Make a Masterpiece of Me - Zerrie |TERMINADA|

~Capítulo 8~ completamente desnudo

No existía noción del tiempo alguna para ella, pensar resultaba imposible cuando tantas terminaciones nerviosas estaban siendo encendidas sin descanso por el hombre escondido entre sus piernas.

Zayn atentaba contra su autocontrol cada vez que tanteaba el clítoris con la lengua y tiraba de  él apretándolo entre los labios. No hacía más que excitarla y excitarla sin perdón hasta que su escancia le goteara en la boca y entonces poder lavarla y volver a empezar con aquel recorrido placentero. La mantenía siempre al borde, haciéndola vibrar y suspirar. Y estaba seguro que en la espalda tenía tatuado un par de agujeros a causa de los tacones de la mujer.

Por un segundo Perrie se preguntó si estaba respirando, puesto que el rostro masculino estaba enterrado sin mesura en su pubis y todas las zonas esplendorosas que cualquiera con gusto por el sabor femenino podría amar. La sensación, por momentos, resultaba abrumadora.
En especial cuando sintió un par de dedos introducirse en su interior hasta rasparle en la poción rugosa que le hizo picar en placer. Algo que jamás había sentido, y los invasores no dejaban de rasparle en aquel lugar mágico.

-No puedo respirar.- logró murmurar, y por primera vez le pudo ver los ojos ámbar al artista desde que había bajado a por sus bragas.

Y éste le sonreía, sin dejar de penetrarla con los dedos de su mano hábil, en un compás abrasador.
La imagen de su boca inflamada y sumamente mojada hasta la punta de la nariz, le dio directo en las entrañas. Toda ella estaba impregnada en el rostro masculino, y él parecía disfrutarlo.

-Sólo tome aire. Y disfrute.- le respondió, presionando tanto las yemas de los dedos contra su punto más sensible que la rubia gritó -Déjese ir.- besó sus pliegues con cariño -Déjeme probar lo dulce que es.-

Sintió entonces que los dedos en su interior intentaban abrirse y crear un espacio entre ambos, algo que le hizo apretar los ojos en incomodidad; hasta que sintió la lengua lamiendo entre ellos. Y la sensación empezó a ser demasiado.
Las piernas le temblaron, los muslos se contrajeron y de alguna forma él fue capaz de capturar y trabajar todo el sexo femenino con la boca y las manos.

El sonido que emergió de la garganta sonó estrangulado, y ella se convulsionó, entre un orgasmo y la dificultad para respirar que estaba experimentando. Incluso sintiéndose hipersensible, Zayn tomaba de su interior cada gota de esencia.

Cuando Perrie abrió los ojos, él estaba buscando su boca para compartir con ella la intimidad de lo que había resultado una experiencia tan placentera que le había quitado el aliento. Creía que fundirse en un beso en aquel momento era inoportunamente imposible al serle tan difícil inhalar, pero una vez que los labios se tocaron, ya nada se sintió inconcebible.

Debía confesar que la forma en que la tocaba la hacía sentir muy bien.
La hacía sentir deseada, y satisfecha.

Él había descubierto la sensibilidad especial en sus senos y parecía fascinado con ello, dado que viajaba de ellos a su boca una y otra vez sin lograr decidir qué área del cuerpo le gustaba más para permanecer tocando y besando.
En ese momento estaba retorciéndole un pezón mientras la otra mano acunaba el otro pecho y las lenguas se rozaban seductivamente.

-¿Se siente bien?-

-Sí.- no iba a negarlo, no cuando realmente estaba gozando, y su intimidad le dolía por la necesidad de sentirse llena. -Mucho.-

-Me alegra oír eso. ¿Puedo continuar?-

Continuar.. La piel se crispó al imaginar lo que él podría hacerle si continuaba.