Make a Masterpiece of Me - Zerrie |TERMINADA|

~Capítulo 6~ deseo

-Creí que no iba a volver a aparecerse por acá.-

Desde el día en que aquella mujer le había plantado una marca en la mejilla para luego huir sin importarle el maquillaje desparramado alrededor de sus tentadores labios; no había vuelto a oír de ella. Durante casi dos semanas no había tenido señal alguna suya y solo le quedaban los trazos de pintura en el lienzo que guardaba.
Sabía que iba a volver, el comentario era simplemente para molestarla. Él estaba ansioso por ver qué tendría ella que decir considerando la forma en que se había despedido la última vez que se habían visto.

-Mi marido me hizo volver.- respondió tras inspirar, rogando permanecer serena.

-¿En verdad? Grandioso, no hay nada que yo admire más que un marido con la mente abierta. Compartir es uno de los verbos más sanos del diccionario.-

-Santo cielos. Cállese. Mi marido no comparte nada, y menos aún con alguien como usted.-

-¿Alguien como yo?-

-Un descarado.- respondió, mirándolo como siempre con el entrecejo fruncido -Un irrespetuoso y..-

-Un inmoral, un artista.- acabó su frase, casi mofándose de su vocabulario y expresiones -Discúlpeme, pero como ha notado el nivel extremo al que llega mi sinceridad; voy a mencionarle sin cuidado que si sigue frunciendo tanto el ceño, mi cuadro va a acabar siendo más arrugas que mujer.-

La rubia estaba molesta. Molesta y mucho. Detestaba cómo la desafiaba, detestaba recordar que ese hombre la había besado y ella lo había disfrutado.

-Su rostro relajado es mucho más agradable.- le recalcó, al notar que las expresiones femeninas se suavizaban -Supongo que para eso ayudan los buenos recuerdos, ¿verdad?-

-No. Las inyecciones de ácido hialurónico son fantásticas.-

-Demasiado joven para someterse a ese tipo de tratamientos.-

-Usted es más joven que yo.-

-Lo cual no significa que no tenga más experiencia.- sonrió.

-Es tan impertinente.. ¿Cómo puede ser que se permita hacer todos esos comentarios a una dama?-

-Tal y como usted me permitió besarle.-

-Jamás accedí a que hiciera eso.-

-Responder es considerado acceder en estas situaciones.-

-Yo no participé, fue una absoluta falta de respeto.- estaba mintiendo tan descaradamente.. En ese instante ella estaba tan mal como él.

-Pues para no haberse compenetrado con el beso debo admitir que se sintió muy bien. Sobre todo cuando su lengua..-

-¡Ya basta!- le detuvo exasperada, no quería recordar ese momento, no quería que su cuerpo se exaltara como lo hacía cada vez que el rostro del artista le reaparecía. -Sólo quiero que haga su trabajo, acabe con el maldito retrato y yo pueda irme a mi casa.-

Los ojos ámbar la escrutaron unos segundos y finalmente pareció darse cuenta que la incomodidad de ella no era agradable. Así que asintió y la hizo pasar al lugar que ella ya conocía de memoria tras pasar tantas horas sentada con los ojos puestos en la nada.