FanFic del Manga Jojo's Bizarre Adventures: Steel Ball Run.
Pareja: Gyro x Johnny
En un universo en el cual Gyro ganó la carrera y Johnny volvió a ser parte de la familia Joestar, es en donde se desarrolla está historia.
La amistad que forjaron en E...
Desde la llegada del telegrama, el joven italiano no había parado de pensar en lo mucho que extrañaba sus largas conversaciones con su amigo. No hacía mucho que había vuelto a su hogar y ya deseaba irse lo más pronto posible.
Por primera vez se había dado cuenta que ya no pertenecía a aquel lugar que tiempo atrás pudiera llamar hogar, en menos de cinco años las personas que él había considerado sus familiares y sus amigos ahora eran menos que conocidos, su padre no le dirigía mucho la palabra sobre todo luego de haberle confesado que no deseaba volver a ocupar el puesto de verdugo de la corte, sus hermanos eran pequeñas copias de lo que él fuese antes de partir a Norteamérica. La vida que él conocía había cambiado de manera vertiginosa y, por la manera en que las personas lo miraba, él era quién más se parecía a un extraño.
Tenía en una mano el telegrama de Johnny y con la otra tamborileaba los dedos mientras esperaba a encontrarse con el Rey.
Antes de haber salido de su país, Gyro jamás tuvo que esperar a tener una audiencia con su Alteza, él siempre lo esperaba y lo hacía llamar constantemente junto a su padre, sin embargo ahora debía esperar como cualquier otro empleado de la corona, ya no habían palabras amables de parte de quienes habían sido sus compañeros. Cada ser viviente que pasaba por aquel lugar lo miraba de reojo con decepción. Se preguntó si el rey al cual servía aún estaba tan decepcionado como sus antiguos pares.
Gyro había salido de Italia en busca del indulto real para el pequeño lustrador de zapatos y luego de obtenerlo volvió sin despedirse a Estados Unidos, aceptando un trabajo no muy bien pagado como médico del hospital del pueblo en el cual se había decidido a vivir.
Si su Alteza le preguntaba por sus motivos ¿qué le respondería? ¿Era posible que él entendiera que se quedó por amor? Por que eso era: amaba el pueblo, amaba la cultura de los americanos, amaba su nuevo hogar, sus nuevos amigos, a Johnny.
Con sus manos ocultó su rostro cansado de tanto pensar en las palabras que iba a utilizar en su audiencia. Jamás había tenido que ser tan cuidadoso con alguien, siempre había tenido confianza en el Rey y este siempre le había respondido con la misma confianza, pero había cometido un grave error y muchas cosas había echado por la borda luego de la carrera.
La puerta de la oficina del monarca se abrió.
Se levantó de inmediato.
Vió salir a uno de sus hermanos vestido con las ropas de verdugo de la corte, con las Steel Balls en ambos lados de sus caderas atadas con sus fundas de cuero.
El Rey iba detrás del muchacho y colocándole una mano en el hombro le dijo algo al oído en voz baja. Su hermano asintió.
Gyro saludó a su hermano, pero con tristeza, se dio cuenta que este se había convertido en una copia exacta de su padre. El problema no era que se le pareciera sino saber que su hermano era mucho más propicio para el puesto de verdugo de lo que Gyro lo fuera jamás.
Por primera vez agradeció haber tomado la decisión de volverse completamente en médico. Sí, él servía para salvar vidas y no quitarlas solo por que la corona así lo deseaba. Era feliz conversando con sus pacientes, era feliz sin acatar las órdenes de su padre.
Mientras estaba perdido en sus pensamientos mirando hacia donde había desaparecido su hermano el Rey lo observaba, al darse cuenta lo miró a los ojos en un acto desafiante pero volvió a sentirse desnudo, como el niño al que le preguntaban su edad cada año y aún así ya no sentía el miedo que alguna vez aquel hombre le había dado.
El Rey lo hizo entrar a su oficina.
La estancia parecía un lugar hogareño gracias a la chimenea que estaba encendida. Era un lugar amplio con muebles de maderas rústicas.
Cuando el monarca se sentó, Gyro lo reverenció.
-Alteza, he venido a...
-No te he dado permiso para hablar.
-Mis disculpas.
El monarca lo miró sin reproche, casi sonriendo. Sin decirle nada, firmó un documento y le puso el sello real.
-Ahí está. -Siguió mirándolo a los ojos. Le tendió el documento.
-¿Alteza?
-Si no volviste cuando te hice llamar, debe haber algo importante en ese lugar. Vete y que Dios ilumine tu camino.
Gyro lo reverenció sin dejar de mostrar su alegría, con el documento en la mano, apretándolo con fuerza al igual que el telegrama.
-Solo espero que ese amor sea correspondido. ¿Ya se lo dijiste?
Gyro se sonrojó.
-A eso vuelvo.
-Espero que sea una buena mujer, que te dé hijos y una vida plena.
-Fisiológicamente es imposible.
Dejó al Rey con su cara de sorpresa y salió de la estancia evitando reír como un loco.
Con aquello en la mano ya no había nada más que hacer en aquel lugar más que recoger sus cosas y comprar el pasaje de vuelta a Estados Unidos. Por primera vez en meses ya no le importaban las miradas de rechazo ni las duras palabras de su padre al despedirse, besó a su madre y a su hermano le regaló algunas cosas que había traído de más desde Norteamérica.
Al fin iba a volver a su hogar.
-Nyo Hoo!! -Se rió mientras compraba el boleto de vuelta.
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