~Capítulo 11~ experimentar

188 12 2
                                    

Las manos femeninas poco a poco estaban empezando a sentirse más cómodas en la piel de aquel hombre y ahora se deslizaban paseándose centímetro a centímetro disfrutando del descubrir las diferencias anatómicas y estructurales entre un cuerpo masculino y el propio de una mujer. Deliciosamente distintos.
Donde ella guardaba carne tierna y se ensanchaba, él se estrechaba y se tensaba tonificado. Nunca había imaginado que disfrutaría tomando el trasero de un hombre como sabía a ellos les gustaba manosear el de las mujeres.

Aún dándole besos cortados y más inocentes, le resbaló una palma por los abdominales y acarició con la punta de los dedos el miembro viril que ya había comenzado a despertar tiempo atrás. Por primera vez realmente deseaba estimularlo y verlo de cerca en todo su esplendor. Quería conocer la satisfacción de saber complacer a un hombre conscientemente, sin sentirse usada.

La piel que cubría aquella zona del cuerpo era tersa, espacialmente suave y tibia al tacto. Resultaba agradable.

-¿Alguna vez se detuvo a admirar realmente a un hombre? ¿Explorarlo?-

El miembro caliente saltó entre sus dedos. Y a ella le gustó la sensación.
Por inercia apretó el tronco en su mano y pudo percibir cómo la respiración del artista fluctuaba. Volvió a hacerlo y su palma se movió hacia arriba y hacia abajo. Con las yemas acarició la punta húmeda, era extremadamente dulce al tacto, no podía dejar de pensar en ello. Y descubrió una delgada porción de piel que se corría hacia abajo al deslizar su mano. Por un momento temió que se pudiera romper, o que le lastimara moviéndola.

-Eso.. ¿eso duele?- preguntó, queriendo prevenir antes que curar.

-Esa, es una de las mejores partes de un hombre para estimular.- la voz ronca explicó -Es hipersensible.-

-¿Esto se siente bien?-

-Mierda, sí.-

Incluso le pareció algo gracioso cómo se movieron las aletas de su nariz, los párpados masculinos somnolientos.
Poco después ella ya había apretado el pulgar más de una vez contra la hendidura del glande y sin quererlo había irritado la zona.

-Perrie.-

-Lo siento, eso dolió, ¿cierto?-

-No te preocupes, sólo..- por primera vez tomó su mano con la propia, y la hizo tomar el miembro una vez más por el tronco, apretando con fuerza hasta que él gimió; y una gota perlada asomó en la punta. -Sí, así.-

Ella comenzó a tomar ritmo, como si estuviera entrando en confianza por esa mínima indicación que él le había dado.
Y le gustaba verlo cómo reaccionaba.

Le gustaba él.

Tenía los ojos cerrados, y por momentos no podía evitar echar su cabeza hacia atrás. Verlo así resultaba alentador para la mujer, pero sabía que aún quedaba muchas cosas por hacer. Quizá fuera inexperta, pero sabía que en el sexo había una gama de colores muy extensa de la cual ella a penas podía contar unos pocos tonos similares entre sí.

James podía ser muy soso en la cama y siempre se salteaba los juegos previos, así como era seco y egoísta - puesto que lo único que le importaba era conseguir un poco de fricción y alcanzar su propio orgasmo. Siempre había sido más como un deber que una actividad recreativa, y jamás se había enfocado en su mujer; probablemente si quiera le había preocupado demasiado que ella estuviera pasando un buen momento, sin embargo ella misma sabía que nunca se había quejado.
Recordaba alguna vez que su marido le había pedido que le practicara sexo oral, incluso recordaba con desprecio oírlo mencionar que era "la especialidad de las prostitutas" y que ella se había sentido nauseosa al oírlo. No imaginaba que James pagara por sexo porque él realmente no era un aficionado, y era demasiado frío y calculador para darle tanta importancia; pero eso no quitaba lo machista que siempre había sido, y que probablemente quería que ella le cumpliera el capricho para poder jactarse con sus amigos en esas charlas denigrantes e idiotas que más de una vez se había encontrado escuchando al pasar cerca del living en la noche de un sábado.
La felación había sido una experiencia insulsa para el hombre y desagradable para Perrie.
Pero ahora que ella estaba redescubriendo su sexualidad con aquel artista descarado, y que había visto que él estaba dispuesto a permitirle experimentar y por qué no enseñarle; quería hacer las cosas cuya existencia conocía pero las cuales nunca había podido dedicarse a practicar, y quería hacerlo bien.

-Voy a ser sincera.- mencionó sin mirar a Zayn a los ojos, pero sabiendo que él la observaba al haberla sentido disminuir los movimientos rítmicos de su mano y haberse arrodillado frente a él -Jamás hice esto, al menos no propiamente.-

-¿Y quiere hacerlo?-

La mujer asintió, aún combatiendo con la vergüenza que le tironeaba, pero dispuesta.

-Pero quiero hacerlo bien.- murmuró, dejando de mirar los vellos que se enredaban en su ingle para verlo a la cara.

-No se hace una idea de lo excitante que es verla así.- respondió, acariciándole el rostro con una mano. Con el pulgar le recorrió el labio inferior y lo dejó en su parte más carnosa. -Acéptelo.- incitó, presionando hacia el interior de la boca -Y ahora succione.-

La mujer obedecía y acataba los consejos. Y aún no lo había notado pero estaba calentándole las entrañas al hombre frente a ella, de una forma que jamás hubiera imaginado poder lograr.

-¿Por qué no se quita el vestido?-

-¿Cree que pueda mancharse?-

-Sí si continúa usando su boca de esa manera.-

Él se inclinó y deslizó el cierre hacia abajo, permitiéndole a ella deshacerse de la prenda de ropa para quedar completamente desnuda a excepción de las bragas color carne. Zayn debía aceptar que se había acostado con muchas mujeres en su vida, y sin embargo se sentía más excitado que lo que creía debería ante la idea de la boca de esa mujer en su entrepierna.

Perrie volvía a tomarlo en una mano; iba despacio, algo nerviosa. Con la lengua acarició la punta del falo y poco a poco se animó a continuar, tomándolo con la humedad de su boca y siguiendo su instinto.

-Eso está muy bien.- le oyó jadear. -Realmente bien.-

——————————————————————————————————————————

En marzo van a hacer dos años del último capítulo que subí de esta historia y cuando dije que tardara lo que tardara iba a darle el final que merecía, no mentía.
El 2018 fue un mal año y el 2019 fue muy bueno pero me tuvo ocupada 24/7. Probablemente mi 2020 sea igual, así que voy a intentar terminar esta historia antes de marzo.

Perdón por la tardanza. Tiene todo el sentido de mundo que muchos de los lectores de esta historia ya no estén más en esta plataforma o que hayan olvidado de que iba la trama; pero si aún hay alguien del otro lado leyendo, espero que el capítulo les haya gustado y me lo hagan saber en los comentarios.

Probablemente esta historia no tenga más que quince capítulos, así que es posible que los próximos sean los últimos!

Make a Masterpiece of Me - Zerrie |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora