¿Qué diablos hacía ahí?
Aún no podía saber la respuesta, pero más allá de la humillante y renegada razón que fuera verdaderamente, la realidad era que ella estaba en frente de aquella puerta grafiteada. A unos pasos del hombre menos caballeroso y más desvergonzado que jamás hubiera conocido.
Definitivamente no se esperaba lo que de repente apareció frente a ella.
El artista, sumamente masculino y que siempre había visto a medio vestir y descuidado, estaba vestido de traje. Un traje que era evidentemente barato y de una calidad que dejaba mucho que desear, pero traje en fin. Y le quedaba absolutamente bien, entallado al tonificado pero para nada exagerado cuerpo.
-Señora Edwards.-
La última vez que lo había visto él había hecho esa inconcebible sugerencia y ella sin decir palabra alguna se había marchado, totalmente indignada. Pero ahora estaba una vez más en aquel desgastado lugar, sin siquiera haber sido citada.
-No esperaba verla el día de hoy. Creí que iba a tomarle más tiempo superar mi comentario.-
-No se atreva.-
-¿Por qué está acá?-
No lo sabía. Porque definitivamente no estaba ahí por el retrato.
-Quiero terminar pronto con su trabajo. Estoy perdiendo demasiado tiempo por un capricho que siquiera es mío.- intentó sonar segura, lográndolo.
El hombre frente a ella sonreía con aquella picardía que tan bien lo caracterizaba.
-Como verá, no estoy en condiciones de trabajar. De hecho, en unos minutos debo irme.-
-¿Cuándo se supone que vamos a acabar con esto?-
-Tiempo al tiempo.-
-No puedo seguir esperando. Esto es demasiado tedioso para prolongarse tanto.-
-De acuerdo, ¿quiere venir mañana a la hora de siempre?-
-Como querer no quiero, pero si promete terminar el retrato..-
-No le creo.- la interrumpió, cruzado de brazos pero aún con esa sonrisita burlona de lado.
-¿Disculpe?-
-Si realmente no tiene ganas de estar acá, entonces ¿por qué vino sin cita o acuerdo previo? Uno no llega a los destinos porque sí, y cuando no se sabe la razón, la respuesta está acá arriba.- señaló a su cabeza.
-¿Ahora psicoanaliza?- atacó, como estaba acostumbrada a hacer cuando se sentía insegura o incómoda -¿A caso va a mencionarme a Freud también?-
-No voy a meter a Freud en esto, señora Edwards. Solo intento ayudarla a resolver sus inquietudes, como es por ejemplo el por qué está acá.-
-Ya le dije por qué estoy acá.-
-Y yo le dije que no le creo.-
-Olvídelo.- exclamó ofuscada, moviendo su respingada nariz.
-¿Quiere que la invite a pasar?-
-Por supuesto que no.-
-¿No era que venía para que continúe con el retrato?-
-Usted dijo que estaba por irse.-
-Mi reunión es en casi una hora, tengo tiempo.-
-¿Reunión?-
-Los artistas también negociamos, aunque no lo crea.-
La mujer no supo hacer más que fruncir los labios con fuerza.
Y pasar dentro de la casa cuando él se hizo a un lado.
-¿Quiere tomar algo?-
-No.- negó -Quiero ver el retrato. Necesito saber que falta poco y que está valiendo la pena perder tanto tiempo acá.-
-Le aseguro que lo vale.- respondió -Pero no puede ver el retrato.-
-¿Por qué no?-
-Aún no está terminado.-
-Solo quiero ver cómo está quedando.-
-Sus ojos solo pueden ver el resultado final.-
-Quiero verlo ahora.-
-Me temo que no puedo permitirle eso.- insistió, deteniéndole el paso al tomarle un brazo.
-Suélteme.-
-Si la suelto va a ir corriendo a donde sabe que está el retrato.-
-Las damas no corren, no en tacones como estos.-
-Eso es algo machista.- comentó el artista.
-Se llama clase.-
-Apreciaría muchísimo que dejara constantemente de esforzarse por fingir elegancia.. ¿Así fue criada?-
<<No.>> calló la respuesta.
-Me preguntó si no existe al menos un momento en el que un poco de sangre le recorra las venas..- murmuró sin soltarle el agarre firme sobre su pálido brazo -Y deje toda esa mierda de la clase y los estrechos modales. Las mujeres hermosas no deberían ser así de estiradas.-
-Suélteme.- estaba nerviosa, odiaba que ese hombre lograra sacarla de sus papeles -Y no me vuelva a hablar así.-
-¿O qué?- preguntó con cierto desafío.
-Suélteme.-
-¿Es eso lo que en verdad quiere?-
-¿Cómo se atreve..?-
La pregunta casi fue finalizada, pero no se completó. Algo lo interrumpió.
La boca masculina le cubría los labios y se los separaba con la presión de una húmeda lengua.
Lo peor de todo era que ella se lo permitía, y entonces respondía. Con una necesidad que no sabía que tenía o que si quiera alguna vez había tenido en su vida.
Sintió la mano fuerte de aquel hombre metérsele entre los cabellos dorados y dirigirle la cabeza a su gusto para poder profundizar más el arduo beso; mientras que con la otra estaba delineando le perfil de uno de sus brazos.Entonces sintió que le apretaba en aquel lugar de su muñeca.. Aquel que nadie debía tocar ni mirar; todos los recuerdos vinieron a su mente.
Solo se escucharon dos cosas en ese instante, las respiraciones agitadas y el ruido seco de la mano femenina contraria a la cicatriz separándolo de una cachetada.
No hubo palabras ni explicaciones. Simplemente la mujer casi corriendo fuera del lugar, con el artista desconcertado y una mejilla hirviendo.
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Al fin actualizo! Estaba deseando poder hacerlo.
Espero que les haya gustado porque a partir de ahora viene lo divertido..
No sé si alguien vaya a leer esto, pero si lo hay, gracias! En especial si votar y me dejan su opinión en los comentarios 😅
Voy a seguir cuando antes pueda.
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Make a Masterpiece of Me - Zerrie |TERMINADA|
FanfictionSu vida traía consigo demasiadas tensiones. Cuando su marido le sugirió hacerse tiempo y dejarse relajar con el retrato que tanto deseaba colgar en su despacho, ella pensó que la idea era descabelladamente idiota. Pero sus pensamientos no pudieron p...