en todo el área que la rodeaba.
Sabía que debía permanecer quieta, pero los ojos del artista, yendo y viniendo de ella al lienzo, la ponían nerviosa. Parecía pintar por momentos muy lento y por otros rápido, acariciaba la tela de una forma casi pornográfica y otra vez ella sentía sus pezones duros.
<<Maldición.>>
Él lo había notado, sí que lo había hecho. Había sonreído como un buen zorro, divertido, burlándose de ella.
-Señora Edwards, no incline la cabeza, debe permanecer recta y hacia arriba si queremos algo bueno.- comentó y a ella las palabras le trastocaron. Había interpretado todo con un doble sentido que le había hecho erizar la piel, y Zayn parecía haberlo hecho a propósito. -Voy en serio.-
Estaba a su lado. Había dejado todo e ido hacia ella para acomodarla como debía. Su mano rasposa le acariciaba la mandíbula y con el índice le levantaba el mentón hacia arriba, en un gesto altivo. Su tacto.. ese mínimo roce era tan caliente como él, y por unos instantes la imagen de su cuerpo hirviendo contra el suyo cruzó su mente y se avergonzó de sí misma.
El sexo nunca había estado en su lista de cosas favoritas, y definitivamente los artistas tampoco. Ambos tenían un sabor amargo en su memoria y no podía entender por qué ese hombre despertaba en ella esa tensión..Se quedó rígida, para que él se alejara y volviera a su trabajo, aún rogando por que él no notara lo que le estaba sucediendo. Pero el moreno seguía a su lado y una mano se estaba posando en su hombro, qué estaba haciendo?
-Relájese.. dije que debía permanecer en el lugar no convertirse en estatua.- rió por lo bajo, al fin volviendo a su puesto frente al lienzo.
Durante lo que debieron ser dos horas o quizá menos, en toda la sala no hubo más que silencio. Los ojos de Zayn iban de aquella mujer al lienzo y la pintura, sin más; y ella permanecía quieta, tratando de mantener la compostura y dejar de preocuparse por los ojos ámbar que la acosaban.
Cuando percibió que él dejaba a un lado todo y se acercaba, evitó mirarlo, pero frente a sus ojos se extendió una mano manchada de rojo y negro con una expuesta gama entre ellos. Sin aceptarla, se puso de pie rápidamente; tan rápido que chocó con su pecho.
-Tranquila que no voy a hacerle nada..- rió, pero agregando por lo bajo -Nada que usted no quiera.
-Disculpe?- los ojos azules conectaron con los suyos por primera vez en horas, molestos.
-Disculpada.-
-No bromeé conmigo.-
-Yo no bromeo.- otra vez ese gesto de lamerse los labios con esa rosada lengua -Todo lo que hago y digo, Señora Edwards, va en serio.-
-Terminamos?- preguntó, cambiando de tema y haciéndose a un lado.
-Eso depende.-
-De qué depende?-
-De dónde usted quiere parar.- una vez más ese doble sentido que le ponía los pelos de punta..
-Entonces nos vemos mañana.- murmuró, saliendo a paso rápido directo a la puerta.
El moreno no hizo más que sonreírse.
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Estoy emocionada.. Idk por qué 😅 Esta semana tengo exam todos los días y es una porquería pero estaba inspirada así que acá va el segundo capítulo.
Espero que les haya gustado!
Muchas gracias por leer, votar y comentar, aprecio muchísimo que lo hagan así que espero que no dejen de hacerlo.
Hoy recibí un genial y de lo más lindo mensaje de AidePerez8 y no sé si leas esta fic pero dijiste que te han ignorado y creo que nadie tiene derecho a hacerlo, así que muchas gracias por la dedicación que le diste a tus palabras, me hiciste sonreír mucho!
Good Night
~Foreveryoung:)
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Make a Masterpiece of Me - Zerrie |TERMINADA|
FanfictionSu vida traía consigo demasiadas tensiones. Cuando su marido le sugirió hacerse tiempo y dejarse relajar con el retrato que tanto deseaba colgar en su despacho, ella pensó que la idea era descabelladamente idiota. Pero sus pensamientos no pudieron p...